Se
vienen tiempos muy difíciles para países mineros de hierro como Australia, Brasil, Guinea, Indonesia y Mongolia y para exportadores de petróleo como Rusia,
Canadá , Venezuela y México, por la desaceleración
de la economía de China. Del WSJ
China
se enfría y desinfla el auge de materias primas que alimentó
http://lat.wsj.com/articles/SB10224152129988824652004580309672490044284?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10224152129988824652004580309672490044284.html
Por
John
W. Miller y
Rhiannon
Hoyle
lunes,
1 de diciembre de 2014
0:02 EDT
La demanda
de minerales por parte de China para construir rascacielos,
puentes y automóviles dio lugar a un auge de una década en los precios y
la producción de materias primas. Ahora, los países que las exportan sienten el
impacto de la desaceleración de la economía del gigante asiático.
La lista es
encabezada por grandes exportadores de commodities como Australia y Brasil, pero también abarca a países como Guinea, Indonesia y Mongolia, donde la minería
constituye un porcentaje desproporcionado de la economía y el empleo.
En las
naciones especializadas en materias primas clave como el mineral de hierro y el
carbón, el debilitamiento de la demanda y la caída de los precios están reduciendo la recaudación tributaria,
aumentando los déficits comerciales y devaluando sus monedas.
El dólar australiano registró en noviembre su nivel más
bajo en cuatro años frente a la divisa estadounidense debido en parte al
descenso de los precios de los commodities y la desaceleración de la demanda
china.
El banco de
inversión estadounidense J.P. Morgan recortó su proyección de crecimiento de la economía australiana en 2015 de 3,3% a 2,8%.
El gobierno brasileño,
a su vez, redujo a la mitad su previsión de expansión en
2014, de 1,8% a 0,9%. Las ganancias procedentes de la minería como
porcentaje del Producto Interno Bruto en ambos países se duplicaron con creces
durante los últimos 15 años, según las estadísticas del Banco Mundial.
El impacto a
largo plazo de un colapso de los precios de las materias primas podría ser más
profundo, perjudicando las economías de los países productores y apuntalando el
poder adquisitivo de las economías desarrolladas que consumen los commodities.
“El impacto del exceso
de suministro podría ser un desastre”, dice Lourenço Gonçalves, presidente ejecutivo de
Cliffs Natural Resources Inc., una minera mediana que realizó despidos en
Australia.
Rio
Tinto ha invertido miles
de millones de dólares en infraestructura ferroviaria para exportar mineral de
hierro de Australia a China. Agence
France-Presse/Getty Images
En tanto,
las mayores compañías mineras mantienen firmes sus planes de seguir batiendo
sus marcas de producción. Rio Tinto PLC y BHP Billiton
Ltd. han estado llenando los buques de carga que zarpan desde el
noroeste de Australia a un ritmo sin precedentes.
Nota del autor del blog: venden lo más
pronto posible y a cualquier precio antes que otro lo haga.
En las
economías más pequeñas, la creciente dependencia de la minería adquiere una mayor
relevancia. La participación de las ganancias mineras como porcentaje de la
economía de Guinea se más que triplicó entre 2000 y 2012 para llegar a 18,3%, según
el Banco Mundial. En el caso de Mongolia, casi
se duplicó a 11,9%.
En este
momento, ningún país puede llenar el vacío que deja China, a pesar de que las
empresas mineras, entre ellas BHP Billiton, esperan que India contribuya a
absorber la nueva producción. De todos modos, se prevé que China marque la
pauta para la próxima década.
Ningún
commodity ha sido tan dependiente de la demanda china como el mineral de hierro.
China
produce la mitad del acero del mundo y 98% del mineral de hierro se destina a la fabricación de este
material.
El
gigante asiático importa dos tercios de los 1.200 millones de toneladas de
mineral de hierro que se
transa anualmente en los mercados de transporte marítimo.
En 2003,
ocho países exportaban más de 10 millones de toneladas de mineral de hierro. El
año pasado, la cantidad había aumentado a casi el doble, 15 países.
Australia, el principal exportador de mineral
de hierro, envía 80% de su producción a China,
por lo que el año pasado recibió unos US$67.000
millones.
Brasil, en tanto, envía la mitad de su
producción de mineral de hierro al gigante asiático. En los últimos años, las
mineras que operan en esos países han aumentado la producción, el empleo y la
inversión en vías férreas, puentes y puertos en anticipación a un incremento de
la demanda por parte de China.
No obstante,
el consumo de acero chino cayó 0,3% en los primeros ocho meses del año a 500 millones de toneladas, el primer descenso en 14
años.
“El país está entrando
en un patrón de menor consumo de acero, más típico de las economías modernas y
desarrolladas”,
señala Daniel Rohr, analista de Morningstar Inc.
El resultado
es un exceso de mineral de hierro. Se estima que para 2018
el superávit de mineral de hierro ascienda a 300
millones de toneladas. Citigroup calcula que los precios podrían caer a
unos US$50 por tonelada en 2015, tras empezar
este año en US$135 y alcanzar el viernes US$69,80.
La reacción
obvia hubiese sido una reducción considerable o incluso una suspensión de la
producción, pero ninguna minera quiere dar su brazo a torcer.
Se espera
que Australia y Brasil dejen fuera del mercado a
otros exportadores. Australia envía cerca de la mitad del mineral de hierro
transportado por mar. Luego de invertir miles de millones de dólares en la
construcción de puertos y vías férreas, BHP y Rio Tinto afirman que seguirán
produciendo y reduciendo costos para paliar la caída de los precios. Eso se
podría traducir en la renegociación de los acuerdos con los proveedores y miles
de despidos.
“En general, cuando
tienes capacidad instalada, si dejas de producir terminas con costos por unidad
más altos”,
indicó recientemente Andrew Mackenzie, presidente
ejecutivo de BHP. “Nuestra intención siempre es maximizar la producción
de la capacidad existente”.
La chatarra es otra
amenaza. Dentro de
unos años, China tendrá disposición
cantidades gigantescas de chatarra de acero proveniente de la primera
generación de autos y lavadoras para el mercado masivo. En cantidades
suficientemente grandes, la chatarra de acero puede ser un sustituto del
mineral de hierro. La chatarra exacerbará la sobreoferta de mineral de hierro y
el impacto de los menores precios en la economía global.
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