Google y la
Administración estadounidense están al servicio de los objetivos de la política
exterior de Estados Unidos por medio del espionaje por eso Google duplico
su cotizacion bursatil de US$ 200,000 millones a US$ 400,000 millones
Nota del autor del blog Ignacio
Ramonet hace una entrevista al fundador
de wikileaks donde este narra en un libro un mundo de conspiraciones comandadas
por EEUU Tal vez para vender su nuevo libro.
Borrara google mi blog?
ENTREVISTA
EXCLUSIVA A JULIAN ASSANGE
“Google nos
espía e informa al Gobierno de Estados Unidos”
http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=93dd828d-8d5a-4d01-bfa9-bbe89c8ffe79
Ignacio
Ramonet
Desde hace
treinta meses, Julian Assange, paladín de la lucha por una información libre,
vive en Londres, refugiado en las oficinas de la Embajada de Ecuador. Este país
latinoamericano tuvo el coraje de brindarle asilo diplomático cuando el
fundador de WikiLeaks se hallaba perseguido y acosado por el Gobierno de
Estados Unidos y varios de sus aliados (el Reino Unido, Suecia). El único crimen
de Julian Assange es haber dicho la verdad y haber difundido, vía WikiLeaks,
entre otras revelaciones, las siniestras realidades ocultas de las guerras de
Irak y de Afganistán, y los tejemanejes e intrigas de la diplomacia
estadounidense.
Como Edward
Snowden, Chelsea Manning y Glenn Greenwald, Julian Assange forma parte de un
nuevo grupo de disidentes que, por descubrir la verdad, son ahora rastreados,
perseguidos y hostigados no por regímenes autoritarios sino por Estados que
pretenden ser “democracias ejemplares”...
En su nuevo
libro, Cuando Google encontró a WikiLeaks (Clave Intelectual, Madrid, 2014),
cuya versión en español está en librerías desde el 1 de diciembre, Julian
Assange va más lejos en sus revelaciones, estupendamente documentadas, como
siempre. Todo parte de una larga
conversación que Assange sostuvo, en junio de 2011, con Eric Schmidt,
presidente ejecutivo de Google. Este vino a entrevistar al creador de WikiLeaks
para un ensayo que estaba preparando sobre el futuro de la era digital. Cuando
se publicó el libro, titulado The New Digital Era (2013), Assange constató que
sus declaraciones habían sido tergiversadas y que las tesis defendidas por
Schmidt eran considerablemente delirantes y megalomaníacas. El nuevo libro del
fundador de WikiLeaks es su respuesta a esas elucubraciones del presidente de
Google.
Entre muchas
otras cosas, Assange revela cómo Google –y Facebook, y Amazon, etc.– nos espía
y nos vigila; y cómo transmite esa
información a las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Y cómo la empresa
líder en tecnologías digitales tiene una estrecha relación, casi estructural,
con el Departamento de Estado. Afirma también Assange, que hoy, las grandes
empresas de la galaxia digital nos vigilan y nos controlan más que los propios
Estados.
Cuando
Google encontró a WikiLeaks es una obra inteligente, estimulante y necesaria.
Una fiesta para el espíritu. Nos abre los ojos sobre nuestras propias prácticas
de comunicación cotidianas cuando usamos un smartphone, una tablet, un
ordenador o cuando navegamos simplemente por Internet con la candidez de quien
se cree más libre que nunca. ¡Ojo! Nos explica Assange, como Pulgarcito, vas
sembrando rastros de ti mismo y de tu vida privada que algunas empresas, como
Google, recogen con sumo cuidado y archivan secretamente. Un día, las
utilizarán contra ti...
Para
conversar de todo esto y de algunas cosas más, nos encontramos con un Julian
Assange entusiasta y fatigado, en Londres, el pasado 24 de octubre, en una
pequeña sala acogedora de la Embajada de Ecuador. Llega sonriente y pálido, con
una barba rubia de varios días, con su cabeza de ángel prerrafaelista, cabellos
largos, rasgos finos, ojos claros... Es alto y delgado. Habla con voz muy baja
y lenta. Lo que dice es profundo y pensado, le sale de muy adentro. Tiene un
algo de gurú... Habíamos previsto charlar no más de media hora, para no
cansarlo, pero con el paso del tiempo la conversación se fue poniendo
interesante. Y finalmente hablamos más de dos horas y media...
Ignacio
Ramonet: El corazón de tu nuevo libro –Cuando Google encontró a WikiLeaks– lo
constituye un encuentro tuyo, en junio de 2011, con Eric Schmidt, el presidente
ejecutivo de Google. En un momento, dices: “Google es la compañía más
influyente del mundo”. ¿Qué entiendes por “más influyente”?
Julian
Assange: Lo que intento decir es que el mundo está viviendo un cambio muy
profundo, y Google es la entidad que más influencia tiene sobre la esencia de
ese cambio y tal vez también sobre la velocidad de ese cambio. Podríamos
preguntarnos incluso si Google no es la empresa más influyente en términos
absolutos. De esto no estoy seguro. Hay varias mega empresas que podrían ocupar
esa posición, la de ser la más influyente en términos absolutos. Pero al menos,
de entre las empresas de comunicación, sí, es la más influyente en términos
absolutos. Otras compañías pueden tener mucha influencia, como General
Electric, o Raytheon, o Booz Allen Hamilton, o ExxonMobil, o Chevron, pero
todas ellas tienen, más o menos, un modelo de negocio estabilizado, y el tipo
de influencia que ejercen no es tan evidente. Son muy grandes, sí, pero son estáticas. En
cambio, Google está en evolución constante; ha duplicado su valor bursatil entre 2011 y este año, pasando de 200.000
millones de dólares a 400.000 millones... Y su penetración en la sociedad global, en términos de interacción con
los individuos, ha aumentado más que la de cualquier otra empresa de gran
tamaño.
