Implicancias
de la devaluación en la Eurozona
Cae
el euro, sube Europa
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/03/14/actualidad/1426366744_520625.html
No es cierto que la devaluación de
una moneda necesariamente debilite a un país. En algunos casos, fortalece su
economía
MOISÉS
NAÍM
14
MAR 2015 - 23:23 CET
Los dos
precios más importantes del mundo acaban de bajar mucho, muy rápido y de manera
completamente inesperada.
En
julio de 2014,
un barril de
petróleo costaba 114 dólares. Ahora cuesta 57.
Un euro costaba 1,36
dólares y ahora cuesta 1,04.
En el último año, el euro se ha devaluado un 23% con respecto al
dólar estadounidense y un 19% con respecto a la media de las otras 10
monedas más importantes.
El consenso
entre los especialistas es que, dentro de poco, un euro
valdrá un dólar y que seguirá cayendo.
Las
consecuencias del desplome del precio del petróleo son conocidas.
Las
de la devaluación de la moneda europea, no tanto.
Y son igual de importantes. Tanto el precio de
la energía como el del euro, la segunda divisa más
usada en el mundo, influyen sobre los precios de casi todos los demás
productos que usted consume: del dentífrico a los
coches o el tomate.
Antes de
discutir por qué cayó el euro, y qué consecuencias tendrá, es útil despejar una
idea zombi sobre el valor de las monedas (Agnes
Quisumbing llama ideas zombis
a aquellas que, a pesar de ser erradas,
no mueren).
No es cierto
que la devaluación de una moneda necesariamente debilite a un país.
En algunos
casos, fortalece su economía. La disminución del valor del euro respecto al
dólar hace que una botella de vino español, un avión francés o un coche
italiano ahora cuesten menos en el resto del mundo. Esto, a su vez, estimula
las ventas de estos productos y aumenta las exportaciones europeas lo cual,
obviamente, es bueno para el empleo y la economía en general.
Por otro
lado, la devaluación del euro encarece los productos de
fuera de la eurozona —un iPhone,
maquinarias industriales o vacaciones en Disneyworld, por ejemplo—.
Afortunadamente para Europa, este impacto sobre los precios de los productos
importados ocurre cuando la amenaza para el continente no es la inflación, sino
todo lo contrario, la deflación (en 2014, los precios en Europa bajaron 0,02%).
Viene
una ola de adquisiciones de grandes empresas europeas
Esta
enfermedad de la economía consiste en la persistente caída de los precios,
debido a la falta de suficiente demanda, y conduce a un estancamiento crónico,
como el que ha aquejado a Japón durante décadas. La
devaluación de la moneda es un buen antídoto contra la deflación.
Claro que no todas las devaluaciones son positivas.
Cuando la moneda pierde valor con
respecto a otras como resultado de la masiva fuga de capitales, producida por
la desconfianza generalizada en la economía del país, la devaluación es,
obviamente, muy dañina.
O cuando contribuye a disparar la
inflación y a detener la inversión y el crecimiento. Todo esto, por ejemplo, es lo que
está pasando en Rusia o en Venezuela, dos de los
países más afectados por la drástica caída de los precios del petróleo y otros
problemas.
¿Por
qué cae el valor del euro ahora? La razón principal es que el Banco
Central Europeo está inyectando
liquidez monetaria para estimular la inversión y el consumo, mientras que
su homólogo de EE UU, la Reserva Federal, está
recogiendo velas.
El banco
central estadounidense ha insinuado que quizás suba los tipos de interés. Con
ello busca contrarrestar las presiones inflacionarias que generan una economía
que está creciendo y una tasa de
desempleo que se acerca al límite después del cual la escasez de trabajadores
provoca aumentos de precios.
La devaluación del euro encarece los
productos de fuera de la eurozona
Nada se
mueve más rápido que el dinero. Ante esta nueva situación económica (y de
hecho, anticipándose a ella) los inversionistas mudaron
su dinero masivamente de EE UU a Europa.
En lo que va
de año, 35.600 millones de dólares entraron a los
fondos de inversión europeos (una cifra récord) mientras que 33.600 millones
salieron de sus rivales estadounidenses.
Desde enero,
las bolsas europeas han superado en las
americanas tanto en aumentos del precio de las acciones
que cotizan como en el volumen de los flujos de fondos que reciben.
Estos
movimientos reflejan la expectativa de que las grandes
empresas exportadoras de EE UU van a ver menguados sus ingresos y ganancias y,
por lo tanto, el valor de sus acciones debido al “dólar duro” que encarece su
producto en el exterior. Según una encuesta de la revista Duke/CFO, dos
tercios de las empresas exportadoras estadounidenses señalan que el aumento del
valor del dólar ya les ha perjudicado.
Pero hay otro factor que va a tener
un enorme impacto.
Desde hace
varios años, las empresas
estadounidenses no financieras han venido acumulando gigantescas cantidades de
dinero en caja. Ese dinero está disponible para comprar otras empresas.
Y, ahora, el euro más barato hace que
las empresas europeas también sean más baratas para quienes estén llenos de
dólares.
Viene una ola de adquisiciones de
grandes empresas europeas.
Estos son
solo algunos de los efectos de la devaluación del euro. Hay muchos más. Pero,
en resumen, ¿es la devaluación del euro buena para
Europa? Sí.
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