Israel
espió las negociaciones nucleares entre EE.UU. e Irán para darles la información
a los republicanos y sabotear las negociaciones de EEUU con Irán. EEUU gasta más
en defenderse del espionaje israelí que del espionaje chino.
Nota del autor del blog: Francia se
opone vehementemente, pues su gran negocio, es enriquecimiento de uranio para
reactores y así las centrifugadoras de Irán venderían más barato que la de los
franceses.
http://lat.wsj.com/articles/SB11176737279175213769504580538843900202492?tesla=y
Adam Entous
Nota del autor del blog: creo es corresponsal de seguridad
nacional.
Actualizado martes, 24 de marzo de 2015 19:45 EDT
Benjamin
Netanyahu, primer ministro de Israel. Associated
Press
http://antisec-security.blogspot.com/2013_12_01_archive.html
Nota del autor del blog : no es como dice la figurita, es decir. el cilindro gira alrededor de su eje y el gas o liquido mas pesado no va al fondo sino a la pared del cilindro por la fuerza centrifuga y el gas o liquido menos denso o el UF6 de U235 se queda casi en el je del cilindro y este liquido ligeramente enriquecido va a otro cilindro centrifugador y luego a otro y así se enriquece mas y mas .el lector dirá ¿ y porque no se mete a un solo centrifugador que gire a mil millones revoluciones por segundo y así se mete el liquido o gas y de frente sale la bomba atómica?, pues, le diré que creo, no se inventa esa técnica todavía.
El año
pasado, poco después de que Estados Unidos y otras grandes potencias entablaran
negociaciones con Irán para frenar el programa nuclear de ese país, altos funcionarios de la Casa Blanca se
dieron cuenta de que Israel estaba espiando las conversaciones que se
hacían a puertas cerradas.
La operación
de espionaje fue parte de una campaña más amplia del gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para
infiltrarse en las negociaciones y conseguir información que le permitiera construir un argumento contra los términos del acuerdo,
dijeron funcionarios y ex funcionarios estadounidenses.
Además de
las escuchas, Israel obtuvo inteligencia
a través de informes confidenciales estadounidenses y de informantes y contactos
diplomáticos europeos, añadieron las fuentes.
Israel negó haber espiado
directamente a los negociadores de EE.UU. con Irán y dijo haber conseguido información
por otros medios, incluyendo la vigilancia de las comunicaciones entre líderes
iraníes que comentaban las últimas ofertas occidentales.
“Israel no
espía a Estados Unidos, punto, signo de exclamación’’, insistió el martes a Radio Israel Yuval
Steinitz, ministro de Inteligencia y Asuntos Estratégicos. “El
que publicó esas falsas acusaciones posiblemente quería dañar la excelente
cooperación de inteligencia entre nosotros y EE.UU.”.
El espionaje
en sí no irrita tanto a la Casa Blanca tanto como el hecho de que Israel haya
intercambiado información privilegiada con legisladores estadounidenses y otros
para socavar el apoyo a un ambicioso acuerdo destinado a limitar el programa
nuclear de Irán, dijeron funcionarios y ex funcionarios estadounidenses.
“Una cosa es que EE.UU.
e Israel se espíen mutuamente. Otra muy distinta es que Israel robe secretos de
EE.UU. y los comparta con legisladores estadounidenses para socavar la
diplomacia estadounidense”, aseveró un alto funcionario de EE.UU.
EE.UU. e
Israel son aliados de larga data que intercambian de forma rutinaria
información sobre amenazas de seguridad, pero a veces actúan tras bambalinas
como espías rivales. La Casa Blanca ha tolerado en general el espionaje israelí
de funcionarios estadounidense e Israel ha hecho lo mismo cuando la situación
es la inversa.
La Casa
Blanca descubrió la operación cuando agencias de inteligencia estadounidenses
que estaban haciendo espionaje contra
Israel interceptaron comunicaciones entre los funcionarios de ese país en las
que se trataban detalles que sólo podrían haber surgido de las
conversaciones diplomáticas confidenciales, indicaron personas al tanto de la
operación.
Los funcionarios europeos, en particular los franceses,
han sido también más abiertos con Israel
acerca de las negociaciones secretas que los estadounidenses, dijeron
funcionarios israelíes y estadounidenses.
