Gigante
Oportunidad de negocio de EEUU con Cuba en agricultura, telecomunicaciones,
comercio minorista, turismo y recursos humanos (a unos meses de normalizar relaciones
diplomáticas entre EEUU y Cuba) beneficiaria a empresas de EEUU
Las
nuevas relaciones con Cuba abren el apetito de las empresas de EE.UU.
http://lat.wsj.com/articles/SB10972589309364634370204580343812671353480?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10972589309364634370204580343812671353480.html
Por
Jack
Nicas
,
Ryan Knutson y
John Miller
Actualizado miércoles, 17 de diciembre de
2014 19:50 EDT
Militantes
anticastristas de Miami reaccionaron contra la perspectiva de una normalización
de las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Cuba. Reuters
La decisión
de la Casa Blanca de normalizar sus lazos diplomáticos con Cuba les daría a las
empresas de Estados Unidos acceso a un mercado que ha estado fuera de su
alcance por más de medio siglo y que hoy tiene menos atractivo comercial de lo
que tuvo alguna vez.
Las empresas
estadounidenses, desde la automotriz General Motors Co. GM +1.37% hasta el gigante de la
agroindustria Cargill Inc. y el minorista de muebles para el hogar Ethan Allen Inc. ETH +3.13% aplaudieron el anuncio de la Casa Blanca de
que restaurará sus relaciones diplomáticas con Cuba y que empezará a
desmantelar el embargo que estableció hace 54 años.
El esfuerzo incluye medidas para
alentar el comercio entre ambas naciones, como
la
autorización de algunas exportaciones estadounidenses a Cuba,
el levantamiento de las restricciones a las
transacciones financieras y
la flexibilización en los límites a las
remesas de dinero a ese país.
“Cuba
necesita todo lo que producimos en EE.UU.”, dice Bill Lane, director global de
asuntos gubernamentales para Caterpillar Inc., CAT
+0.46% quien señaló que la compañía
espera poder abrir pronto un concesionario en Cuba que venda equipos para la
agricultura, la minería y la construcción. “Hemos estado pidiendo una nueva política
hacia Cuba desde hace 15 años”.
Aun así,
muchas compañías no se animaron a prometer que invertirán en Cuba. Las
oportunidades abundan en agricultura,
telecomunicaciones, comercio minorista, turismo y recursos humanos, pero
quedan pendientes muchos obstáculos. El mayor escollo sigue siendo el embargo a
un comercio total entre los dos países, una política que puede ser levantada
sólo por el Congreso.
EE.UU. ahora
permitirá ciertas exportaciones a Cuba, como materiales
de construcción residencial, equipo agrícola y bienes utilizados por pequeños
negocios como restaurantes y barberías.
Las
autoridades de EE.UU. dijeron que el año pasado EE.UU.
exportó a Cuba US$300 millones en medicinas y US$3.000 millones en alimentos,
que están exentos del embargo, lo que señala el potencial de la isla para los
exportadores estadounidenses.
Los
ciudadanos estadounidenses que visiten Cuba podrán regresar a casa con hasta US$400 en bienes, incluidos US$100 en tabaco y alcohol,
lo que permitirá una pequeña cantidad de puros y ron cubanos en EE.UU., aunque
no para ser revendidos.
Sin embargo,
la prohibición a los viajes de turismo a Cuba debe ser levantada por el
Congreso, dijeron las autoridades. “Lo que estamos haciendo es autorizar tantos
viajes como sean posibles dentro de los límites de la legislación”,
dijo un funcionario.
“Creemos que eso conducirá
a un aumento significativo en los viajes”.
En la década
del 50, los lazos comerciales cubano-estadounidenses estaban en su auge. Pan American World Airways transportaba a turistas
estadounidenses a casinos y resorts de La Habana, Cuba era un importante
exportador de azúcar y EE.UU. era su principal socio comercial e inversionista.
Los recursos naturales de la isla eran una fuente de ganancias para las
empresas estadounidenses.
Desde que se
instauró el embargo estadounidense en 1960 después de que los comunistas de
Fidel Castro asumieron el poder en Cuba, las firmas de
EE.UU. perdieron los 11 millones de consumidores que tenían a 145 kilómetros de
la costa de Florida y desde entonces los estadounidenses han tenido poco
acceso a los puros cubanos y el ron Havana Club.
La economía
de Cuba hoy en día sigue siendo altamente controlada por el gobierno, sus
consumidores relativamente pobres y su mercado atendido por multinacionales de
otros países que no cortaron lazos con la isla. Esos factores podrían limitar
las oportunidades incluso si el Congreso decidiera revertir el embargo
estadounidense.
Johanna
Mendelson Forman, una académica residente de la Universidad Americana que
estudia América Latina, dijo que las primeras inversiones estadounidenses en
Cuba provendrán de emprendedores deseosos de probar una nueva frontera. Los
cubanos-estadounidense “están listos para subir al tren”, dijo.