IR: ¿Más que las empresas financieras…?
JA: Sí, no hay duda.
http://nules.tissat.es:8080/alfresco/d/d/workspace/SpacesStore/a14d48e8-1b21-4ec9-bad4-f05272ec5ba1/ramonet-assange-2_28-11-2014_4_temporal.jpg?guest=true
IR: Escribes
que “el avance de la tecnología de la información, encarnada por Google,
anuncia la muerte de la privacidad para la mayoría de las personas y reconduce
el mundo hacia el autoritarismo”. ¿No eres demasiado pesimista?
JA: No creo
que se pueda mirar el mundo y decidir si uno quiere hechos optimistas o
pesimistas. Los hechos son como son. Hay otros fenómenos que se están
produciendo y podemos considerarlos como optimistas, pero no lo que Google está
haciendo. Se trata de otros procesos que están ocurriendo.
IR:
Hablaremos de esos procesos más adelante. Por ahora quería preguntarte: ¿en qué
te basas para afirmar que “las tecnologías de Silicon
Valley son un instrumento al servicio de la política exterior de EE UU”?
JA: De
varias maneras, que describo en el libro. En primer lugar, la larga historia de
colaboración entre el complejo militar-industrial de
las fuerzas armadas de Estados Unidos y el Silicon Valley.
Cualquier
persona que haya investigado sobre el Silicon Valley sabe que eso es así. Noam Chomsky ha denunciado con contundencia lo que
ocurría en Silicon Valley en las décadas de 1970 y 1980
(1). De hecho, si miramos hacia atrás y pensamos en cuál era la percepción que
se tenía en esa época de los ordenadores… Eran unas máquinas enormes que los
militares hacían funcionar y las ponían al servicio de las grandes empresas
estadounidenses. La idea que la gente se hacía del superpoder de los
ordenadores está reflejada en películas como Colossus (2). En todo caso, los
militares en esa época pilotaban el desarrollo del Estado: ayudando a llegar a
la Luna, ayudando a construir armas atómicas, ayudando a diseñar misiles ICBM
(3), ayudando a acelerar la velocidad de los submarinos nucleares, ayudando al
Servicio de Impuestos Internos a verificar la fiscalidad de cada persona...
Todo eso cambió cuando Silicon Valley, en los años 1990, empezó a desarrollar
un mercado de consumo, a poner los avances de la tecnología informática al
alcance del gran público. Fue entonces cuando se empezó a crear una “burbuja de percepción” que presentaba a las
empresas de Silicon Valley como “amigas” de la gente, “amigas” del
consumidor. Apple, Google, Amazon y más recientemente
Facebook han estimulado ese aspecto y se han beneficiado de ello. Y todo
eso ha creado una ilusión... que ha permitido obliterar la visión previa,
negativa, que había al respecto, y que la mayoría de los académicos tenía con
relación a Silicon Valley, aquel Silicon Valley que colaboraba con los
militares.
En segundo
lugar, estas nuevas compañías, como Google, que
describo en mi libro, establecieron una estrecha relación con el aparato de Estado en Washington, en particular con los responsables de la
política exterior. Esa relación es una evidencia ahora. La tienen los más altos
ejecutivos de Google, Eric Schmidt (4), Jared Cohen (5)... tienen ideas
políticas semejantes y comparten una idéntica visión del mundo. Y finalmente,
esta asociación tan estrecha y esta visión del mundo compartida entre Google y la Administración estadounidense están al servicio
de los objetivos de la política exterior de Estados Unidos.
IR:
Precisamente, en esa misma línea, escribes que cuando Eric Schmidt visitó
China, Corea del Norte y Birmania, en 2013, era evidente que estaba llevando a
cabo una operación de “diplomacia encubierta” para Washington. ¿Qué pruebas
tienes de ello?
JA: Hablo
basándome en mi experiencia. Pudimos demostrar que cuando había un flujo de información
entre Eric Schmidt y yo, inmediatamente esa información llegaba a los niveles
más elevados del Departamento de Estado (6). Y cuando Eric Schmidt utilizaba a
Lisa Shields (7) como canal para contactar conmigo, se producía con
anterioridad un flujo de información en sentido contrario, del Departamento de
Estado a Eric Schmidt... Respecto a este y su diplomacia encubierta con Corea
del Norte y con algunos países con los que Washington no quiere ser visto
manteniendo comunicaciones de forma directa, no soy yo quien lo afirma, yo
simplemente repito y reproduzco las afirmaciones que otras personas han
expresado. Pero yo, como te acabo de decir, tuve una experiencia concreta
respecto a su función de informador del Departamento de Estado; y otras
personas también supieron evaluar lo que Schmidt hizo en Corea del Norte y en
otros países.
IR: Hace
unos meses, Eric Schmidt estuvo en Cuba (8) ¿crees que
también era para llevar a cabo una “diplomacia encubierta”?
JA: Sí, eso creo.
IR: ¿Piensas
que cometiste un error cuando recibiste en 2011 a Eric Schmidt y a sus amigos
cercanos a la Administración estadounidense? ¿Fuiste ingenuo?
JA: Son
preguntas interesantes. Yo estoy acostumbrado a reunirme con muchas personas de
todo tipo, desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, periodistas con antecedentes
cuestionables. Pero no tenía tiempo de evaluar cuáles eran sus motivaciones al
venir a verme. Así que traté la cita con Eric Schmidt y las tres personas que
lo acompañaban [Jared Cohen, Lisa Shields, Scott Malcomson] de una forma
similar a como siempre lo había hecho. Obviamente tuve mucho cuidado en no
revelar detalles de nuestras operaciones o los nombres de los miembros de mi
equipo... Ese tipo de precauciones… Si lees cuidadosamente la transcripción de
nuestra conversación verás que intento escabullirme un poco de algunas
preguntas demasiado incisivas de Eric Schmidt. Por ejemplo cuando me pregunta
cómo WikiLeaks se defendía técnicamente a sí misma en aquel momento... En lugar
de responderle a eso, describo cómo WikiLeaks se defendía... ¡en etapas
anteriores! Pero hay muchas cosas que uno puede aprender sobre una persona
cuando esta te visita durante un largo rato. Y en este caso, Eric Schmidt y sus
tres acompañantes, miembros del Departamento de Estado, me visitaron durante
más de cinco horas... Es un tiempo suficientemente largo como para poder sacar
una impresión relativamente precisa sobre la salud de alguien, su estado de
ánimo, qué es lo que le interesa, de qué se ríe, etc. Y yo, ahora, claro, sería
un poco más cuidadoso si hubiera sabido que ese tipo de información, recogida
sobre mí por Eric Schmidt, iba a ir directamente hacia el Departamento de
Estado... Pero, dicho esto, esa información también la recogí yo sobre él, y
eso me reveló quién era Schmidt, y creo que los lectores también lo perciben.
Si se analiza cuidadosamente lo que él y las tres personas que lo acompañaban
me preguntaron, de qué se reían, la diferencia entre una risa verdadera y una
risa falsa… Se deducen cosas... Por ejemplo, está muy
claro que Eric Schmidt ve a China como un enemigo... Porque cuando yo
hice bromas sobre cómo, con WikiLeaks, habíamos engañado a la seguridad china,
la risa de Schmidt fue más fuerte y espontánea, mientras que en otros momentos
su risa era falsa.
IR: ¿Te
decepcionaste al ver la versión truncada que daba Schmidt de esa conversación
en su libro (9)?
JA: Me sentí
más decepcionado por el libro de Schmidt como libro. Eso sí me decepcionó. Pero
también fue muy interesante descubrir lo que ese libro intentaba ser. Y,
naturalmente, como yo también había grabado nuestro encuentro, tuve la
experiencia personal de saber exactamente lo que yo había dicho a Schmidt y lo
que él reprodujo de nuestra conversación en su libro. Por lo tanto, pude ver lo
que él estaba intentando hacer. Pude vislumbrar el objetivo de Schmidt cuando
analicé qué partes de la conversación había conservado, cuáles había ocultado y
cuáles había distorsionado. Su propósito no era atacarme a mí, aunque dijo
algunas cosas hirientes. Lo que él intentaba era posicionar a Google como el
“visionario geopolítico” que necesitaban los Estados Unidos. Para que las
autoridades de Washington acudieran a él y escucharan a Google...
IR: Dices
que muchos ciudadanos critican el espionaje y el control ejercidos por el
Estado, pero sin embargo notas que son muy pocos los ciudadanos que critican la
vigilancia ejercida por las empresas privadas. ¿Es tan peligrosa esta como la
de los Estados?
JA: ¿Estás
presuponiendo que hay una diferencia entre el Estado y las grandes empresas
privadas? [risas]
IR: Te hago
la pregunta... Tengo mi opinión... [risas]
JA: Esta
división está desapareciendo en la mayor parte de los países de Occidente. Pero
la complicidad es más clara en Estados Unidos donde, por ejemplo, el 80% del
presupuesto de las agencias de seguridad nacional (10) va a la industria
privada. Incluso la agencia de inteligencia más secreta de Estados Unidos, que
forma parte del núcleo más protegido del Estado, destina el 80% de su
presupuesto a las industrias del sector privado. Por lo tanto, es interesante
preguntarse por qué ha habido más investigaciones sobre el espionaje del
Gobierno que sobre el espionaje de las empresas privadas. Creo que están
ocurriendo dos cosas. En primer lugar, una ley general: cuando aumenta el grado
de abstracción de un problema disminuye el número de personas que pueden
entender esa abstracción. Por ejemplo, cuando el Gobierno estadounidense
contrata a la empresa militar privada Blackwater
(11) para que sus mercenarios operen en Oriente Medio,
¿cuánta atención se presta al número de mercenarios que intervienen en Irak o
en Afganistán, comparado con lo que se publica sobre el número de militares de
las fuerzas armadas? ¿Cuánta atención se da a los mercenarios de Blackwater
cuando matan a alguien o cuando cometen un delito, en comparación con la
cobertura mediática que recibe el crimen o el delito cometido por un militar? Y
sin embargo, el Gobierno estadounidense, en ambos casos, es el amo que da las
instrucciones y financia las operaciones. Se
le da un nombre diferente, y darle a algo un nombre diferente es
suficientemente eficaz para esconder la verdad, y disimular la realidad.
