Siete
razones por las que los niños necesitan hacer tareas domésticas
http://lat.wsj.com/articles/SB10884764161162954107804580522282961374328?tesla=y
Por Jennifer Breheny Wallace
lunes,
16 de marzo de 2015
13:59 EDT
H. Armstrong
Roberts/Classicstock
Las
exigencias actuales para medir el éxito de los niños –desde la escuela primaria
hasta la admisión a la universidad—han eliminado
a las tareas del hogar de las prioridades de muchos padres jóvenes.
Según una
encuesta reciente de Braun Research, 82% de los
padres consultados (sobre una muestra de 1.001 personas) reportó haber realizado esas tareas de chicos, pero sólo 28% de ellos se las reclaman a sus propios
hijos.
Con la
presión de tener aprender mandarín, presidir el club de ajedrez o conseguir un
galardón escolar, las tareas del hogar
han sido desplazadas por los imperativos de la construcción de una hoja de
vida.
Sin embargo,
no es tan claro que estas actividades constituyan un mejor empleo del tiempo de
los niños.
“Los padres de hoy
quieren que sus hijos pasen más tiempo haciendo cosas que les sirvan para
alcanzar el éxito en su vida adulta, pero irónicamente dejaron de pedirles que
hagan algo que es un probado indicador de éxito: las tareas del hogar”, dice Richard
Rende, un psicólogo de desarrollo de Paradise Valley, Arizona, coautor
del libro Raising Can-Do Kids (algo así como Criando hijos dispuestos a hacer todo),
de próxima publicación.
Décadas de investigaciones demuestran los
beneficios académicos, emocionales y profesionales de dichas tareas.
La próxima
vez que su hijo quiera esquivar las tareas del hogar con el argumento de que
tiene que hacer tareas para la escuela, resista la tentación de decirle que sí,
dice Madeline Levine, autora de Teach Your Children
Well (algo así como Enseñando bien a tus hijos).
Ser
permisivo con las tareas de hogar cuando éstas compiten con las de la escuela
envía a los hijos el mensaje de que las calificaciones y los logros académicos
son más importantes que la preocupación por los demás. “Puede parecer un mensaje
insignificante en este momento, pero llega a ser un mensaje muy grande con el
correr del tiempo”, afirma la experta.
Estas son
las mejores maneras de motivar a sus hijos para que colaboren con las tareas de
la casa:
Cuide
su lenguaje. Un estudio
realizado el año pasado con 149 niños de 3 a 6 años por la publicación
especializada Child Development encontró que
agradecer a los niños por “ser una gran ayuda” en lugar de por simplemente “ayudar”,
incrementa significativamente su deseo de colaborar con las tareas de la casa.
El estudio
determinó que lo que motivaba a los niños era la idea de crear una identidad positiva, el ser reconocidos
como alguien que ayuda.
Planifique
los horarios. Marque las
tareas en el calendario junto con la lección de piano y la práctica de fútbol.
Esto indica consistencia de propósitos.
Hacerlas
como jugando. Al igual
que los videojuegos, empiece por darles algo pequeño para hacer y vaya
agregando “niveles” de responsabilidad, desde ordenar la ropa a ganar el derecho de usar la máquina
lavadora.
Separe
la mensualidad (debe ser la propina en
peruano) de
las tareas. Diversas
investigaciones sugieren que los reconocimientos externos pueden en realidad
afectar la motivación y el desempeño.
El pago
de dinero a cambio de hacer las tareas del hogar convierte un acto altruista en
una transacción comercial, y disminuye así la motivación para ayudar.
Discriminar
bien el tipo de tarea.
Para
desarrollar conductas pro-sociales como la empatía, las tareas
deben ser constituir una rutina y no estar focalizadas en el auto-cuidado
(limpiar el propio cuarto o lavarse la ropa), sino en el cuidado de la familia
(barrer la casa o lavar la ropa de todos). Algunos psicólogos dicen que incluir
a los niños en la elección de las tareas por realizar los incentiva luego a
hacerlas.
Cambie
su modo de hablar. Para
mejorar la colaboración de los pequeños, el Dr. Rende sugiere que en lugar de
decirles “haz tus tareas”, les diga “hagamos nuestras tareas”. Esto enfatiza la noción
de que las tareas no son sólo un deber sino una manera de cuidar de los demás.
Dele
una buena publicidad. No
relacione las tareas de la casa con el castigo a los niños. Siempre que se
refiera a ellas—incluyendo las suyas—hágalo de manera positiva, o al menos
neutra.
Si se queja
de tener que lavar los platos, también sus hijos se quejarán.
— Jennifer Breheny Wallace es una escritora freelance
que vive en Nueva York y colabora como editora en el sitio EmpoweringPowers.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario