¿Estamos
en una ola vendedora de bonos soberanos ante la posibilidad remota pero posible
del triunfo de Syriza este 25 de enero? ,
la deuda griega a subido en magnitud y sus bonos soberanos a 10 años están en tasas
9,5% que son completamente impagables.
Nota del autor del blog: ¿recuerda que dije que venda ahorita antes que pierda todo? mire los gráficos solo han crecido 1 % y puede ser falso mientras sus deudas han aumentado sin cesar
Nota del autor del blog: Como dije:
venda ahorita antes que pierda todo ,si gana Syryza y si es cierto que
chantajeara a Alemania para que le condone la deuda o abandona la zona euro es
posible y si abandona la zona euro, Grecia
jamas pagara los bonos soberanos , desde que numerosos analistas dicen que están mas que preparados para la
inminente ola vendedora es porque ya esta ocurriendo. ¡uyuyuy curuju!
Se
viene una crisis financiera 4 veces mas grande que la ocurrida en 2008 ;
predicen “una amplia ola de
cesaciones de pagos de empresas” y colapsos en los
precios de los activos alrededor del mundo; venda ahorita antes que pierda
todo.
http://economiaytecnologiaentrujillo.blogspot.com/2014_12_01_archive.html
El
fantasma de una salida de Grecia del euro vuelve a sacudir los mercados
http://lat.wsj.com/articles/SB11953907562947613586204580381991479713222?tesla=y
Por
William
Horobin, en París, y
Andrea
Thomas y
Bertrand Benoit, en Berlín
Actualizado
martes, 6 de enero de 2015 0:02 EDT
Alexis
Tsipras, líder del
partido de izquierda Syriza, se dirige a sus seguidores en Atenas, Grecia. Bloomberg
News
Francia y
Alemania intensificaron el lunes la presión sobre los políticos griegos
conforme se acercan las elecciones generales que tendrán lugar a fin de mes en
el país heleno mientras el euro descendió a su menor
nivel en nueve años y la economía de la zona euro exhibió nuevos
síntomas de debilidad.
El
presidente francés, François Hollande, sacó a relucir la posibilidad de que Grecia abandone el bloque conformado por 19 países,
apartándose de su postura tradicional de que no se puede renunciar a la zona
euro.
A su vez, el
ministro alemán de Economía y vicecanciller, Sigmar
Gabriel, advirtió que Berlín no será presa de un chantaje para ofrecer
nuevas concesiones sobre el pago de la deuda griega o el programa de rescate.
La dura
retórica subraya las preocupaciones que circulan entre los miembros del núcleo
de la zona euro de que un cambio político en el país más frágil del bloque
vuelvan a amenazar la estabilidad de la región en un momento en que la caída de
la inflación y el estancamiento del crecimiento económico vuelven prácticamente
imposible que las economías se libren del alto endeudamiento que enfrentan
tanto a nivel privado como público.
A los
políticos europeos les preocupa que una victoria del partido de izquierda
Syriza, encabezado por Alexis Tsipras, en los comicios que se celebrarán el 25 de enero, puedan dejar en el poder a un gobierno
que se opone tajantemente a las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea y envalentonar a los
movimientos radicales en otros países.
Tales
partidos han cobrado fuerza en lugares como España,
Italia, Francia y la propia Alemania, donde el movimiento
anti-inmigración y anti-Unión Europea Alternativa para
Alemania capta alrededor de 6% de las
preferencias en las encuestas, muy por encima del mínimo necesario para ser
parte del parlamento federal.
Los
políticos alemanes, no obstante, enfatizaron que la zona euro está en mejores
condiciones para afrontar una salida de Grecia que en 2010.
Desde
entonces, los gobiernos cuentan con fondos
de rescate a su disposición y mecanismos para impedir que el colapso de algunos
bancos, por grandes que sean, arrastre a toda la economía de un país.
El Banco Central Europeo, por su parte, ha prometido contrarrestar la clase de ola
generalizada de ventas de bonos soberanos que amenazó la existencia de la zona
euro a comienzos de la crisis.
