La
caída del euro anima a las firmas europeas y golpea a las de EE.UU.
http://lat.wsj.com/articles/SB10937301517980263810204580514611492760470?tesla=y
Por:
Ellen Emmerentze
Jervell, en Fráncfort,
Manuela Mesco, en Milán, y
Jason Chow, en París
jueves,
12 de marzo de 2015
20:06 EDT
El derrumbe
del euro y las políticas de crédito barato aumentan el optimismo entre las
empresas europeas de que la región empieza finalmente a experimentar una
recuperación económica digna del nombre. La
buena suerte de Europa, no obstante, es un dolor de cabeza para sus
competidores estadounidenses, que tienen que aprender a convivir con el
alza del dólar.
“Estamos
sacando rédito”, reconoce Massimo Vian, presidente ejecutivo del gigante
italiano de gafas Luxottica, LUX +0.91%
cuyo mayor mercado es América del Norte. Las ventas del cuarto trimestre
crecieron 12% en dólares, cuya fortaleza se traduce en mayores ganancias en
euros. “De seguir así, evaluaremos la posibilidad de disminuir los precios o
incrementar la cantidad de inauguraciones de locales o incluso elevar las
inversiones”.
Al cierre de
esta edición, la moneda común se cotizaba a 1,064
unidades por dólar, un alza de 0,87% frente al
día previo, cuando marcó un mínimo de 12 años.
No está
claro si el debilitamiento del euro, el estímulo monetario y el abaratamiento
de la energía bastarán para sacar a la zona euro de su prolongado letargo. De
todos modos, líderes empresariales, economistas y autoridades están convencidos
de que la región al menos comienza a doblar la esquina.
Las empresas
estadounidenses que generan buena parte de sus ingresos en el exterior, no
obstante, afrontan más problemas para competir en los mercados internacionales
y a algunas les preocupa que el
debilitamiento del euro apenas esté empezando.
“El tipo de cambio se
ha vuelto un viento en contra importante”, dijo John
Kritzmacher, director financiero de John Wiley & Sons. JWA
-1.10% Puesto que cerca de la mitad de
la facturación de la casa editorial especializada en textos académicos proviene
de fuera de Estados Unidos, los “resultados sienten el impacto adverso del fortalecimiento
del dólar, en particular frente al euro y la libra esterlina”,
manifestó Kritzmacher el martes durante una conferencia telefónica con un grupo
de inversionistas.
Una fuerza
poderosa detrás de la caída del euro es el programa de estímulo del Banco
Central Europeo anunciado en enero. El BCE imprimirá más de un billón de euros para comprar bonos soberanos y otros
activos con la esperanza de elevar la tasa de inflación, que ahora es negativa.
“El impacto del
programa y de las medidas monetarias previas del BCE es visible”,
indicó el martes el presidente de la entidad, Mario Draghi.
Por el
contrario, el veloz ascenso del dólar debilita la
inflación en EE.UU., alejándola de la meta de 2% en 12 meses fijada por
la Reserva Federal.
Eso podría
hacer que la Fed lo piense dos veces
antes de empezar a subir las tasas en los próximos meses. La presidenta del
banco central de EE.UU., Janet Yellen, señaló en
su comparecencia ante el Congreso en febrero que el organismo subirá las tasas
una vez que se sienta “razonablemente seguro” de que la inflación se encamina a
la meta de 2% anual, después de pasar casi tres años por debajo de esa cifra.
Alemania, una potencia exportadora, sería uno
de los principales beneficiarios de la devaluación del euro. “El ánimo de los
consumidores alemanes es el más positivo que ha existido en años”,
asevera Oliver Bartels, portavoz de la cervecera Brauerei Becks & Co., con
sede en Bremen. “Estamos lanzando al mercado más productos premium y de precios altos,
puesto que están teniendo una buena acogida en este momento”, agrega.
El envión
económico es incluso más bienvenido en Francia e Italia, la segunda y la tercera
economías de la zona euro, que a duras penas se expanden. “Obtenemos un aumento importante
de los márgenes”, dice Eric Rumeau, presidente ejecutivo de Mapaero, un
fabricante francés de pinturas para el sector aeronáutico.
La aerolínea Air France-KLM SA AFLYY +0.66% no está del todo conforme. Cerca de 40% de sus costos son en dólares, en su mayor parte
combustible, de modo que el fortalecimiento de la divisa estadounidense cancela
el efecto positivo de la caída del petróleo.
La línea
aérea, no obstante, espera que la depreciación del euro revitalice la economía
europea y sus ventas en la región. También está reforzando sus campañas
publicitarias para que los turistas estadounidenses pasen sus vacaciones en
Europa.
La casa
italiana de moda Salvatore Ferragamo SFER.MI +2.74% está logrando un impulso tanto de sus ventas
globales como de los turistas que llegan a Europa desde América del Norte o Asia, subraya su presidente ejecutivo, Michele
Norsa. “Hemos
visto que los chinos gastan dinero en todo el mundo”, asevera.
“La dinámica de nuestros
locales minoristas en Italia (…) también ha sido extraordinaria”.
Los visitantes de China gastaron en Europa 34%
más en enero que en igual mes del año pasado, informa Marie Bergfelt, vocera de Global Blue, una
empresa suiza que procesa devoluciones de impuestos para los turistas.
Las compañías estadounidenses, en
cambio, ven más que nada efectos negativos. El descenso del euro “nos perjudica”, afirmó Jeffrey
Jacobson, vicepresidente ejecutivo a cargo de la división de tecnología de
Xerox Corp. XRX -1.55% en un reciente
encuentro con inversionistas. Xerox generó
alrededor de 20% de sus ingresos del año pasado,
de US$19.500 millones, en Europa.
Mondelez
International Inc., MDLZ +1.92% el
conglomerado que fabrica los chocolates Cadbury y las
galletas Oreo, obtiene 80% de su facturación en monedas que no están
vinculadas al dólar.
El grupo
anunció la semana pasada un aumento de
los precios en Europa para compensar la devaluación del euro. Su presidenta
ejecutiva, Irene Rosenfeld, reconoció en una conferencia telefónica con
analistas que los consumidores habían optado por alternativas más baratas y que
las ventas habían caído. “No cabe duda.
En Europa, en particular, enfrentamos vientos en contra de corto plazo conforme
los consumidores y los clientes se adaptan a los nuevos precios”, dijo.
Las fluctuaciones en los mercados de
divisas demorarán en impactar los precios y las ganancias de muchas compañías.
El vitivinicultor francés Gilles Crochet, por
ejemplo, dice que todavía no siente el impacto de la devaluación del euro.
Aunque exporta 65% de su producción y EE.UU. es su principal mercado, sus
pedidos se realizan y sus precios se fijan con un año de antelación. “No
pienso mucho en la moneda”, sostiene. “Somos artesanos, no
comerciantes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario