El
BCE oxigena la zona euro con un masivo plan de compras de bonos
http://lat.wsj.com/articles/SB12656413643910774604204580416161439145980?tesla=y
Por
Brian Blackstone y
Paul Hannon
jueves,
22 de enero de 2015
19:44 EDT
FRÁNCFORT—El Banco Central Europeo anunció el
jueves la compra de más de 1 billón de euros, US$1,57
billones, en deuda pública y privada de la zona euro hasta septiembre de 2016, una decisión histórica con la que
pretende combatir el estancamiento y una inflación sumamente baja en una región
cuya postración se ha transformado en uno de los principales riesgos para la
recuperación de la economía global.
El
presidente del organismo, Mario Draghi, informó que el BCE comprará un total de
60.000 millones de euros al mes, unos US$69.500 millones, en activos que incluyen bonos soberanos, deuda
emitida por instituciones europeas y bonos del sector privado.
Las
compras de bonos soberanos y de la deuda emitida por instituciones de la Unión
Europea comenzarán en marzo y se prolongarán hasta
septiembre de 2016, reveló Draghi.
Los riesgos
asociados a la deuda de las instituciones de la UE serán compartidos entre los
bancos centrales de la zona euro, pero en el caso de las compras de bonos soberanos no se compartirán las pérdidas, las que
serán absorbidas por los institutos emisores de cada país, aclaró Draghi.
Las compras
de deuda, según indicó, se pueden extender más allá de septiembre del próximo
año o hasta que surjan claras señales de que la tasa de inflación a 12 meses se
esté acercando a la meta de poco menos de 2% establecida por la entidad.
El BCE también rebajó los intereses que cobra en sus préstamos a cuatro años a los bancos
en 0,10 puntos porcentuales. “Es
un paso muy importante, es cruzar un punto sin retorno”, dijo Anatoli Annenkov, economista del banco francés Société
Générale. GLE.FR -0.70%
El anuncio
de la compra de deuda, una medida conocida como expansión cuantitativa, o QE
por sus siglas en inglés, implica que los bancos centrales crean nuevas
reservas para comprar activos a las instituciones financieras. Los bancos
centrales reciben los bonos, y a cambio los bancos reciben fondos que pueden
usar para extender créditos a los hogares y los negocios.
Este tipo de expansión monetaria
usualmente debilita la tasa de cambio de una economía, lo que a su vez impulsa
las exportaciones.
En una jornada volátil, tras el anuncio del BCE, el euro se debilitó hasta su
nivel más bajo en 11 años, mientras los precios
de los bonos subieron; los rendimientos, que se mueven en la dirección opuesta,
tocaron nuevos mínimos. El BCE también mantuvo sin cambios las tasas de
interés de referencia en 0,05% y la tasa de interés que grava los fondos a un
día que se depositen en el banco central en -0,2%.
El BCE
comprará una amplia gama de deuda pública con vencimientos de entre dos y 30 años.
El ente también podrá adquirir bonos
con un rendimiento negativo, como ya registra la deuda soberana alemana de
corto plazo.
La decisión
marca el comienzo de una nueva era para un organismo que fue diseñado en los
años 90 siguiendo el modelo del conservador banco central de Alemania, en
momentos en que combatir la inflación era prioritario frente a otros asuntos
como el estancamiento de la economía, la debilidad de los precios al consumidor
o las recurrentes crisis financieras.
Con el
anuncio del jueves, que fue más agresivo de lo previsto por los mercados,
Draghi dejó la pelota en la cancha de los gobiernos que ahora deben asumir el
liderazgo para restaurar la vitalidad de la economía de la región.
“Lo que la política monetaria puede hacer es sentar las bases
para el crecimiento.
Para que se produzca un repunte del
crecimiento, sin embargo, se necesita inversión;
para la inversión se
necesita confianza;
y la para la confianza,
hace falta la reforma estructural”, enfatizó.
La decisión
de comprar bonos soberanos no concitó el respaldo de todos los miembros del
consejo de gobierno, el principal órgano rector del BCE. Draghi, no obstante,
indicó que “una gran mayoría” se pronunció a favor de lanzar el programa y que
hay unanimidad en que, en principio, la compra de bonos gubernamentales es “una
auténtica herramienta de la política monetaria”.
El acuerdo
en torno a la legitimidad de la política “es lo más importante”, aseveró
Annenkov. “Significa en forma implícita que habrá más QE”, señaló.
El BCE, de
todos modos, aplazó la decisión de comprar deuda griega, que tiene calificación de chatarra. Puesto que el banco central
compró tantos bonos de Grecia durante un programa vigente entre 2010 y 2011,
sus tenencias de bonos griegos exceden la cuota por país que estableció para el
actual plan de compra de bonos. La entidad, sin
embargo, podría considerar comprar deuda griega en julio, cuando muchos
de los bonos griegos en su cartera hayan vencido.
A su vez, el
banco central de Dinamarca redujo su tasa de interés de referencia por segunda vez en una semana
en un esfuerzo por disminuir el
atractivo de la corona danesa para los inversionistas que se desprendían de sus
euros.
La economía de US$13 billones de la zona euro, la segunda mayor
del mundo detrás de Estados Unidos, no ha logrado recuperarse totalmente de la
crisis financiera que empezó hace más de seis años.
La
inflación cayó 0,2% entre diciembre de 2013 y 2014, muy por debajo de la meta anual del
BCE de justo por debajo de 2%.
La tasa de desempleo del bloque fue del 11,5% en noviembre, muy superior a la de EE.UU. o Reino
Unido.
En
España y Grecia,
alrededor de un cuarto de la población activa está desocupada.
El BCE había
enviado claras señales de que estaba preparando un programa de compras de deuda
soberana a gran escala. La rentabilidad de los bonos de la región se ha
desplomado y el euro se ha depreciado, lo que favorece a las exportaciones.
Luego de que las tasas de interés de referencia cercanas a cero y los préstamos
que el BCE concede a la banca para estimular el crédito no aceleraran la
inflación, el banco central tenía pocas opciones aparte de la compra de activos
con dinero recién acuñado, lo que implica aumentar la masa monetaria.
Los
bancos centrales de EE.UU., Reino Unido y Japón han utilizado la expansión cuantitativa. Mientras que
la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra no han ampliado sus programas, el
Banco de Japón sigue adoptando estas medidas de forma agresiva.
—Marcus Walker contribuyó a este artículo
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