Los costos
de endeudamiento de los países del bloque monetario han caído desde entonces y
en las últimas semanas han permanecido estables, a pesar de los acontecimientos
políticos en Grecia.
Menos de una
quinta parte de la deuda griega está en manos del sector privado, mientras que
el resto lo tienen gobiernos y otros acreedores oficiales. Eso significa que el
riesgo directo de un contagio desde Grecia al resto del sistema financiero de
la zona euro es reducido, señalan los analistas.
Sin embargo,
la mayoría de los economistas considera que la salida de Grecia de la zona euro
es una opción remota y peligrosa que enviaría una señal de que el bloque puede
cambiar de composición, lo que podría llevar a los
inversionistas a desprenderse de los bonos de los países más débiles.
El
abandono de la zona euro también implicaría, casi con certeza, la cesación de
pagos al menos parcial de la deuda del gobierno griego, una pérdida que sería asumida en su
mayor parte por el resto de los miembros del bloque.
“La zona euro está
mucho mejor equipada para abordar una ola de ventas que hace cinco años, en
especial gracias al BCE”, señala Dirk Schumacher,
economista europeo sénior de Goldman Sachs, en Fráncfort.
“No obstante, una
salida de Grecia establecería un precedente y es difícil decir cuál sería el
impacto en los costos de financiamiento de otros países de la periferia”.
Henrik
Enderlein, profesor de
economía política de la Escuela de Gobierno Hertie, en
Berlín, cree, por su parte, que Grecia necesitaría algo parecido a un
acuerdo como el Club de París, “donde todos los acreedores oficiales están
juntos y deciden, si fuera políticamente deseable, una condonación de la deuda
conjunta o la prolongación de los plazos para Grecia”.
En Bruselas, los funcionarios europeos insistieron en que
los tratados estipulan que ser miembro de la zona euro es irreversible. “El
euro está aquí para quedarse”, declaró la vocera de la Unión Europea, Annika Breidhardt.
Los
inversionistas no escondieron sus nervios. El euro
cayó el lunes a su nivel más bajo frente al dólar en nueve años. En la tarde de
ayer se cotizaba a US$1,1942.
Los rendimientos de
los bonos soberanos de Grecia a 10 años saltaron a 9,5%.
Los
movimientos fueron parte de un derrumbe más amplio en los mercados mundiales.
El precio del petróleo Brent, la referencia internacional, cayó 5,9% a US$53,11
el barril, su menor nivel desde mayo de 2009.
Los
principales índices de las bolsas de París y Fráncfort bajaron 3% y 2%,
respectivamente, mientras que al otro lado del Atlántico el Promedio Industrial
Dow Jones cedió 331,34 puntos, 1,9%, para quedar en 17.501,65 unidades.
Los
inversionistas compraron activos seguros como el oro, cuya cotización subió
1,5%.
Las noticias
tampoco fueron buenas en el frente económico. La situación de la economía europea se caracteriza por un crecimiento nulo, un
desempleo persistentemente alto y una inflación baja, lo que dificulta que los
países reduzcan sus deudas.
Alemania, el
motor económico de la región, también pierde fuerza. La inflación descendió
bruscamente en diciembre en ese país a su nivel más bajo en cinco años, según
datos divulgados el lunes.
El
desacuerdo fundamental que afectó los primeros intentos de abordar la crisis de
la zona euro sigue vigente.
Por un lado, Alemania y otros países
acreedores insisten en que la austeridad fiscal y
severas reformas son la respuesta y
advierten que una relajación de la disciplina griega enviaría el mensaje
equivocado a otros gobiernos.
Por el otro,
Grecia y otras economías más débiles argumentan que la receta alemana ha
aumentado los niveles de deuda, debilitado las economías y aumentado el
resentimiento político hacia el euro.
Hollande
indicó el lunes en una
entrevista radial que seguir en la zona euro o abandonarla es una decisión “que
compete única y exclusivamente a Grecia” y añadió que la capacidad de los europeos para soportar
las políticas de austeridad tiene un límite.
—Brian Blackstone,
Tommy
Stubbington y
Min
Zeng contribuyeron a
este artículo.
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