Y segundo,
especialmente en Estados Unidos, está el aspecto ideológico. Por un lado
tenemos a la izquierda norteamericana... Casi toda esa izquierda liberal está
en el seno del Partido Demócrata, en un sistema clientelista y, por lo tanto,
no está ejerciendo un examen adecuado de lo que está sucediendo con los excesos
del Gobierno, incluida la privatización generalizada. Y, por otro lado, tenemos
la parte libertaria del Partido Republicano que dice que sólo el Gobierno es el
problema, y que el sector privado jamás es el problema. Sin embargo, el sector privado es quien dirige, en gran parte, al
Gobierno. Y algunas mega empresas, como Google o Goldman Sachs, con su
enorme tamaño y sus monopolios, están
dirigiendo los servicios centrales del Estado como si fueran el propio
Gobierno... Son mega empresas privadas que tienen una
cifra de negocios anual superior al PIB de Nueva Zelanda o de muchos otros
Estados.
IR: De
Ecuador, por ejemplo…
JA: En
efecto, de Ecuador. Si comparamos la empresa
petrolera Chevron, que tiene una facturación de unos
300.000 millones de dólares al año y Ecuador, que tiene un PIB de unos 90.000
millones de dólares al año… La diferencia es abismal. Sabemos que hay un
conflicto entre estas dos entidades (12). Chevron intenta presentar a Ecuador
como un “Estado poderoso” que utiliza la fuerza coercitiva para poder reducir e
intimidar a una empresa privada... Pero si consideramos los ingresos, no cabe
duda de que Chevron es la entidad con más recursos de las dos. Es tan grande
que ha podido asociarse, además, al poder de Estados Unidos que también posee
la habilidad de usar la fuerza coercitiva, no de manera directa, pero sí
indirecta, para tratar de intimidar a Ecuador... Movilizando, si es necesario a
la llamada “sociedad civil”...
IR: ¿ El concepto de “sociedad civil” es una
fábula?
JA: El
concepto no es una fábula, pero la práctica sí lo es. Porque la mayoría de las
organizaciones de la llamada “sociedad civil” están financiadas para ser
agentes del Estado o de las empresas más poderosas. En mi libro doy bastantes
ejemplos de esto, no para probar este punto, sino para estudiar lo que hace
Google. La New America Foundation, por ejemplo,
en Washington, ¿quién la financia? La respuesta es: Eric
Schmidt personalmente, y Google como compañía, y el Departamento de Estado, y
Radio Free Asia, y varias entidades más, pero las que he mencionado son
las principales patrocinadoras.
Y su
directora general, Anne-Marie Slaughter, había
trabajado anteriormente como asesora muy cercana a Hillary
Clinton en el Departamento de Estado, y sigue siendo una asesora actual
del Departamento de Estado. Y es profesora en Princeton, al mismo tiempo. Por
lo tanto, aquí los tenemos a todos juntos: Eric Schmidt como individuo, Google
como compañía, el Departamento de Estado como parte del Ejecutivo de EE.UU.
Igual ocurre con Radio Free Asia, y con el mundo
académico representado, en parte, por Anne-Marie Slaughter. Eric Schmidt es
miembro de la Junta de muchas de estas fundaciones, junto con directivos de Facebook. Aunque, desde lejos, parece
que Google y Facebook están en competencia, en
realidad, a nivel social, no se oponen entre sí, cooperan en
fundaciones, y también trabajan con el Estado, como en el caso de la New
America Foundation. En el libro, entro más en detalle en esta fundación porque
es la más significativa desde el punto de vista político. Es como el “hogar
político” de Eric Schmidt en Washington. Aunque él y varios ejecutivos de
Google están involucrados también en otras fundaciones que pretenden encarnar la
“sociedad civil”...
IR: Dices
que “detrás
de la fachada de la democracia lo que hay, en realidad, es un poderoso deseo de
controlar a los ciudadanos”. ¿En qué te basas para escribir esto?
JA: ¿Tiene
que ver tu pregunta con esta falsa “sociedad civil”…?
http://nules.tissat.es:8080/alfresco/d/d/workspace/SpacesStore/0bb9f9e1-6b6e-4385-b3e5-bac98f96be4e/ramonet-assange-1_28-11-2014_4_temporal.jpg?guest=true
IR: Sí, es la idea. Lo que llamamos ‘democracia
representativa’, en realidad, escondería, según tú, un gran deseo de controlar
a la gente...
JA: Ya
veo... Seguramente conoces la famosa
afirmación de Noam Chomsky: “Los medios de comunicación son a la democracia lo
que la propaganda es a la dictadura”.
IR: Sí, dos
maneras de manipular.
JA: Es una
parte necesaria del sistema de control.
IR: A ese
respecto, háblame de Total Information Awareness,
no te pido que la describas, lo haces en el libro, pero ¿crees que ese proyecto
ha sido abandonado realmente?
JA: ¿Total
Information Awareness? No, no, en absoluto. Disponemos de documentos que
WikiLeaks no ha publicado todavía sobre el nacimiento de Total Information
Awareness. Y mi conclusión, después de estudiar a fondo su evolución es que,
inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre del 2001, el
complejo de los servicios de inteligencia estadounidenses quiso obtener más
poder. Conseguir muchas cosas que habían querido hacer desde hacía mucho tiempo…
Aunque ya eran muy poderosos… No es que no hubiera vigilancia masiva antes del
11 de septiembre, sí la había. La Agencia de Seguridad
Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) era ya como “la gran bestia” en
Washington, y ya recopilaba una enorme masa de información. Pero inmediatamente
después del 11 de Septiembre, el Ejército pensó que
podía agarrar parte de este pastel y quitarle la suya a la NSA.
