Lee
Kuan Yew, padre fundador de Singapur y modelo de desarrollo para los países
emergentes, (su receta fue el fascismo, cero corrupción y que la democracia de
estilo occidental es solo para provecho de la OTAN y aprovecho que su país estaba
en la ruta estratégica del comercio mundial)
http://lat.wsj.com/articles/SB11176737279175213769504580538331233535808?tesla=y
Por
Chun Han Wong y
P.R.
Venkat
martes,
24 de marzo de 2015
14:57 EDT
Lee
Kuan Yew durante una
manifestación política en Farrer park en Singapur
. Published Credit: Agence France-Presse/Getty
Images Agence France-Presse/Getty Images
A diferencia
de otros líderes surgidos en el Tercer Mundo tras la desaparición de los
imperios coloniales europeos, Lee Kuan Yew Lee se caracterizó por una política pro-libre empresa, el énfasis
en la eficiencia de la gestión, y el combate contra la
corrupción administrativa.
Los
resultados están a la vista: Lee, quien dominó la política de Singapur durante
más de medio siglo, transformó un remoto
puerto del imperio británico en uno de los centros neurálgicos del comercio y
las finanzas internacionales y en un modelo de desarrollo para los mercados
emergentes de todo el mundo.
Lee, quien
ejerció el cargo de primer ministro durante 31 años y lideró el tránsito de la
ciudad-estado asiática a su independencia, falleció el
lunes a los 91 años.
Desde su
elección como primer ministro en 1959, su objetivo central fue atraer
inversiones extranjeras y lograr que compañías de primer nivel se radicaran en
su país. En poco más de una generación,
esta política transformó a Singapur en una de las economías más pudientes del
mundo y catapultó el nivel de vida de sus habitantes a niveles superiores
al de algunos países industrializados en poco más de una generación.
Otros países
intentaron copiar su modelo, pero a menudo fracasaron
por no poder controlar la corrupción, o porque gobernaban poblaciones
demasiados grandes o con serios problemas sociales.
El modelo
tuvo también su lado oscuro. Si bien Singapur alcanzó
niveles de vida propios del mundo desarrollado, no
adoptó plenamente la democracia liberal ni algunas de las libertadas que
en la mayoría de las sociedades occidentales se dan por sentado.
Bajo la
tutela de Lee, Singapur celebró elecciones con regularidad, pero una legislación que limita las libertades civiles
impidió el desarrollo de una oposición poderosa. La agrupación política que él
ayudó a fundar, el Partido de Acción Popular, ha
ganado todos los comicios desde 1959, cuando Singapur se convirtió en autónomo,
y casi siempre ha controlado la gran mayoría de los escaños en el Parlamento.
Los medios occidentales criticaban lo que denominaban un Estado niñera y se
burlaban de sus intentos por crear una sociedad ordenada mediante la imposición
de reglas, incentivos y campañas publicitarias, incluyendo una famosa prohibición al uso de la goma de
mascar que fue levemente relajada en 2004.
“No hay duda que Lee
Kuan Yew ha tenido un rol extraordinario en el desarrollo económico de
Singapur, pero éste tuvo un costo significativo en términos de derechos
humanos”, dijo Phil Robertson, de Human Rights Watch.
“Las restricciones a la
libertad de expresión, la autocensura y la ficción de una democracia
multipartidista son también parte del legado de Lee, que Singapur ahora tiene
que dejar atrás”.
Lee
respondía a estas críticas diciendo que la democracia de estilo occidental no
es apropiada para todas las naciones, y que los países jóvenes deben alcanzar estabilidad política y desarrollo económico antes de
adoptar las libertades que son habituales en Occidente.
T.J.S.
George, autor de una
biografía de Lee, dijo que para éste “los medios no importaban, siempre y cuando
se alcanzaran los fines que deseaba. Administró Singapur como una empresa
privada, pagando lo que consideró buenos dividendos a los accionistas”.
Cuando Lee
asumió el poder, Singapur era un enclave comercial de economía inestable y una
enorme disparidad de ingresos. El advirtió que la gran ventaja de su ciudad-puerto era que estaba ubicada en una de
las rutas marítimas más importantes del mundo, y se dispuso a explotarla.
Su estrategia fue convertir al país en
líder global en determinados sectores, como puertos, transporte, construcción y
compañías aéreas, empleando al Estado como inversionista y presionando a las
empresas privadas locales para que compitieran en eficiencia con sus pares
globales. Muchas de esas empresas, como Singapore
Airlines SINGY +0.91% y Singapore Telecommunications, SGAPY -0.25% se convirtieron en altamente rentables.
En los años
60 y 70, mientras algunos de sus vecinos padecían turbulencias políticas y
sociales, Lee creó zonas industriales y centros de formación para trabajadores,
desarrolló una infraestructura de primer nivel y otorgó
exenciones tributarias a sectores como la electrónica, orientando la economía
nacional hacia la exportación.
Atraídas por la estabilidad del país,
cientos de empresas occidentales establecieron allí sus sedes regionales. Hewlett-Packard
Co. HPQ -0.42% y General Electric Co. GE -0.79% estuvieron entre los primeros inversionistas.
El Producto Interno Bruto per cápita, que
en 1965 se situaba en US$512,
creció en los últimos años a más de US$56.000,
un nivel similar al de Estados Unidos y superior a los de Japón y Alemania.
El gobierno
transfirió a la población parte de la riqueza generada a través de subsidios a
la vivienda y otros beneficios. En lugar de dar dinero directamente a los
pobres y desempleados, el Estado construyó viviendas accesibles y alentó a los
ciudadanos a comprar. Hoy, 90% de la
población es dueña de su vivienda, una de las tasas más altas del mundo.
Influido en
su juventud por ideas socialistas, Lee justificaba su
política de mano dura por el hecho de que Singapur carecía de una gran población, vastos recursos naturales o extensas
tierras de cultivo. Lo que tenía a su favor era una ubicación privilegiada en una de las rutas marítimas más transitadas del
mundo. Lo lógico era convertirlo en un centro global de comercio y
atraer empresas, decía.
Lee encontró
también inspiración en los ideales confucianos de autosuficiencia, ahorro y
respeto por los mayores y el orden social.
Singapur
declaró de siete días de duelo nacional, que culminarán con un funeral de
Estado el 29 de marzo.
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Nota del autor del blog: su declive comenzaría
si se construye el canal en Tailandia por el istmo de Kra.
Mire el mapa, si se construye el canal ya nadie pasaría casi por el estrecho de Malaca.
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