A principios
de año, Netanyahu y el embajador israelí en Washington,
Ron Dermer, vieron que se estaba cerrando la ventana para aumentar la
presión sobre Obama antes de que se cumpliera un plazo clave a finales de
marzo, dijeron fuentes israelíes.
Usando
resortes exclusivos de la influencia política de Israel en EE.UU., Netanyahu y Dermer calcularon que una campaña
de lobby en el Congreso antes de que se hiciera público un anuncio, mejoraría
las posibilidades de aniquilar o reformular cualquier acuerdo. Sabían que la intervención dañaría las relaciones con la Casa
Blanca, pero decidieron que era un costo aceptable, afirmaron
autoridades israelíes.
La campaña,
sin embargo, podría no haber funcionado tan bien como se esperaba, dicen
funcionarios israelíes, porque terminó irritando a muchos demócratas en el
Congreso, legisladores con cuyo apoyo Israel contaba para bloquear un pacto.
Funcionarios
del gobierno de Barack Obama, distanciándose de su habitual definición del
vínculo entre ambos países como inquebrantable, han expresado fuertes críticas hacia Netanyahu y Dermer a la hora de
describir cómo ha cambiado la relación.
“La gente se siente
personalmente traicionada”, dijo un alto funcionario del gobierno de Obama. “Los
israelíes deben ser muy cuidadosos porque muchas de esas personas no sólo
estarán [en el Congreso] durante esta administración, sino posiblemente también
en la próxima”.
Esta
nota está sustentada por entrevistas con más de una docena de funcionarios
actuales y pasados de inteligencia, políticos y autoridades tanto
estadounidenses como israelíes.
La
desconfianza entre Netanyahu y Obama ha ido creciendo durante años, pero se
agravó cuando Obama inició conversaciones secretas con
Irán en 2012. El presidente no le informó previamente a Netanyahu porque
estaba preocupado por posibles filtraciones, lo que contribuyó a abonar el
terreno para el actual estancamiento de las relaciones bilaterales, afirmaron
funcionarios y ex funcionarios estadounidenses e israelíes.
Funcionarios
estadounidenses dijeron que hace mucho tiempo que Israel
encabeza la lista de países que espía agresivamente a EE.UU., junto con China, Rusia y Francia. EE.UU.
gasta más recursos de contrainteligencia
defendiéndose de las operaciones de espionaje israelíes que de cualquier otro
aliado cercano, dijeron fuentes estadounidenses. Estas acusaciones son
vehemente desmentidas por Israel.
Actuales y
pasados funcionarios israelíes dijeron que sus agencias de inteligencia
redujeron el espionaje sobre funcionarios de EE.UU. luego de que el estadounidense Jonathan Pollard fuera condenado a 30 años de
cárcel por pasar secretos a Israel.
Aunque los
funcionarios estadounidenses no pueden ser blancos directo de espionaje, las
agencias israelíes de inteligencia escuchan las comunicaciones entre funcionarios de EE.UU. y bancos del espionaje israelí, entre
ellos Irán, afirmaron funcionarios y ex funcionarios.
Esto no
debería sorprender a los estadounidenses, dijo una persona familiarizada con
esta práctica israelí, ya que las
agencias de inteligencia de EE.UU. ayudaron a Israel a establecer un sistema
para escuchar las comunicaciones iraníes de alto nivel.
A medida que
las conversaciones secretas con Irán avanzaban en 2013, las agencias de
inteligencia de EE.UU. comenzaron a supervisar las comunicaciones de Israel
para ver si el país sabía de las negociaciones. Obama no reveló a Netanyahu la
existencia de estas conversaciones sino hasta septiembre de 2013.
Los
funcionarios israelíes, quienes dijeron que ya se habían enterado de los
diálogos a través de sus propios canales, dijeron a sus contrapartes
estadounidenses que estaban molestos por haber sido excluidos. “’¿Acaso el gobierno realmente pensó que no nos íbamos a
enterar?’”, manifestaron los israelíes, según un ex funcionario
estadounidense.
El episodio
ratificó en Netanyahu la idea de que Obama estaba empeñado en conseguir un
acuerdo con Irán sirviera o no a los intereses de Israel, dijeron funcionarios
israelíes. Fuentes de la administración Obama indicaron que el presidente se
comprometió a impedir que Irán desarrolle armas nucleares.
Dermer
inició el lobby de los legisladores estadounidenses justo antes de que EE.UU. y otras
potencias firmaran un acuerdo provisional con Irán en noviembre de 2013. El Sr.
Netanyahu y Dermer acudieron al Congreso después de ver que tenían poca
influencia en la Casa Blanca.
Antes de que
el acuerdo provisional se hiciera público, Dermer ofreció a los legisladores el
análisis de Israel: La oferta de Estados Unidos socavaría drásticamente las
sanciones económicas contra Irán, de acuerdo con funcionarios del Congreso que
participaron de esas conversaciones.
Luego de
enterarse de estas conversaciones, la Casa Blanca envió
a funcionarios de alto nivel para contrarrestar el lobby de Dermer. Su
mensaje: Israel multiplicaba hasta por
diez el impacto que el acuerdo tendría sobre el alivio de las sanciones,
dijeron participantes de la reunión.
Cuando la
próxima ronda de negociaciones con Irán comenzó en Suiza el año pasado, agentes
de contrainteligencia estadounidenses dijeron a los miembros del equipo
negociador de EE.UU. que Israel probablemente trataría de interceptar sus
comunicaciones, dijo un alto funcionario del gobierno de Obama.
EE.UU.
comparte rutinariamente información con sus homólogos europeos y de otros
países para coordinar las posiciones de negociación. Aunque los funcionarios de
inteligencia estadounidenses creen que las comunicaciones de EE.UU. están
relativamente a salvo de interferencias israelíes, consideran que las de sus colegas europeos son vulnerables.
Netanyahu y
sus principales asesores recibieron información confidencial sobre la marcha de
las conversaciones de Ginebra desde la subsecretaria de
Estado para Asuntos Políticos Wendy Sherman y otros funcionarios
estadounidenses, que estaban al tanto de que la inteligencia israelí trataría
de llenar todo posible vacío informativo.
No obstante,
la Casa Blanca terminó interrumpiendo esas comunicaciones por temor a las
filtraciones de información sensible.
Funcionarios
israelíes actuales y pasados resaltaron que sus agencias de inteligencia pueden
obtener gran parte de la información que buscan apuntando a las conversaciones
de funcionarios iraníes y otros en la región.
En
noviembre, los israelíes se enteraron del contenido de una propuesta de acuerdo
de EE.UU. que fue en última instancia rechazada por Irán, afirmaron
funcionarios israelíes y estadounidenses. Funcionarios israelíes dijeron a sus
contrapartes de Estados Unidos las condiciones ofrecían protecciones
insuficientes a Israel.
EE.UU.
exhortó al gobierno de Israel a dar a las negociaciones una oportunidad. Pero los principales asesores de Netanyahu
concluyeron que el nuevo acuerdo era inaceptable. La Casa Blanca estaba
haciendo demasiadas concesiones, dijeron funcionarios israelíes, mientras que
los iraníes se mantenían firmes.
Funcionarios
del gobierno de Obama rechazan esa opinión y enfatizan que
Israel estaba haciendo demandas imposibles que Irán nunca aceptaría. “El
presidente ha dejado en claro una y otra vez que la falta de un acuerdo es
mejor que un mal acuerdo”, dijo un alto funcionario estadounidense.
En enero, Netanyahu
expresó a la Casa Blanca la intención de oponerse al acuerdo de Irán,
pero no explicó cómo lo haría, dijeron funcionarios estadounidenses e
israelíes.
El 21 de
enero, presidente de la Cámara de Representantes John Boehner
(Republicano de Ohio) anunció que Netanyahu se dirigiría a una sesión
plenaria del Congreso. Ese mismo día, Dermer y otros israelíes visitaron el
Capitolio para informar a los legisladores y asesores, en busca de una
consolidar una coalición bipartidista lo suficientemente amplia como para
bloquear o modificar cualquier pacto.
La mayoría
de los republicanos ya estaban dispuestos a desafiar a la Casa Blanca en las
negociaciones, por lo que Dermer se centró en los demócratas. “Este
acuerdo es malo”, dijo en una reunión informativa, según legisladores
que participaron en ella.
Un portavoz
de la embajada israelí en Washington, Aaron Sagui,
dijo que Dermer no lanzó una campaña especial el 21 de enero, sino que ha
tenido “constantemente informados a republicanos y demócratas, senadores y
congresistas, sobre las preocupaciones de Israel respecto a las negociaciones
de Irán durante más de un año”.
Durante las
siguientes semanas, Dermer y otros
funcionarios israelíes dieron a los legisladores y sus asesores información que
la Casa Blanca estaba tratando de mantener en secreto, incluyendo que el
nuevo acuerdo permitiría a Irán operar alrededor de 6.500
centrifugadoras, dispositivos utilizados para procesar los materiales
nucleares, dijeron funcionarios del Congreso que acudieron a esos encuentros.
Los
funcionarios israelíes dijeron a los legisladores que el acuerdo también
permitiría a Irán contar con avanzadas centrifugadoras
IR-4, que podrían procesar combustible a gran
escala, afirmaron participantes y funcionarios de la administración.
Fuentes israelíes indicaron que ese combustible, que bajo el acuerdo sería
destinado a las plantas de energía, podría usarse algún día para construir
bombas nucleares.
Toda esa
información, dijeron los funcionarios israelíes, era bien conocida por los
países participantes en las negociaciones.
Cuando se
les preguntó en febrero, durante una reunión informativa, dónde habían obtenido
esa información privilegiada, los funcionarios israelíes dijeron que sus
fuentes fueron los gobiernos francés y británico, así como su propia
inteligencia, según participantes de esa reunión.
“El embajador Dermer
nunca compartió información confidencial de inteligencia con los miembros del
Congreso”,
enfatizó Sagui. “Sus informes no incluyeron detalles específicos de las
negociaciones, tales como la duración del acuerdo o el número de
centrifugadoras que Irán podría mantener”.
Funcionarios
estadounidenses actuales y pasados confirmaron que el número y el tipo de
centrifugadoras citados en las reuniones informativas eran parte de las
discusiones. Sin embargo, manifestaron que los informes eran engañosos porque
los funcionarios israelíes no dieron a conocer las concesiones hechas por Irán,
como la entrega de materiales nucleares y la modificación de las
centrifugadoras para reducir la velocidad de salida, dijo una de las fuentes.
El gobierno
estadounidense no comentó a los legisladores el número de centrifugadoras y
otros detalles porque en aquel momento la información estaba clasificada y los
detalles del pacto estaban todavía en discusión, dijeron funcionarios y ex
funcionarios estadounidenses.
Los informes
a miembros del Congreso y la decisión del primer ministro Netanyahu de hablar
en una sesión conjunta del Capitolio acerca del acuerdo que se estaba
negociando provocaron la reacción violenta de muchos legisladores demócratas,
dijeron asesores del Congreso.
El 3 de
febrero, Dermer se reunió con el senador Joe Manchin, un
demócrata de Virginia Occidental, quien dijo que le dijo a Dermer que la
aceptación de una invitación de Boehner sin pasar por la Casa Blanca fue una
violación del protocolo por parte de Netanyahu.
Manchin
reveló que le dijo a Dermer que asistiría el discurso del primer ministro en el
Congreso, pero no se comprometió en apoyar ninguna propuesta de bloqueo del
acuerdo.
Dermer pasó
el día siguiente tratando de controlar los daños con la senadora Kirsten Gillibrand, demócrata por Nueva York, dijeron
asesores del Congreso.
Dos días más
tarde, Dermer se reunió con la senadora Dianne
Feinstein de California, la principal demócrata en el Comité de
Inteligencia del Senado, en la casa de ella en Washington, DC. El diplomático
presionó por el apoyo de la senadora, porque sabía que ella también estaba
molesta por la visita de Netanyahu.
Luego de la
reunión, Feinstein dijo que se opondría a la legislación que permita al
Congreso a votar en contra de un acuerdo.
Asesores del
Congreso y funcionarios israelíes dicen ahora que la coalición que armó Israel
en el Congreso no cuenta con los votos necesarios para aprobar una ley que
supere un posible veto presidencial, aunque eso podría cambiar. Funcionarios
israelíes dijeron que Netanyahu estaba buscando otras maneras de presionar a la
Casa Blanca.
Esta semana,
Netanyahu envió una delegación a Francia, que ha
estado más alineada con Israel en las conversaciones
nucleares y que podría arrojar obstáculos en el camino de Obama antes de
firmar un acuerdo. El gobierno de Obama, por su parte, está buscando una mayor
comunicación con París para contrarrestar la ofensiva israelí.
“Si usted se pregunta
si algo grave ha pasado aquí, la respuesta es sí”, dijo un alto funcionario
estadounidense. “Estas cosas dejan cicatrices.”
Escriba a
Adam Entous en adam.entous@wsj.com.
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