Por lo tanto
hicieron esa propuesta de Total Information Awareness, con algo llamado MOAD [en inglés Mother Of All Databases, “la madre de todas
las bases de datos”], que incluía toda la información que se había
reunido en Estados Unidos, la de la CIA, la de los
satélites y la de las demás agencias de inteligencia. Y este proyecto se
aprobó inicialmente. Pero la NSA vio esta intromisión del Ejército como una
amenaza para su propio poder institucional. Por lo tanto, la NSA luchó contra
Total Information Awareness. Y no ganó inicialmente. Se estableció una especie
de cibercomando supremo que no estaba dirigido por la NSA. Y la oficina de
Total Information Awareness tampoco estaba dirigida por la NSA. Entonces, la
NSA se unió con los demócratas, con los principales responsables demócratas, y
empezaron a atacar ese proyecto. Una vez que lo debilitaron bajo el pretexto de
que, de algún modo, constituía una amenaza para las libertades civiles, empezó
a digerir los trozos, las piezas de Total Information Awareness, y a
integrarlos en el seno de la NSA... Finalmente, la NSA absorbió la mayor parte
de los elementos del proyecto Total Information Awareness. O sea, el proyecto
como tal ha desaparecido, pero todos sus objetivos siguen vigentes y forman
ahora parte de las misiones de la NSA.
IR: A tus
lectores les dices: “¡Aprended cómo funciona el mundo!” Pero ¿dónde pueden
aprender eso?
JA: En
primer lugar comprando y leyendo mi libro… [risas]
IR:
Obviamente... ¿y después?
JA: La
revolución de las comunicaciones ha conectado a todas las sociedades unas con
otras. Eso significa que ha conectado a todos los
espías de una sociedad con los de otra sociedad, incluyendo a los principales
espías, los de la NSA, y eso ha reforzado los aspectos negativos de la
globalización. Por ejemplo, la competencia económica tan agresiva, las
transferencias financieras a la velocidad de la luz… Eso significa que los grupo dominantes, ya poderosos, pueden ahora multiplicar
su poder gracias a Internet y extenderlo a todos los países cuyas
sociedades se están fusionado también gracias a Internet.
Pero por
otro lado, este proceso, esta misma revolución tecnológica, ha permitido a
muchas personas, en todas partes del mundo, educarse
unas a otras. Mediante la transferencia lateral de la información. Y eso
nos permite, en principio, informarnos mejor y comprender cómo funciona
realmente el mundo.
IR: Es el
aspecto positivo del que hablábamos al principio…
JA: Sí. La
NSA y las organizaciones de espionaje semejantes a ella, como Google y otras
empresas cuyo negocio es recoger información privada, han estado sacando información de las personas menos poderosas y
archivándola para utilizarla en su beneficio. Y esto ha aumentado su poder
en gran medida. Ha aumentado el poder de aquellos que ya tenían mucho. Es el
aspecto negativo.
Pero por
otro lado, esa transferencia lateral de información ha aumentado el
conocimiento y, por lo tanto, el poder de millones de personas. Y han surgido
unas cuantas organizaciones, no muchas, como WikiLeaks que se especializan en
recoger datos secretos de esas organizaciones superpoderosas para ponerlos a
disposición de todo el mundo, para reequilibrar la falta de igualdad en materia
de poder. En cierto modo, no he respondido a tu pregunta, pero hay tantas
formas de aprender ahora… Y los últimos cinco años han sido la época de mayor
educación política que haya habido nunca, no para todos los países, pero si se
mira esta educación que se está produciendo al mismo tiempo en todo el mundo,
eso no había ocurrido nunca antes.
IR: ¿Crees realmente que Internet ha conseguido
poner fin a la asimetría de la información?
JA: Sí,
pero, como acabo de explicar, las grandes empresas y el Estado están intentando
controlar este fenómeno recogiendo todavía más información.
IR: Dices
que “no es el Estado quien debe saberlo todo sobre los ciudadanos, sino los
ciudadanos quienes deben saberlo todo sobre el Estado”.
JA: Sí, así
debe ser. ¿A quién le importa la transparencia? A nadie realmente. La gente no
nace con el tema de la transparencia en sus corazones. No piensan en la
transparencia en el último instante de sus vidas, antes de morir.
IR:
Seguro...
JA: La gente
nace con deseos de justicia, y antes de morir, quiere haber sido tratada con
justicia. Lo mismo ocurre con la privacidad. Transparencia y privacidad son
sólo importantes porque son mecanismos que dan o quitan poder.
IR: Afirmas que WikiLeaks contribuyó a hacer caer dos dictaduras:
en Túnez y en Egipto. ¿Estás convencido de ello?
JA: Muchas
personas están convencidas de ello.
IR: ¿Está
demostrado?
JA: Los
ministros de Ben Ali admiten que la divulgación de unos cables con información
explosiva por WikiLeaks fue lo que quebró la espina dorsal del sistema de Ben
Ali. Queda claro que estas divulgaciones representaron un papel importante.
Llegaban en el momento propicio y en un contexto de
gran descontento social. Porque, en realidad, lo que hizo caer a Ben Ali
fue el propio Ben Ali.
Nota del autor del blog : ¿y porque
no hacen caer a los gobierno de México?
IR: La
dictadura misma, claro…
JA: Sí.
IR: Quisiera
ir más allá. Dices que, cuando se produjeron las primaveras árabes y las
revueltas de jóvenes a través del mundo, desde los “indignados” de España hasta
los manifestantes de “Occupy Wall Street”, “Internet se convirtió en un demos,
un pueblo, que comparte cultura, valores y aspiraciones, se convirtió en un
lugar en el que tiene lugar la Historia”. ¿No es excesivo decir que Internet es
un “pueblo”?
