Robots
que muestran empatía
http://elpais.com/elpais/2015/01/17/opinion/1421521332_916419.html
La
inteligencia artificial avanza, pero está lejos aún está de poder reproducir la
complejidad del comportamiento humano
EL
PAÍS 18 ENE 2015 - 00:00
CET
MARCOS
BALFAGÓN
Daniel
Tammet explica en Nacido
en un día azul cómo es la vida cuando alguien tiene grandes capacidades para
las matemáticas, pero enormes dificultades para captar las emociones de los
demás. Diagnosticado de autismo, el cerebro de Tammet lo procesa todo a través
de los números, que percibe con formas, colores y texturas.
Eso le
permite combinaciones extraordinarias.
Entre sus
hazañas figura haber aprendido un nuevo
idioma en apenas unos días o haber sido capaz de memorizar
22.500 decimales del número pi, que recitó sin errores ni titubeos en un
teatro.
Muy pocos
autistas tienen altas capacidades como Tammet, pero casi todos tienen grandes
problemas para reconocer y procesar las emociones de los demás.
Un
robot humanoide ha venido ahora en su ayuda.
Sus
creadores lo han diseñado para que pueda reaccionar esbozando una sonrisa o
poniendo cara de sorpresa. Curiosamente, la expresión robotizada no genera
rechazo en los niños autistas, y eso permite utilizarlo como un instrumento
terapéutico para entrenarles en el reconocimiento de las expresiones faciales.
El
prototipo, creado por el Centro de Investigación Enrico
Piaggo de la Universidad de Pisa, dentro del proyecto europeo EASEL de robótica humanoide, es uno de los últimos
ejemplos del esfuerzo científico por dotar a los robots de algo más que un buen
programa de inteligencia artificial capaz de resolver problemas mecánicos.
El reto es
lograr algo mucho más difícil: dotarlos de capacidad de decisión y de reacción
como si fueran humanos.
Es decir,
que puedan reproducir, por ejemplo, comportamientos basados en la intuición o la empatía. A esta categoría pertenece el
pequeño robot que se pasea por la Facultad de
Matemáticas de la Complutense de Madrid.
No se limita
a sortear los obstáculos que encuentra. Eso es fácil de conseguir con sensores
de proximidad y un buen sistema de cámaras. Lo difícil es que esas cámaras
miren como si fueran ojos humanos y sean capaces de interpretar que el
estudiante con el que tropiezan tiene una actitud amistosa porque sonríe. En
ello están. Son solo dos ejemplos de lo mucho que avanza la robótica, pero también de lo lejos que aún está de
poder reproducir la complejidad del comportamiento humano.
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