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martes, 24 de marzo de 2015

Israel espió las negociaciones nucleares entre EE.UU. e Irán para darles la información a los republicanos y sabotear las negociaciones de EEUU con Irán. EEUU gasta más en defenderse del espionaje israelí que del espionaje chino.// por el corresponsal de seguridad nacional Adam Entous del WSJ

Israel espió las negociaciones nucleares entre EE.UU. e Irán para darles la información a los republicanos y sabotear las negociaciones de EEUU con Irán. EEUU gasta más en defenderse del espionaje israelí que del espionaje chino.

Nota del autor del blog: Francia se opone vehementemente, pues su gran negocio, es enriquecimiento de uranio para reactores y así las centrifugadoras de Irán venderían más barato que la de los franceses.

http://lat.wsj.com/articles/SB11176737279175213769504580538843900202492?tesla=y


Adam Entous

Nota del autor del blog: creo es corresponsal de seguridad nacional.


Actualizado martes, 24 de marzo de 2015 19:45 EDT




Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel. Associated Press




http://antisec-security.blogspot.com/2013_12_01_archive.html

Nota del autor del blog : no es como dice la figurita, es decir. el cilindro gira alrededor de su eje y el gas o liquido  mas pesado no va al fondo sino a la pared del cilindro por la fuerza centrifuga y el gas o liquido menos denso o el UF6 de U235 se queda casi en el je del cilindro y este liquido ligeramente enriquecido va a otro cilindro centrifugador y luego a otro y así se enriquece mas y mas .el lector dirá ¿ y porque no se mete a un solo centrifugador que gire  a mil millones  revoluciones por segundo y así se mete el liquido o gas y de frente sale la bomba atómica?, pues, le diré que creo, no se inventa esa técnica todavía.





El año pasado, poco después de que Estados Unidos y otras grandes potencias entablaran negociaciones con Irán para frenar el programa nuclear de ese país, altos funcionarios de la Casa Blanca se dieron cuenta de que Israel estaba espiando las conversaciones que se hacían a puertas cerradas.

La operación de espionaje fue parte de una campaña más amplia del gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para infiltrarse en las negociaciones y conseguir información que le permitiera construir un argumento contra los términos del acuerdo, dijeron funcionarios y ex funcionarios estadounidenses.

Además de las escuchas, Israel obtuvo inteligencia a través de informes confidenciales estadounidenses y de informantes y contactos diplomáticos europeos, añadieron las fuentes.

Israel negó haber espiado directamente a los negociadores de EE.UU. con Irán y dijo haber conseguido información por otros medios, incluyendo la vigilancia de las comunicaciones entre líderes iraníes que comentaban las últimas ofertas occidentales.

“Israel no espía a Estados Unidos, punto, signo de exclamación’’, insistió el martes a Radio Israel Yuval Steinitz, ministro de Inteligencia y Asuntos Estratégicos. “El que publicó esas falsas acusaciones posiblemente quería dañar la excelente cooperación de inteligencia entre nosotros y EE.UU.”.

El espionaje en sí no irrita tanto a la Casa Blanca tanto como el hecho de que Israel haya intercambiado información privilegiada con legisladores estadounidenses y otros para socavar el apoyo a un ambicioso acuerdo destinado a limitar el programa nuclear de Irán, dijeron funcionarios y ex funcionarios estadounidenses.


“Una cosa es que EE.UU. e Israel se espíen mutuamente. Otra muy distinta es que Israel robe secretos de EE.UU. y los comparta con legisladores estadounidenses para socavar la diplomacia estadounidense”, aseveró un alto funcionario de EE.UU.


EE.UU. e Israel son aliados de larga data que intercambian de forma rutinaria información sobre amenazas de seguridad, pero a veces actúan tras bambalinas como espías rivales. La Casa Blanca ha tolerado en general el espionaje israelí de funcionarios estadounidense e Israel ha hecho lo mismo cuando la situación es la inversa.


La Casa Blanca descubrió la operación cuando agencias de inteligencia estadounidenses que estaban haciendo espionaje contra Israel interceptaron comunicaciones entre los funcionarios de ese país en las que se trataban detalles que sólo podrían haber surgido de las conversaciones diplomáticas confidenciales, indicaron personas al tanto de la operación.

Los funcionarios europeos, en particular los franceses, han sido también más abiertos con Israel acerca de las negociaciones secretas que los estadounidenses, dijeron funcionarios israelíes y estadounidenses.


A principios de año, Netanyahu y el embajador israelí en Washington, Ron Dermer, vieron que se estaba cerrando la ventana para aumentar la presión sobre Obama antes de que se cumpliera un plazo clave a finales de marzo, dijeron fuentes israelíes.


Usando resortes exclusivos de la influencia política de Israel en EE.UU., Netanyahu y Dermer calcularon que una campaña de lobby en el Congreso antes de que se hiciera público un anuncio, mejoraría las posibilidades de aniquilar o reformular cualquier acuerdo. Sabían que la intervención dañaría las relaciones con la Casa Blanca, pero decidieron que era un costo aceptable, afirmaron autoridades israelíes.


La campaña, sin embargo, podría no haber funcionado tan bien como se esperaba, dicen funcionarios israelíes, porque terminó irritando a muchos demócratas en el Congreso, legisladores con cuyo apoyo Israel contaba para bloquear un pacto.