Luis Coello,
quien llegó a EE.UU. desde Cuba en 1996 cuando tenía 9 años, empezó a vender
tarjetas de para hacer llamadas a la isla en la década del 90. Después, intentó
construir un cable submarino de fibra óptica desde Key West, en Florida, hasta
La Habana, pero el proyecto nunca fructificó. El miércoles, Coello dijo que
redoblaría sus esfuerzos en un nuevo negocio para vender teléfonos celulares
que pueden hacer llamadas baratas a Cuba.
“En este
momento, el sector de telecomunicaciones del país está disponible para el mejor
postor”, dijo
Coello. “Es una enorme oportunidad”.
Las grandes
empresas de telecomunicaciones podrían ser más
cautas. Mientras AT&T Inc. T +1.65% y Verizon
Communications Inc. VZ +2.00%
ofrecieron su apoyo al proyecto de cable submarino de Coello, no está
claro si hoy invertirían. Aunque Cuba es un mercado potencialmente atractivo
dado su mínima penetración de Internet y telefónica celular, la inversión de
las compañías dependerá de qué regulaciones se establezcan en Cuba, dijo Sergey Dluzhevskiy, un analista de Gabelli & Co.
Las
aerolíneas estadounidenses se han preparado para la oportunidad de volar a la
isla por años, operando vuelos para unas cuantas empresas chárter a Cuba
autorizadas por el gobierno de EE.UU. American Airlines
Group Inc., por ejemplo, vuela a Cuba 20 veces por semana, frente a 15
hace un año, llevando a trabajadores humanitarios, periodistas y otros
cubano-estadounidenses autorizados a visitar el país.
Vivian
Mannerud, directora de Airline Brokers Co., una firma de Miami que opera
vuelos chárter a Cuba, dijo que los cambios en la política darán lugar a un
auge de las pocas compañías que prestan servicios de ese tipo. “Es un gran día.
Estoy llorando y riendo “, dijo Mannerud, que ha estado involucrada durante
décadas en las relaciones entre EE.UU. y Cuba. “Es casi como si la Guerra Fría
ha terminado de verdad”.
Las empresas
hoteleras de EE.UU. también están ansiosas por hacer negocios en Cuba cuando
puedan, incluyendo Hilton Worldwide Holdings Inc., HLT +2.26% que inauguró el Habana Hilton en 1958 con un
casino y club
Trader Vic’s, sólo para ver esos establecimientos nacionalizados
pocos años más tarde.
“En el
momento en que sea posible, allí estaremos”, dijo Stephen Joyce, director
ejecutivo de Choice Hotels International Inc., CHH +1.06% una cadena con sede central en Maryland que
opera marcas como Comfort Inn y Cambria Suites.
Hoy, la
presencia de empresas extranjeras en Cuba están limitadas a asociaciones con
firmas cubanas debido a reglas locales, dijo Stephan Meier, un profesor de
negocios de la Universidad de Columbia que todos los años lleva a 40
estudiantes a Cuba años. Dijo que Imperial Tobacco
Group IMT.LN -0.58% PLC del Reino
Unido trabaja con compañías cubanas de puros. La empresa
francesa de licores Pernod Ricard SA RI.FR -1.17% trabaja con el fabricante del ron Havana Club
y la cadena hotelera española Meliá Hotels International SA hace negocios con
hoteles locales.
“Incluso si
los estadounidenses levantan el embargo, es un entorno riesgoso donde
trabajar”, dijo, citando las leyes financieras cubanas.
La noticia
también es buena para los agricultores estadounidenses, que serán capaces de
exportar sus cosechas a Cuba sin restricciones severas que hasta ahora tornan
el comercio costoso y requieren mucho tiempo, como es el requisito de que los
compradores paguen por adelantado. “Esto aumenta significativamente el
potencial y la oportunidad, y cuando esto sucede la agricultura estadounidense
suele responder positivamente”, dijo el secretario de Agricultura Tom Vilsack.
Para los
productores de arroz
de EE.UU., el cambio diplomático abre un mercado en el que el
consumo de ese grano per cápita es de alrededor de 50
kilos por año, casi cinco veces la de EE.UU., dice Greg Cediendo,
director ejecutivo de la Asociación de Productores de Arroz de Arkansas. Cuba
fue en el pasado un “gran mercado” para el arroz estadounidense, con una gran
preferencia de los consumidores por las variedades de grano largo que se
cultivan en Arkansas, Louisiana, Mississippi y Texas,
dijo Ceder. Últimamente, dijo, Cuba se ha abastecido de arroz mayormente de
China y Venezuela.
De
Scott Lehr, vicepresidente sénior de desarrollo de la Asociación Internacional
de Franquicias, dijo que
sus miembros están entusiasmados con la perspectiva de establecer franquicias
en Cuba pero que habrá que trabajar mucho para para asegurar que el gobierno
cubano proteja las marcas registradas de manera que las empresas
estadounidenses pueden operar allí sin el riesgo de las falsificaciones.
Pero no todo
el mundo está convencido. “Estamos hablando de un país comunista”, dijo Carlos
Gazitúa, cuya madre abrió un restaurante cubano en Miami hace casi 40 años
después de emigrar de Cuba. “El gobierno cubano tiene que dar garantías de la
libertad de expresión, de respeto a los derechos humanos y un entorno de
iniciativa empresarial”, dijo. “Sin eso, es el oro de los tontos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario