Ahora
se viene la recesión con deflación en todo Asia y Oceanía; países como China, Corea del Sur, Malasia,
Australia, etc. Los hogares tienen una relación
deuda /ingresos mayor a la que tenia
EEUU antes del colapso bursátil del 2007,; Japón tiene una deuda de 400% con relación
a su PBI ¿? Y de manera general la deuda
de Asia subió al 205% de su PBI, y China debía solo unos escasos 28 billoncitos en 2014, una relación
de 282 % de su PBI. ¡uyuyuy!
Asia
no puede salir de su adicción a las deudas
http://lat.wsj.com/articles/SB10363523302272474292804580597081331521288?tesla=y
Por TOM WRIGHT
miércoles,
22 de abril de 2015
21:52 EDT
Transeúntes
pasan por tiendas de cosméticos en el distrito de compras Myeongdong en Seúl, Corea del Sur, en febrero de 2015.
SEÚL—Los países asiáticos pidieron
prestadas fuertes sumas de dinero para mantener el crecimiento durante la
crisis financiera, pero no pudieron dejar el hábito tras la recuperación de la
economía global. Ahora, sienten la resaca.
La
expansión se está desacelerando en todo el continente a medida que consumidores y empresas
se centran en pagar sus deudas.
Los
bancos centrales han recortado tasas de interés, lo que depreció sus monedas, pero las economías no
han repuntado.
La demanda se ha mantenido débil,
los
salarios están estancados
y
el
crecimiento de los precios es anémico, lo que dificulta aún
más devolver los préstamos.
Esta
dinámica podría perjudicar las perspectivas económicas de la región e incluso lastrar las tasas de crecimiento globales.
“El problema es que la
gente ya ha contraído demasiada deuda”, dice Paul Sheard, economista
jefe global de Standard & Poor’s Ratings Services.
“Aún si
recortas las tasas de interés a cero, la gente no tomará dinero prestado”.
Kim
Hee-do, un oficinista de
35 años de Seúl, está entre los que se niegan a pedir más préstamos, a pesar de
las tres reducciones de tasas que realizó el banco central de Corea del Sur en
los últimos meses. La esposa de Kim esperaba poder aprovechar las tasas de interés de 1,75% para cambiar el
Volkswagen VLKAY -0.28% Beetle
modelo 2003 que tiene la pareja, pero su esposo la convenció de no hacerlo.
“Me podría
considerar exitoso”, afirma Kim. “Pero no siento que pueda gastar más y estoy
preocupado por mi futuro”.
La mitad de la deuda emitida en los
últimos siete años fue a parar a economías de mercados emergentes, gran parte en Asia.
Sólo
China representó alrededor de un tercio del aumento de deuda en todo el mundo
desde 2007, según el McKinsey Global Institute.
Los niveles de deuda en
varios países de Asia, como China, Malasia,
Tailandia y Corea del Sur, son más altos que antes de la crisis
financiera asiática de fines de los años 90.
En algunos
países, como Corea del Sur, Malasia y Australia,
los hogares tienen una relación entre deuda e ingresos
mayor a la que tenía Estados Unidos antes de su reciente crisis financiera.
Los países
de la región habían sido cuidadosos con la deuda luego de los problemas que
atravesaron durante la crisis asiática. Eso les permitió pedir prestado para
mantener el crecimiento y desempeñarse como amortiguador para el resto del
mundo durante la crisis financiera global. Sin embargo,
Asia siguió pidiendo prestado aún después de la crisis.
“Asia se ha vuelto
adicta al crédito y el dinero fácil ha generado complacencia entre las
autoridades”,
dice Frederic Neumann, codirector
de investigación económica asiática de HSBC Holdings HSBC +0.02% PLC.
Hay cierta
ironía en la borrachera de endeudamiento de Asia. El auge de deuda de EE.UU.
que llevó a la crisis financiera fue posible en parte por tasas de interés
bajas generadas por altas tasas de ahorro en Asia. Países de la región, en particular
China, compraron grandes cantidades de deuda del Tesoro de EE.UU., lo que
provocó una caída de los rendimientos y los costos de financiación para la
economía.
Hoy, políticas monetarias superflexibles en EE.UU., Europa y Japón
han tenido como consecuencia que el efectivo
inunde Asia.
Inversionistas hambrientos de
rendimientos han provocado una caída de las tasas de interés, permitiendo que
gobiernos, empresas y personas pidan más crédito que nunca, a las tasas más
bajas de la historia.
Los préstamos
han tenido características distintas a lo largo de la región.
En China,
los gigantes estatales, los desarrolladores de bienes raíces y los gobiernos
locales contrajeron enormes sumas de deuda.
En Malasia y Tailandia, fueron los consumidores los que
se endeudaron para financiar el estilo de vida de la clase media, como autos y
electrodomésticos.
A ver si entiendo: clase media debe
ser la pequeña burguesía, y los consumidores deben ser el proletariado .
Los productores de commodities de la
región tomaron deuda con la creencia de que una demanda en aumento y los altos
precios crearían enormes beneficios para la inversión especulativa.
En Japón, el gobierno siguió viviendo más allá de sus
posibilidades, impulsando la deuda total de la economía, que ya era alta, a 400% de la producción económica anual, por mucho el
mayor nivel mundial.
Aún sin
tener en cuenta a Japón, la deuda en Asia subió a 205%
del Producto Interno Bruto en 2014, comparado con 144% en 2007 y 139% en 1996, justo antes de la crisis
financiera asiática, según cálculos de Morgan Stanley.
MS +1.22%
En China, la deuda total ascendía a US$28,2 billones a mediados de 2014, o 282% del PIB, un aumento desde
US$7,4 billones en 2007, según McKinsey.
El ratio es 269% en EE.UU.
En algunos
países pobres, como India e Indonesia, la deuda
es aún relativamente baja comparada con el tamaño de sus economías.
No obstante,
reductos de deuda, como el que se registra en las empresas de infraestructura
de India, están teniendo un impacto sobre la economía. Otros lugares, incluidas
Corea del Sur y Tailandia, enfrentan la difícil
combinación de deuda alta y población que envejece, lo que quiere decir que es
poco probable que sus economías en desaceleración puedan volver a darle a la
expansión mundial el mismo tipo de impulso que en el pasado.
A pesar del
aumento de la deuda, pocos prevén una crisis financiera en Asia. La mayor parte de los préstamos se han realizado en divisas
locales y no extranjeras, por lo que una depreciación no incrementaría
las probabilidades de un default.
Demasiada
deuda en moneda extranjera ayudó a desatar la crisis asiática en los años 90.
La mayoría
de los gobiernos en Asia tiene niveles de deuda moderados, lo que les permite
rescatar a los prestatarios y estimular sus economías. Además, las deudas son
en su mayoría simples, principalmente créditos bancarios y bonos, en lugar de los productos
estructurados con alto nivel de apalancamiento que contribuyeron a la crisis
inmobiliaria de EE.UU.
De todos
modos, hay tendencias preocupantes.
En China, la mitad de
la deuda está atada a bienes raíces y un tercio de los préstamos pendientes se
realizó a través del sistema de banca en las sombras.
Esa deuda
podría rebotar en los balances de los bancos, como sucedió durante la crisis en
EE.UU.
El mayor
riesgo a corto plazo es un aumento de las tasas de interés en EE.UU., lo que
podría alejar el capital de la región y perjudicar los precios de acciones y
bonos, además de elevar los costos de financiación y causar fluctuaciones
desestabilizadoras en los mercados de divisas.
Corea del
Sur es un microcosmos de los problemas de Asia. Los conglomerados del país se
vieron muy afectados por la crisis financiera asiática, pero desde entonces los hogares surcoreanos han pedido mucho
dinero prestado.
Con
una relación de deuda-PIB de 286%, según McKinsey, Corea del Sur es uno
de los 20 países más endeudados del mundo, y su ratio
de deuda de hogares-PIB de 81% supera el de EE.UU.
A pesar de
los altos niveles de deuda, se prevé que Corea del Sur crezca más de 3% este
año, una de las tasas más rápidas entre los países desarrollados, y el banco
central aún tiene margen para recortar las tasas de interés.
Sin embargo,
aún persisten las señales de advertencia. Crecen las preocupaciones sobre la deflación, una caída de los precios que hace que
los consumidores duden en gastar y sea más difícil pagar deudas. En marzo, los precios al consumidor
subieron a su ritmo más lento en casi 16 años.
En momentos
en que los recortes de tasas y la devaluación de la moneda no alcanzan para
impulsar la demanda, el gobierno intenta impulsar los
precios de los bienes raíces, que representan tres cuartos de los activos de los hogares. El resultado fue que la
deuda de los hogares creció casi 7% interanual en el cuarto trimestre, su mayor
ritmo en tres años. Los precios de las viviendas comenzaron a subir ligeramente
pero las ventas minoristas siguen débiles.
Yongbeom
Kim, un alto funcionario
de la Comisión de Servicios Financieros, el
regulador financiero del país, defiende el aumento de la deuda. Sin embargo,
reconoce que las menores tasas y el mayor endeudamiento no impulsarán
significativamente el gasto de los hogares a largo plazo. Eso requerirá cambios
estructurales, como lograr que los conglomerados surcoreanos, con abundante
efectivo, paguen salarios más altos, afirma.
—Kwanwoo Jun contribuyó a este artículo.
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