JA: Antes de
2005, Internet era un lugar muy apático. Pero luego, en parte gracias a
WikiLeaks, se produjo un cambio muy grande.
IR: Sin
embargo, ¿no crees que es excesivo decir que “Internet es un demos”?
JA: Es
excesivo decir que Internet, en su totalidad, lo es. Pero hay millones de
personas en Internet –ignoro su número exacto–, que se consideran a sí mismas
como parte de ese demos. En cambio hay otros millones de personas que utilizan
Internet y no se conciben a sí mismos como parte de ese demos de Internet. Pero
eso no impide que haya millones de personas, repito, que sí se perciben a sí
mismas como parte de ese demos. Incluso conozco a personas a las que les he
preguntado: “¿De dónde eres?” Y algunas me han contestado: “Soy de
Internet”.
IR:
Generación Internet...
JA: Es
divertido... Pero lo dicen en serio, no en broma. Sienten genuinamente que
Internet es el lugar de donde ha emergido su cultura personal.
IR: ¿Sigues pensando que compartir información es una manera de
liberar al mundo?
JA: No hay
otra esperanza. Nunca ha habido ninguna otra esperanza. Esta ha sido siempre la
lucha. Que las personas reciban información. Si retrocedemos al tiempo de los
griegos, o a los debates durante la Ilustración, o a los enfrentamientos en
China, o las guerras de independencia en Latinoamérica, o las luchas
poscoloniales, el primer paso siempre ha sido: comprender la situación,
comprender qué es posible y qué no es posible. Incluso si nos apartamos de las
cuestiones que tienen que ver con la distribución de recursos y el desequilibrio
de los poderes –porque a veces pienso que la izquierda se centra exclusivamente
en estas cuestiones… Si miramos simplemente de qué es capaz el ser humano
cuando está en sus mejores condiciones, y qué es capaz de hacer la civilización
cuando está también en su mejor momento, cualquier cultura, cualquier
civilización… Está claro que no se puede hacer un plan para hacer algo a no ser
que se piense en ese plan. No se puede comprender si un plan de acción es
válido o no es válido a no ser que se analice en detalle y se entienda la
situación. A no ser que se comprenda cómo las instituciones humanas se
comportan, y también a no ser que se comprenda cómo funcionan los seres
humanos. Los seres humanos siempre se han visto limitados por la falta de
conocimiento. Imaginemos que mañana todo el mundo se queda sordo, mudo y ciego;
las personas no pueden comunicarse unas con otras, ni transmitir sus
conocimientos, ni tampoco aprender del pasado, ni de los archivos escritos, no
pueden transmitir sus conocimientos a sus hijos, ni al futuro. Imaginemos esa
situación extrema… Entonces las personas serían como conejos o como piedras...
Pero también podemos imaginar otra postura, donde la adquisición de
conocimientos sería mucho más importante, y la educación mucho mejor que ahora,
y la comunicación de mayor calidad y más honesta que ahora... Pues bien, en
este momento nos hallamos entre esta posición elevada y la de ser meras
piedras... Hace unos cinco mil años tal vez estábamos a un nivel muy bajo,
ahora hemos subido un poco, pero aún nos queda mucho por subir para alcanzar,
gracias a una educación y una información adecuadas, un nivel humano realmente
superior.
http://nules.tissat.es:8080/alfresco/d/d/workspace/SpacesStore/b84cc2d2-02c7-4c20-8a74-609edb0d17af/ramonet-assange-3_28-11-2014_4_temporal.jpg?guest=true
IR: Hablabas
antes de transparencia. Un ex ministro socialista francés de Relaciones
Exteriores, Hubert Védrine, criticando a WikiLeaks, dijo: “La
transparencia absoluta es el totalitarismo”… También se ha acusado
a WikiLeaks de “violar la vida privada de los Estados”. ¿Piensas que debe haber
límites a la difusión de informaciones ocultas sobre los Estados?
JA: Cuando
los responsables políticos, en los Gobiernos, se quejan de la transparencia, me
da risa. Detrás de esas acusaciones, hay algo que es como decir: yo creo que
las personas no deberían robarse unas a otras. Uno puede creer esto, o no
creerlo. Pero en realidad no importa, porque no somos dioses, y los Estados
tampoco lo son. En la práctica, sabemos que los Estados no pueden regularse a
sí mismos para evitar volverse “malos”. En consecuencia, los Estados deben ser
regulados por otras instancias, por personas que están dentro de ese Estado y
por personas de fuera del aparato de ese Estado. Esto es una evidencia, lo han
propuesto muchos humanistas. Una institución que se regula a sí misma, que no
tiene regulación externa, se condena a cometer excesos o a la corrupción. Por
eso, en términos prácticos, algunas instituciones del Estado, como la policía
que investiga a las mafias, por ejemplo, deben actuar de forma profesional para
asegurarse de que sus investigaciones no sean cuestionadas. Sin duda, WikiLeaks
actúa de forma profesional y verifica que la identidad de nuestras fuentes no
se vea comprometida, o la identidad de nuestro equipo, de nuestro personal,
nunca sea revelada. Y nunca lo ha sido. Pero mantener nuestros secretos no es
la responsabilidad de toda la sociedad. De forma similar, no porque la policía
o las agencias de inteligencia actúen de forma incompetente, los editores de
prensa o los ciudadanos deben censurarse unos a otros.
IR: Dices
que WikiLeaks le ha dado al mundo “una lección de periodismo”, y que respecto a
los medios de comunicación “habría que destruirlos todos”, y sustituirlos. ¿No
eres, aquí también, un poco excesivo?
