Parece
que ahora viene la contraofensiva yemeni de los Houthies contra Arabia Saudita,
y por otro lado Al Qaeda en la Península
Arábiga (AQPA) se consolida con Al Shabaab en Somalia (Africa) , para cerrar el
Estrecho de Bab el Mandeb por donde fluyen los barcos petroleros a Europa.
Yemen:
¿un nuevo califato?
http://www.alainet.org/es/articulo/169120
Guadi
Calvo
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21/04/2015
Opinión
Los ataques
de la coalición encabezada por Arabia Saudita parece continuaran hasta
exterminar los últimos resabios de la revolución Houthi. Amparados por los
bombardeos sauditas al-Qaeda para la Península Arábiga, se extiende
peligrosamente hacia el estrecho de Bab-el-Mandeb,
a solo treinta kilómetros donde sus hermanos africanos
de al-Shabab, el al-Qaeda somalí, reverdece violentamente. Alguien
parece estar necesitando un nuevo califato y quiere instalarlo en uno de los
rincones más calientes del mundo.
¿Vio la película La Caída del halcón Negro ?
Con más de dos mil misiones aéreas, desde el 26 de marzo, que han
provocado como mínimo tres mil muertos y doscientos mil
desplazados, la coalición
encabezada por Arabia Saudita junto a otros ocho países musulmanes (Kuwait, Bahréin, Emiratos Arabes, Sudán, Marruecos, Jordania,
Egipto y Pakistán) nota del autor
del blog: creo Pakistán no se metió ,englobados en la “Operación Tormenta Decisiva” contra la revolución
Houthi en Yemen, no han podido quebrar la fuerte resistencia de los guerreros
del sheik chií zaidi Abdul Malik al-Houthi por
el que AQPA ofrece veinte kilos de oro por su captura o muerte.
Las incursiones de los F16 sauditas no han podido desalojar a los
Houtíes de los territorios y ciudades conquistadas desde que comenzó la
revuelta contra el ex presidente Abderabu Mansour Hadi, que tras su renuncia en
enero, se exilió en Riad, desde donde dice haber reasumido el cargo, para
justificar la intervención saudita.
Ningún miembro de la coalición esta
dispuesto a poner tropas de pie en tierra yemení, los curtidos guerreros de la
milicia Ansar-Allah, podría llegar a producir
demasiadas bajas para los siempre tambaleantes gobiernos de la entente. Un
número significativo de muertos, lo que sin duda se producirían, agudizará
todavía más las reacciones internas de los países participantes, donde ya grandes
manifestaciones estallaron en contra la intervención a Yemen.
Más allá de
la promesa del presidente afgano Mohammad Ashraf Ghani, al ministro saudí de defensa Mohammad
bin Salman al-Saud, hijo del rey Salman de “inundar” Yemen de
combatientes afganos, tras la promesa de importantes
inversiones sauditas en Afganistán, lo que a casi un mes del inicio de
los ataques Ghani no ha cumplido, Arabia Saudita no
tiene, en un futuro próximo, la
posibilidad de contar con un ejército operando en Yemen.
La
única infantería con que cuenta la alianza son los miembros de al-Qaeda para la
Península Islámica (AQPA)
considerada la rama más letal del grupo wahabita a nivel global, fue
responsable de los atentado contra la revista “Charlie Hebdo” en enero pasado,
del ataque al destructor norteamericano “USS Cole” en el 2000 donde murieron
diecisiete marinos, el fallido atentado contra el vuelo de Northwest Airlines
en el 2009 y el atentado suicida en Saná en 2012 que causó más de un centenar
de muertos. Además opera en Yemen un pequeño grupo de
salafistas desprendidos de AQPA, que han hecho el bayat (juramento de lealtad)
al líder de Estado Islámico el califa Ibrahim (Abu Bakr al-Baghdadi).
AQPA, que
hasta el comienzo de la “Operación Tormenta Decisiva”, estaba sufriendo fuertes
bajas a manos de los Houtíes, ha aprovechado los bombardeos para reposicionarse
y, por ejemplo, con la ayuda de las tribus suníes
locales conquistar la provincia de Hadramut, la más grande del país,
tomando su capital al-Makulla. Allí asaltaron la
prisión y liberaron a cientos de militantes salafistas, entre ellos el saudí Khaled Batarfi, un importante jefe de la
organización. AQPA saqueó la sucursal del banco central donde se apropió de una
importante cantidad de millones de dólares, tal cual hiciera en julio pasado
Estado Islámico en Mosul (norte de Irak).
Milicias de al-Qaeda han lanzado ataques contra los hutíes en la
ciudad de Ataq que habían tomado a comienzo de
abril. En su embestida también tomaron el aeropuerto de Riyan, la base militar cercana a
al-Makulla, la Brigada Mecánica 27 donde se apoderó de decenas de
tanques, lanzacohetes Katyusha y armas de pequeño calibre; ocupó también la refinería de ad-Dabbah sobre el Golfo de Adén y el sector número 14 del campo petrolero de al-Masil
quizás el más importante del país. Durante las
operaciones aéreas sauditas se ha cuidado muy bien de no entorpecer los avances
de las fuerzas de AQPA.
El califato yemení
Más allá de
la importancia táctica de la toma de Hadramut, ye que parte en dos el país, y fue
el santuario histórico del salafismo yemení, tiene un importante valor
simbólico, ya que la provincia de Hadramut, en el valle de Doan, se encuentra al-Rubat, el
pueblo ancestral de los Bin Laden, allí nació el
padre de Osama, Mohammed en 1908. La provincia es una de las más áridas del
pequeño país, montañosa y desértica al norte limita con el gran desierto saudí de Rub al-Jali y al sur con el golfo de
Adén.
La región es
una de las más estrictas del país en la observancia del islam. Por ejemplo
todos los negocios deben cerrar a la hora de la oración. Las mujeres hadramis,
que entre muchas prohibido no les está permitido ni siquiera conducir, han
tenido tan poco contacto con el mundo exterior a la provincia, que han
desarrollado un dialecto propio.
Mientras el
caos favorece a wahabitas en Hadramut, en el resto del país los
bombardeos de la coalición árabe contra poblaciones civiles continúan, ciudades
como Saná, la capital, Adén y Taiz no han dejado de recibir ataques aéreos, con
la clara intención de provocar un hartazgo en la población, y generar un
levantamiento contra la Revolución Houthi, que por otro lado también esta
asediada por fuerzas comprometidas con
el ex presidente yemení, Abdo Rabu Mansour Hadi.
A pesar del
“llamamiento” al cese del fuego de Naciones Unidas, Arabia Saudita reafirmó su
intención de incrementar la operación militar ya que cuenta con el aval expreso de Washington, Londres y París y el resto del
G-7 (Grupo de los siete países más industrializados Alemania, Italia, Canadá y Japón). También la ONU
pidió una ayuda urgente de cerca de trecientos millones de dólares para paliar
las primeras necesidades de los más de ocho millones de yemeníes afectados por
el ataque saudita. El rey saudita Salman Ben Abdel Aziz, declaró que se hará cargo del costo de la
operación humanitaria una vez sofocada la rebelión Houthi.
¿ Y si no se sofoca morirán los suníes ?
Es difícil
de imaginar el fin de este nuevo conflicto, ya que la rebelión
no solo incluye a la población chií, (47%) sino también a los millones
de sunitas de los sectores más castigados por la
dictadura proccidental de Ali Abdullah Saleh, que se extendió desde 1990
a 2012 y que según estudios de la ONU, habría amasado la pavorosa fortuna de 60.000 millones de dólares, su
sucesor y ex vicepresidente, Mansour Hadi nada había hecho durante los casi
tres años de gobierno para recuperar lo robado.
A nadie se
le ocurre que pueda ser posible una masacre de quince o veinte millones de
personas, (esperemos) pero tampoco se entiende ¿cómo se podrá contener las ansias de venganza de un pueblo armado y
con entrenamiento militar tras semejante masacre?
Malik al-Houthi, el líder de la revuelta ya declaró “Cualquiera
que piense que nos rendiremos está soñando”.
Occidente se
limita a declaraciones esquizofrénica, por una parte llama al cese del fuego
(ONU) y por otra alientan a proseguir los ataques (Obama,
Hollande y Cameron). Occidente permite que Arabia
Saudita se siga abasteciéndose en mercados occidentales de pertrechos bélicos,
de los que muchos van a parar a manos de al-Qaeda y Estado Islámico, al tiempo que prohíbe la venta de armas a los rebeldes
Houtíes, alentando así una masacre insospechada.
Occidente
parece olvidar que de permitir que siga avanzando los salafistas
por Yemen podrán llegar a orillas del estrecho
de Bab-el-Mandeb, (la Puerta de las lamentaciones) dejando a los hombres
de al-Qaeda a solo treinta kilómetros de África,
donde un muy vigorizado al-Shabab, el al-Qaeda somalí
desde hace tres semanas viene protagonizado una actividad que no tenía desde hace meses, y según los últimos
atentados pareciera estar avanzando hacia el norte, como preparándose para dar
el salto a Yemen.
Da para
sospechar que alguien está pretendiendo establecer un wilayat (provincias de un califato), que
sin duda va cerrar el paso de los buques petroleros que
intentan llegar a Europa vía canal de Suez, echando más leña al fuego o
mejor dicho: petróleo.
- Guadi Calvo escritor y periodista argentino. Analista
Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. Colabora
con diferentes medios escritos y radiales de América Latina. Dirige en Facebook
: « Línea Internacional », « Revista Hamartia » y « Jornada Latinoamericanas »,
« Revista Archipielago » (México), « Caratula » (Nicaragua), « A Plena Voz »
(Venezuela), Radio Madre (AM. 530) y La Señal Medios, Radio Grafica (FM 89.3) ;
La Hora de los Pueblos ANNUR TV. Colabora con « Rebelión », « El Correo de la
Diáspora argentina » y « Alainet.org»
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