Sospechan
que el verdadero PBI de China estaría entre 6% y 3,8%
El
verdadero crecimiento de China es un misterio: los economistas analizan las
pistas
http://lat.wsj.com/articles/SB12608484119488814059804580606673113312464?tesla=y
Por MARK MAGNIER
lunes,
27 de abril de 2015
14:11 EDT
Cuando a
comienzos de este mes China presentó la tabulación de su crecimiento del primer
trimestre del año, el número final 7% —el peor
porcentaje en seis años— alimentó los temores de una profundización de la
desaceleración económica.
También
renovó las dudas sobre la confiabilidad de las estadísticas chinas.
In English
China’s True
Growth Is a Mystery; Economists Weigh the Clues
“Crecimiento probablemente
exagerado”, dijo un
informe de Citibank, concluyendo que el crecimiento
trimestral real podría estar por debajo de 6% interanual, dependiendo de
los factores ponderados. Otras firmas de investigación dan números mucho más
bajos: Capital Economics, 4,9%; The Conference Board
China Center, 4%, y Lombard Street Research, 3,8%.
Durante
años, el esfuerzo para discernir la verdadera tasa de crecimiento de China ha
mantenido a muchos economistas clavados a sus calculadoras, y por buenas
razones.
Una
trabajadora de la fábrica del grupo textil Tanglong en la provincia de Hebei,
China. Zhu Xudong/Xinhua/Zuma Press
En primer lugar, son
mediciones sospechosamente estables y no revelan ninguna de las
sacudidas observadas en EE.UU. u otras economías. La metodología a menudo
parece incoherente o contradictoria. Además, nadie sabe cómo hace China para
calcular la inflación cuando tabula su producto interno bruto.
En segundo lugar, las cifras del PIB chino parecen
estar en conflicto con otros datos considerados más difíciles de manipular. Los
economistas señalan, por ejemplo, la discrepancia entre
el crecimiento del PIB y la producción industrial —a menudo vista como
una indicación del crecimiento—, que aumentó 5,6%
interanual en marzo, su nivel más bajo desde finales de 2008.
Además, las
mediciones recientes arrojan valores débiles para el
consumo de electricidad, inversión, ganancias industriales, producción
manufacturera e inversión de bienes raíces, entre otros índices.
Esta
disección de las cifras oficiales del crecimiento chino recibió el respaldo
indirecto del ministro Li Keqiang. En 2007, como
jefe del Partido Comunista de la provincia nororiental de Liaoning, Li criticó
las cifras oficiales del PIB como “hechas por el hombre y por lo tanto poco
fiables”, según un memo del embajador de Estados Unidos en ese momento,
que luego fue difundido por WikiLeaks.
De acuerdo
con el memo —que ha inspirado distintas versiones de instituciones financieras—
el ministro dijo que la producción
eléctrica, el transporte de carga ferroviarios y los préstamos bancarios le
parecían datos más confiables.
China no es
el único país emergente con estadísticas cuestionables. Pero Beijing ha estado
bajo un escrutinio particular debido al tamaño y la importancia de su economía,
y el hambre del resto del mundo por un crecimiento real.
También hay
sospechas de que, a diferencia de los problemas de recolección de datos comunes
en la India y otros países en desarrollo, las
deficiencias de las estadísticas chinas
supondrían una deliberada manipulación.
La mayoría
de los economistas dicen que la Oficina Nacional de Estadísticas de China se ha
vuelto más profesional en los últimos años, teniendo en cuenta su escaso peso
burocrático y sus limitaciones de presupuesto.
A medida que
la economía china se aleja de su foco tradicional en la industria pesada, la
Oficina de Estadísticas ha tenido dificultades para reflejar correctamente la
contribución de los servicios y el consumo al crecimiento por sobre la
producción, dicen algunos economistas. También ha tratado de depender menos de
datos proporcionados por funcionarios locales que tienen un interés por inflar
las cifras del crecimiento para asegurarse un ascenso.
“La
exageración local no es un problema tan grande como lo supo ser, aunque supongo
que no está erradicada”, dijo Nicholas Lardy, investigador principal del
Peterson Institute for International Economics.
La Oficina
de Estadísticas tampoco facilita las cosas. No explica su metodología ni los
supuestos de la inflación, y muchos de sus cálculos son difíciles de
reproducir, según economistas.
Tanto dicha
repartición como la Comisión Nacional de Desarrollo y
Reforma —la principal agencia de planificación económica de China— se
negaron a responder preguntas.
“Nadie sabe”
cómo obtiene la agencia las cifras del PIB, dijo Carsten Holz, profesor de
economía de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong y autor de un
trabajo sobre la calidad de las estadísticas del PIB chino. Holz habla de una “atroz falta de transparencia”.
Las
sospechas se centran en dos puntos principales: qué tan deliberada es la
manipulación, y si los líderes chinos tiene un segundo juego de libros que les
permita saber lo que está pasando “realmente”.
China tiene
un incentivo en ambos sentidos. Debido a que es un régimen de partido único, el
crecimiento económico tiene una relevancia enorme como medio de prevenir la
inestabilidad social y garantizar la continuidad del partido en el poder. Al
mismo tiempo, el gobierno necesita tener información precisa para planificar y
canalizar subsidios a los grupos que podrían alimentar la disidencia.
No hay
evidencia de que el Partido Comunista tenga un conjunto separado de libros,
dijo Harry X. Wu, profesor de la Universidad
Hitotsubashi de Japón y asesor especial del Conference Board.
La pregunta
sobre la manipulación es más difícil de evaluar, dicen los economistas. En un
estudio de 2013 que comparó las cifras del PIB chino con una serie de datos
internos y de otros países, el Banco de la Reserva
Federal de San Francisco llegó a la conclusión de que el crecimiento real se correspondía en
líneas generales con las cifras oficiales.
En última
instancia, dijo Holz, la agencia de estadísticas de China está en manos de
cuadros del partido, que no tendrían problema en retocar las cifras de
crecimiento para llegar al políticamente deseable 7%.
“Yo
no tomaría muy en serio la cifra de 7%”, dijo Holz.
Otros creen
que el número está mucho más lejos.
“Me dan risa
las estimaciones oficiales de crecimiento del 7% del PIB en el primer
trimestre. Creo que eso es completamente equivocado”, dijo Wu.
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