JA: Yo he
trabajado con los medios de comunicación como periodista, como editor, en
competencia con otras publicaciones y, al igual que todo el mundo, como
consumidor o lector. Pero también he tenido la experiencia de algo que poca
gente ha experimentado, incluidos muy pocos periodistas, que es padecer a los medios de comunicación como sujeto,
cuando los medios hablan de mí. Y por lo tanto he desarrollado una percepción
muy aguda respecto a su falta de profesionalidad, he comprobado que tienen
muchos prejuicios y que están al servicio del poder dominante al que rinden
cuentas. Aunque, entre los periodistas que trabajan para los medios
dominantes, los hay muy buenos, las limitaciones institucionales son muy
severas y casi inevitables. Esencialmente, el poder los corrompe. Y cuando una
organización mediática se convierte en influyente, incluso simplemente porque
está haciendo bien su trabajo, se convierte en poderosa y, como consecuencia,
invita a otras personas a que trabajen para ella, y a su vez estas personas son
invitadas por otros grupos sociales poderosos para que se sienten con ellos a
un mismo nivel social, a un mismo nivel de negocios, y para intercambiar
información. Y este proceso es sencillamente un proceso de seducción y de
captación al que la mayoría de los seres humanos no se puede resistir.
Resultado: todo grupo mediático que tiene influencia y
que la ha ejercido durante muchos años ya no es capaz de dar información de
forma honesta.
IR: Quisiera
preguntarte: ¿Qué relación tienes con Edward Snowden
actualmente? Si no es un secreto...
JA: No es un
secreto el hecho de que WikiLeaks, de que yo y otras personas de WikiLeaks
hemos conseguido exfiltrar a Edward Snowden de Hongkong para colocarlo en lugar
seguro. Tiene asilo en Rusia y ahora ha montado una organización para defender
las fuentes de los periodistas, que se llama Courage
Foundation. En cuanto a cómo nos comunicamos… Ahí no puedo entrar...
Pero es interesante el motivo por el que no puedo entrar en ello: es porque hay
un Gran Jurado en Estados Unidos investigando el caso de Snowden, y los agentes
del FBI vinculados a ese Gran Jurado han estado haciendo preguntas respecto al
papel que Sarah Harrison (13) y yo, y otros miembros de WikiLeaks hemos tenido
en el caso de Edward Snowden. Pero estamos orgullosos y muy contentos de que
Snowden tenga asilo seguro. Su familia ahora se ha reunido con él en Rusia. Y
tiene libertad de movimientos en el país más grande del planeta. Posee
documentación para viajar. Todavía tiene que tener mucho cuidado a la hora de
salir fuera de Rusia, por los intentos de Estados Unidos de capturarlo... Pero
siempre y cuando sea muy cuidadoso en lo que hace, se encuentra en una buena
situación ahora. Y esto es un incentivo muy importante para que lanzadores de
alerta como él den un paso al frente y hagan lo mismo que hizo él.
IR:
Compartes con Snowden el ser, a la vez, uno de los hombres más perseguidos por
Estados Unidos, y también el ser considerado como un “héroe de nuestro tiempo”
por mucha gente.
JA: Sí...
Ninguna buena acción queda impune... [risas]
IR: ¿Estás
dispuesto a negociar con Estados Unidos para poner fin a tu situación?
JA: Respecto
a Estados Unidos hemos intentado negociar, y mis abogados, en Washington, han
negociado. El Departamento de Justicia estadounidense se niega a hablar con mis
representantes. Y la última actualización, por parte del Departamento de
Justicia, es que la investigación sobre mí sigue su curso pero se niegan a
decírmelo, se lo comunican al Tribunal, pero no quieren hablar con nuestros
abogados ni conmigo. Y el Gobierno de Ecuador, a nivel estatal, ha intentado
hablar con el Gobierno estadounidense respecto a esta cuestión, y ahí también,
el Gobierno de Estados Unidos se niega a entablar conversaciones.
IR: En junio
pasado, anunciaste públicamente que pronto saldrías de aquí...
JA: No lo
anuncié yo, fueron los medios de comunicación quienes lo anunciaron.
IR: ¡Ah!
Otra prueba de las “mentiras de los medios”... [risas]. ¿Cuándo piensas salir
de aquí?
JA: Tengo
mucha confianza. La situación legal es absolutamente clara. Tenemos varias
demandas, hemos depositado una docena de demandas diferentes en distintas
jurisdicciones, que están avanzando. Sobre la mitad de ellas, estamos a la
ofensiva, por ejemplo, presentamos una demanda penal contra las operaciones de
inteligencia contra mí en Suecia, otra contra las operaciones militares de
Estados Unidos contra nosotros en Alemania, otra en Dinamarca contra la
cooperación ilegal entre la inteligencia danesa y el FBI contra nosotros. Y en
otra demanda penal, en Islandia, también hemos tenido éxito y hemos conseguido
hacer arrestar a un confidente del FBI, que informaba en nuestra contra. Pero
también he interpuesto un recurso de apelación en Suecia y esperamos algún
resultado positivo. Legalmente la situación está muy clara desde hace tiempo.
Por otra parte, a medida que avanza el tiempo, Estados Unidos y el Reino Unido
empiezan a tomar cierta distancia con respecto al tema WikiLeaks... Ahora, por ejemplo, están muy ocupados con la Organización
del Estado Islámico... En el Reino Unido,
además, están las elecciones del año que viene. Y en Suecia
hay un nuevo Gobierno.
IR: Socialdemócrata...
