‘Algo
está muy mal en la economía global’, dice el rey de los bonos Jeffrey Gundlach
http://lat.wsj.com/articles/SB11953907562947613586204580381973344857454?tesla=y
Nota del autor del blog : más o
menos entiendo lo que quiere decir el autor
y es que no compren bonos soberanos
europeos, salvo sean alemanes (estoy de acuerdo ), y en vez de eso tampoco
compre acciones norteamericanas , que se vienen abajo (más o menos de acuerdo ,de
que van a caer, caerán solo que no sé en qué momento del 2015 ) y que compren
bonos del tesoro de EEUU a 10 años pues
estos en vez de bajar van a subir e incluso ganará con un mejor tipo de cambio pues
el dólar se fortalece (¡pucha!, en esto si no le creo nadita , si Alemania paga
un interés negativo ¿por qué EEUU debería pagar mas ? ¿Para que no haya hiper inflación? Esos 4 ò 6 millones de millones de mas que ha emitido EEUU están por allí dando vueltas
¿no?)
Gundlach prevé que la caída del crudo
causará estragos
Por
Jonathan R. Laing,
Especial de Barron’s
lunes,
5 de enero de 2015 19:28
EDT
En una
entrevista, Jeffrey Gundlach, cuyos fondos
gestionan US$64.000 millones en activos, habló de los riesgos que enfrenta el mercado
de acciones. Reuters
El año pasado fue magnífico tanto
para el mercado bursátil como para el de bonos, a pesar de los tambaleos recientes.
Pero es hora de mirar hacia lo que sucederá en 2015.
Y no hay
nadie mejor para hablar del tema que el aclamado rey de
los bonos estadounidense, Jeffrey Gundlach,
quien encabeza el complejo de gestión de activos
DoubleLine, con US$64.000 millones. Nunca
se queda callado a la hora de dar su opinión sobre todo tipo de valores.
Durante una
entrevista a fines de diciembre lo encontramos relajado. Y ¿por qué no? Su
firma tuvo un gran año, luego de que su fondo insignia DoubleLine
Total Return Bond, con US$40.000 millones en activos, y el fondo DoubleLine
Core Fixed Income, con US$3.400 millones, terminaran entre los 10
mejores en sus categorías en Morningstar, entre otros logros.
Para 2015,
Gundlach tiene una opinión idiosincrática sobre el rumbo de los mercados. Como
casi todo el mundo, prevé que la Reserva Federal de EE.UU. comience a subir la
tasa de fondos federales este año, pero predice que el
impacto será el opuesto a lo que se cree.
Considera
que los retornos de los bonos a largo plazo de hecho bajarán en lugar de subir como consecuencia
de un sorprendente estancamiento de la curva de rendimiento.
Gundlach
cree que los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años
que terminaron 2014 con un retorno de 2,17%
podrían ubicarse a fines de año en 1,38%. Eso
contrasta con el pronóstico de Bloomberg de
un retorno de 3,24%, y se produciría en
particular si los precios del crudo siguen cayendo a, por ejemplo, US$40 el barril.
Esta caída
sumada al descenso de 46% sufrido por el petróleo en 2014 sólo acentuaría las
fuerzas deflacionarias que observa en acción en todo el mundo.
Gundlach
afirma que todo el tiempo le preguntan hasta dónde caerán
los precios del petróleo, a lo que responde que nadie lo sabrá hasta que
dejen de caer. “No lo digo para hacerme el simpático”, asegura. “Cuando un
mercado que mostró una estabilidad extraordinaria durante cinco años —operando
consistentemente a US$90 (el barril) o más— atraviesa una crisis catastrófica como
esta, los precios
suelen bajar mucho más y se mantienen bajos mucho más tiempo de lo que la gente
cree posible”.
Las
enérgicas compras de inversionistas en Japón y Europa también influirán en los retornos de
los bonos de EE.UU., ya que en esos lugares los
retornos de los bonos soberanos en general son más bajos que las tasas
estadounidenses y las perspectivas de crecimiento económico son menos
optimistas.
“Todos estaban
preocupados con lo que sucedería con el mercado (de bonos) cuando la Fed
terminara (su tercera ronda de estímulo) y dejara de hacer sus cuantiosas
compras mensuales de bonos gubernamentales”, señala. “La respuesta, por supuesto, es
que las compras de otros países reemplazaron fácilmente el menor apoyo estatal
al mercado. Y el dólar más fuerte, que creemos seguirá así, sólo vuelve más
atractivos a los bonos de EE.UU., ya que no sólo los inversionistas extranjeros
se benefician de tasas relativas más altas sino que también ganarán con la
conversión de divisas”.
Gundlach
no es particularmente optimista sobre las perspectivas de los mercados
bursátiles en EE.UU. A comienzos de año, un reajuste de portafolios
institucionales diversificados de acciones a bonos creará cierta resaca para las acciones,
asegura.
Además, teme que sea
poco probable que el crecimiento del PIB de EE.UU. en 2015 y 2016 alcance las
metas anuales de más de 3% que están anunciando los analistas. Eso se
debe a la marea deflacionaria desatada por una
economía mundial que pierde vigor y un exceso de capacidad que comenzará a sentirse
en suelo estadounidense a mediados de 2015. Un dólar que se aprecia no
favorecerá la competitividad estadounidense.
Los precios
bajos del petróleo causarán estragos en el empleo, el gasto de capital, los
valores de garantías para préstamos, los balances de firmas energéticas, y el
mercado de bonos chatarra. “El impulso para el consumo en EE.UU. por los menores precios
de la gasolina es el primer paso, pero los efectos secundarios negativos del
colapso del precio del crudo tardarán más en aparecer”, dice.
Hay muchos
problemas en todo el mundo que eventualmente afectarán el mercado bursátil.
Gundlach menciona los obvios. Las economías de los
mercados emergentes se están desacelerando de
forma significativa.
China,
a pesar de su actual pequeño auge bursátil, descansa sobre bases financieras y económicas endebles.
Grecia amenaza con volver a estallar.
Rusia
está en crisis. Los
menores precios del crudo aumentan los riesgos geopolíticos de que Rusia o Irán
hagan algo peligroso por desesperación económica.
Hay
una amenaza de guerra de divisas, encabezada por la sistemática campaña de devaluación del yen
por parte de Japón.
Sin embargo,
esos factores constituyen la pared de temores que suelen escalar los mercados
alcistas.
Para
Gundlach, un genio matemático, algunos de los cuadros e indicadores técnicos
que sigue religiosamente son los que le dan la pauta sobre las acciones y la
economía global. “Los
precios de los commodities cayeron a sus mínimos de 2009, que por supuesto era
el peor momento de la crisis financiera”, dice, sobre un cuadro.
“Obviamente algo está
muy mal actualmente en la economía global”.
Otro cuadro
que le ha llamado la atención es el que muestra la amplia divergencia de tasas de la deuda alemana
a dos años frente a las de Italia y España.
El hecho de
que la alemana pasara a territorio negativo
mientras que las otras dos tomaran la dirección opuesta le dice a Gundlach que
hay problemas en el horizonte para la zona euro.
“La gente en Europa
está obviamente perdiendo la confianza y está asustada si está dispuesta a
pagar a Alemania por el privilegio de estacionar sus fondos allí”, dice.
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