El
alza del dólar es un dolor de cabeza para muchas empresas fabriles norteamericanas.
Nota del autor del blog: EEUU
exporta poco en comparación con su PBI que casi todo es consumido por EEUU, así
creo que el 16% de su PBI es lo que se exporta y algo parecido es lo que se
importa , así un alza del dólar afecta a los exportadores de EEUU pero eso es
poco en la caída del PBI de EEUU, pero si todos los países del mundo tienen
cosas baratas esas importaciones que van a EEUU serán masivas y quebrará la producción
industrial de EEUU en unos años , si todo sigue igual.
El
alza del dólar acentúa el dolor de los exportadores de materias primas
http://lat.wsj.com/articles/SB11385249049173293335304580317660028133220?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB11385249049173293335304580317660028133220.html
Por Nicole Friedman
viernes,
5 de diciembre de 2014
0:02 EDT
El alza del
dólar y la caída en los precios de las materias primas están beneficiando a los consumidores
estadounidenses y desconcertando a los bancos centrales al ampliar la
brecha entre la pujanza que exhibe la economía de Estados Unidos y las dificultades que atraviesan
Europa y Asia.
El dólar
está subiendo frente a las monedas del mundo. Ayer, se mantuvo fuerte frente al
yen, sosteniendo el precio más alto en siete
años, y el miércoles alcanzó un máximo de dos años
contra el euro.
La divisa
estadounidense también avanzó frente al real, el dólar
australiano y la rupia india y sigue batiendo récords frente al rublo, lo que ha llevado al banco central de Rusia a
intervenir para apoyar su moneda.
La fortaleza
del dólar no se limita a sus cruces contra el euro y el yen. Varias divisas latinoamericanas también se han
depreciado frente a la divisa verde.
El
real cayó 1,5% y cerró en 2,59 por dólar, con lo que acumula un descenso semanal de 1%.
En tanto, el
peso chileno llegó a 609,9 por dólar y registra
una caída de 1,6% en la semana.
El
peso colombiano se ubicó en 2.279 y anota un declive semanal de 5,4%.
El peso
mexicano cedió 0,4% a 14,15 y ha perdido 2,8% en
la semana.
Los avances
del dólar han intensificado las caídas
en los precios de los commodities como alimentos, energía y metales.
El
petróleo, por ejemplo,
ha perdido cerca de 40% desde mediados de junio.
El debilitamiento de las economías de
Europa y Asia socava la demanda de estos bienes, lo que deja a los mercados con
un exceso de oferta.
Los precios de la mayoría de los
commodities se cotizan en dólares, por lo que los consumidores y las empresas fuera de EE.UU.
experimentan una reducción de su poder adquisitivo cuando sus monedas se
debilitan.
Tales
tendencias presentan nuevos desafíos para las autoridades de Europa y Japón,
que luchan para mantener a flote recuperaciones débiles y combatir la baja
inflación. Los bancos centrales consideran —o han implementado— medidas
drásticas, como tasas de interés negativas y la compra de miles de millones de
dólares en bonos. Pero la caída precipitada del precio del petróleo —la
importación más costosa de muchos países— disminuye la efectividad de las
iniciativas orientadas a elevar los precios al consumidor.
El
presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi,
dejó el jueves la puerta abierta a una escalada importante a comienzos del
próximo año en la campaña de la entidad para estimular la economía, lo que
marca un nuevo capítulo en su combate contra la debilidad de la economía y de
los precios al consumidor.
El BCE no
anunció nuevas medidas a pesar de que la inflación de doce meses de la zona
euro apenas ascendió a 0,3% en noviembre, muy
por debajo de la meta del organismo de poco menos de 2%. Algunos analistas
creen que la inflación podría registrar una variación nula en diciembre ante el
descenso en los precios del petróleo. El BCE redujo su
pronóstico de inflación para 2015 de 1,1% a 0,7%.
A su vez, el
Banco de Japón anunció a fines de octubre nuevas
medidas para inyectar fondos en el sistema financiero en un esfuerzo por elevar
la inflación, lo que ha derribado el yen.
La economía
de EE.UU., en cambio, cobra cada vez más fuerza y se prevé que el próximo año
crezca 3,1%, frente a una expansión de 1,3% en la zona
euro y de 0,8% en Japón, según el Fondo
Monetario Internacional.
“Las condiciones están
dadas para un repunte del dólar que dure varios años”, dice Eric
Stein, codirector de renta fija global y gestor de portafolio de Eaton Vance
Management, quien administra US$12.600 millones
de los US$297.700 millones que maneja la firma de valores.
El impacto del dólar más fuerte se
puede apreciar en la fila de barcos que esperan días para descargar importaciones en los puertos
de Los Ángeles y Long Beach, una señal del mayor
poder adquisitivo de los estadounidenses.
El contraste
con la situación de otros países es marcado. El Índice
de Commodities de Bloomberg, que sigue de cerca 22 mercados, cayó 11%
este año en dólares, su menor nivel en cinco años. El mismo índice descendió
0,3% en 2014 en euros y subió 1,5% en yenes.
Los precios
de la gasolina cayeron 16% en EE.UU. frente a un
año antes, según AAA. Pero la gasolina bajó 6,8% en euros para los alemanes,
según la Comisión Europea. Las firmas de
turismo estadounidenses temen que el alza del dólar obligue a viajeros de otros
países a desechar o retrasar sus planes de ir de vacaciones a EE.UU.
Hacen falta
grandes oscilaciones en las cotizaciones de las divisas para afectar los
precios de las materias primas, que en cada mercado pueden variar según
factores tan diversos como el clima, acontecimientos geopolíticos y adelantos
tecnológicos.
La
correlación entre el dólar y los precios de los commodities ha aumentado en los
últimos meses, conforme más inversionistas advierten una conexión entre ambos.
El
Índice de Commodities de Bloomberg, por ejemplo, tiene una correlación de casi -0,95 con el
Índice del Dólar ICE en las últimas 100 jornadas. Eso significa que hay un
estrecho vínculo entre los avances del dólar y la caída de las materias primas.
Una lectura de -1 indica una correlación inversa perfecta y una de cero apunta
a una correlación nula.
La relación
entre el dólar y los precios de las materias primas “es casi instantánea”,
señala Julian Alsop, economista jefe global de Capital
Economics. “Si el dólar sube 1%, entonces es 1% más de yenes o libras
esterlinas... que hay que encontrar para pagar las cuentas de los commodities”,
asevera.
De todos modos, el fortalecimiento de
la moneda verde perjudica a los exportadores de EE.UU. al elevar sus costos de producción
en relación a los rivales de otros países y reducir el valor de las ganancias
que obtienen en el extranjero al convertirlas a dólares.
Multinacionales de la envergadura de
International Business Machines Corp. IBM -0.48% y McDonald’s Corp. MCD +0.68% ya han indicado que el alza del dólar
constituye un viento en contra para su negocio.
—James Ramage,
Brian
Blackstone,
Anjani
Trivedi,
Sarah
Portlock y
Tommy
Stubbington
contribuyeron a este artículo.
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