JA: Sí, pero
no hay que olvidar que fue un Gobierno socialdemócrata
quien tomó la decisión de colaborar con la CIA en el 2001 (14). En Suecia,
no hay mucha diferencia entre el
centro-derecha y el centro-izquierda... La realidad es que, en Estocolmo,
están ahora en un periodo de transición. Y durante un periodo de transición la
presión sobre el sistema judicial no es tan elevada porque el nuevo Gobierno se
está formando. En el Reino Unido, tenemos varias facciones que están de mi parte
y esto ha tenido como resultado un cambio en la ley. Hay que recordar que aquí
se me detuvo sin cargos durante cuatro años, pero tampoco hay cargos contra mí
en Estados Unidos, ni en Suecia... Esto resulta increíble para la mayor parte
de la gente, no creen que esto pueda ser verdad. Y yo tampoco creo que esto
pueda pasar pero, sin embargo, es lo que me pasa a mí. Estuve detenido sin
cargos durante cuatro años... E intentan extraditarme sin cargos... Por suerte,
ha habido un reconocimiento, por parte de el Reino Unido, del Tribunal Supremo,
de que esto ha sido un abuso que no se podía evitar según la ley anterior. En
consecuencia, el Parlamento ha modificado la ley. Y ahora ya no es posible una
extradición sin cargos en el Reino Unido.
IR:¿Han
hecho un caso especial con tu asunto?
JA: No.
Aunque hay un problema: esa nueva ley no es retrospectiva. Esa cláusula de no
retrospectividad se introdujo en la nueva ley después de que un artículo en el
London Independent dijese que si se aprobaba la nueva ley tal y como estaba
redactada, Assange quedaría libre. Probablemente no es legal, porque esa
cláusula se ha introducido únicamente para causar perjuicio a una persona en
concreto.
IR: Pero no
se puede hacer una ley para una única persona...
JA: Bueno,
han hecho trampa, no han puesto mi nombre, pero describen mis circunstancias
exactas. [risas]
IR: La
llamarán la “enmienda Assange”, me imagino...
JA: Mis
abogados bromean. Dicen que es “la excepción Julian a la ley Assange”. [risas]
Pero tengo confianza. Soy optimista.
(Londres, 24
de octubre de 2014. Traducción y primera transcripción: Marta Sedó. El texto de
la entrevista ha sido revisado y enmendado por Julian Assange. )
(1) Léase la
entrevista con Noam Chomsky (realizada el 15 de agosto de 2012 por Jegan Vincent
de Paul), “Noam Chomsky on Government, Silicon Valley and the Internet”.
http://www.socialphy.com/posts/computers-technology/17119/Noam-Chomsky-on-Government_-Silicon-Valley-and-the-Internet.html
(2) Colossus: The Forbin Project (Colossus: el
proyecto Forbin), 1970, dir: Joseph Sargent. Película de ciencia ficción que
cuenta cómo el Gobierno de Estados Unidos cede la defensa del país a un
superordenador que contacta con el superordenador de los soviéticos, llamado
Guardian, para formar un hiperordenador que toma conciencia de su poder y se
hace con el control del planeta.
(3) Misil
Balístico Intercontinental.
(4) Después
de haber sido, de 2001 a abril de 2011, director ejecutivo (consejero delegado)
de Google, Eric Schmidt es, desde el 4 de abril de 2011, presidente ejecutivo
del Consejo de Administración de Google.
(5) Jared
Cohen es director de Google Ideas, un think tank patrocinado por Google y
dedicado a “identificar los desafíos globales y a determinar qué soluciones
tecnológicas se podrían aplicar”. Fue asesor de Condoleeza Rice y de Hillary
Clinton, secretarias de Estado (ministras de Relaciones exteriores),
respectivamente de George W. Bush y de Barack Obama.
(6)
Ministerio de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos.
(7) Lisa
Shields, directora de comunicaciones del Council on Foreign Relations (Consejo
de Relaciones Exteriores), el think tank de Relaciones Exteriores más
importante, vinculado a los demócratas del Departamento de Estado; novia de
Eric Schmidt.
(8) Cf. “Presidente
ejecutivo de Google visita Cuba”, 14ymedio, La Habana, 28 de junio de 2014.
http://www.14ymedio.com/nacional/Presidente-Google-visita-oficial-Cuba_0_1586841303.html
(9) Eric Schmidt, Jared Cohen, The New Digital
Age. Reshaping the Future of People, Nations and Business [La nueva era digital. Remodelando el futuro de la gente, las
naciones y los negocios], 2013.
(10) La United States Intelligence Community reúne a diecisiete
agencias de seguridad, entre ellas la CIA, la NSA, la DEA y el FBI.
(11)
Blackwater USA (que luego cambió de nombre y pasó a llamarse Blackwater
Worldwide, y que ahora se llama Academi) es una sociedad militar privada
estadounidense considerada como el “Ejército privado más poderoso del planeta”.
Intervino en apoyo de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Irak y en
Afganistán.
(12) Léase
Ignacio Ramonet, “Ecuador y la mano sucia de Chevron”, Le Monde diplomatique en
español, diciembre de 2013.
(13)
Periodista británica, investigadora en temas de derecho y consejera jurídica de
Julian Assange.
(14) En
2001, Suecia se vio salpicada por un escándalo de torturas a dos ciudadanos
egipcios durante un vuelo secreto de la CIA que partió rumbo a El Cairo desde
el país escandinavo, gobernado entonces por una coalición de izquierdas presidida
por el primer ministro socialdemócrata Göran Persson.
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