Funcionarios del gobierno de Barack Obama, distanciándose de su habitual definición del vínculo entre ambos países como inquebrantable, han expresado fuertes críticas hacia Netanyahu y Dermer a la hora de describir cómo ha cambiado la relación.


“La gente se siente personalmente traicionada”, dijo un alto funcionario del gobierno de Obama. “Los israelíes deben ser muy cuidadosos porque muchas de esas personas no sólo estarán [en el Congreso] durante esta administración, sino posiblemente también en la próxima”.


Esta nota está sustentada por entrevistas con más de una docena de funcionarios actuales y pasados de inteligencia, políticos y autoridades tanto estadounidenses como israelíes.

La desconfianza entre Netanyahu y Obama ha ido creciendo durante años, pero se agravó cuando Obama inició conversaciones secretas con Irán en 2012. El presidente no le informó previamente a Netanyahu porque estaba preocupado por posibles filtraciones, lo que contribuyó a abonar el terreno para el actual estancamiento de las relaciones bilaterales, afirmaron funcionarios y ex funcionarios estadounidenses e israelíes.


Funcionarios estadounidenses dijeron que hace mucho tiempo que Israel encabeza la lista de países que espía agresivamente a EE.UU., junto con China, Rusia y Francia. EE.UU. gasta más recursos de contrainteligencia defendiéndose de las operaciones de espionaje israelíes que de cualquier otro aliado cercano, dijeron fuentes estadounidenses. Estas acusaciones son vehemente desmentidas por Israel.

Actuales y pasados funcionarios israelíes dijeron que sus agencias de inteligencia redujeron el espionaje sobre funcionarios de EE.UU. luego de que el estadounidense Jonathan Pollard fuera condenado a 30 años de cárcel por pasar secretos a Israel.

Aunque los funcionarios estadounidenses no pueden ser blancos directo de espionaje, las agencias israelíes de inteligencia escuchan las comunicaciones entre funcionarios de EE.UU. y bancos del espionaje israelí, entre ellos Irán, afirmaron funcionarios y ex funcionarios.

Esto no debería sorprender a los estadounidenses, dijo una persona familiarizada con esta práctica israelí, ya que las agencias de inteligencia de EE.UU. ayudaron a Israel a establecer un sistema para escuchar las comunicaciones iraníes de alto nivel.


A medida que las conversaciones secretas con Irán avanzaban en 2013, las agencias de inteligencia de EE.UU. comenzaron a supervisar las comunicaciones de Israel para ver si el país sabía de las negociaciones. Obama no reveló a Netanyahu la existencia de estas conversaciones sino hasta septiembre de 2013.

Los funcionarios israelíes, quienes dijeron que ya se habían enterado de los diálogos a través de sus propios canales, dijeron a sus contrapartes estadounidenses que estaban molestos por haber sido excluidos. “’¿Acaso el gobierno realmente pensó que no nos íbamos a enterar?’”, manifestaron los israelíes, según un ex funcionario estadounidense.

El episodio ratificó en Netanyahu la idea de que Obama estaba empeñado en conseguir un acuerdo con Irán sirviera o no a los intereses de Israel, dijeron funcionarios israelíes. Fuentes de la administración Obama indicaron que el presidente se comprometió a impedir que Irán desarrolle armas nucleares.

Dermer inició el lobby de los legisladores estadounidenses justo antes de que EE.UU. y otras potencias firmaran un acuerdo provisional con Irán en noviembre de 2013. El Sr. Netanyahu y Dermer acudieron al Congreso después de ver que tenían poca influencia en la Casa Blanca.


Antes de que el acuerdo provisional se hiciera público, Dermer ofreció a los legisladores el análisis de Israel: La oferta de Estados Unidos socavaría drásticamente las sanciones económicas contra Irán, de acuerdo con funcionarios del Congreso que participaron de esas conversaciones.

Luego de enterarse de estas conversaciones, la Casa Blanca envió a funcionarios de alto nivel para contrarrestar el lobby de Dermer. Su mensaje: Israel multiplicaba hasta por diez el impacto que el acuerdo tendría sobre el alivio de las sanciones, dijeron participantes de la reunión.


Cuando la próxima ronda de negociaciones con Irán comenzó en Suiza el año pasado, agentes de contrainteligencia estadounidenses dijeron a los miembros del equipo negociador de EE.UU. que Israel probablemente trataría de interceptar sus comunicaciones, dijo un alto funcionario del gobierno de Obama.

EE.UU. comparte rutinariamente información con sus homólogos europeos y de otros países para coordinar las posiciones de negociación. Aunque los funcionarios de inteligencia estadounidenses creen que las comunicaciones de EE.UU. están relativamente a salvo de interferencias israelíes, consideran que las de sus colegas europeos son vulnerables.

Netanyahu y sus principales asesores recibieron información confidencial sobre la marcha de las conversaciones de Ginebra desde la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos Wendy Sherman y otros funcionarios estadounidenses, que estaban al tanto de que la inteligencia israelí trataría de llenar todo posible vacío informativo.

No obstante, la Casa Blanca terminó interrumpiendo esas comunicaciones por temor a las filtraciones de información sensible.


Funcionarios israelíes actuales y pasados resaltaron que sus agencias de inteligencia pueden obtener gran parte de la información que buscan apuntando a las conversaciones de funcionarios iraníes y otros en la región.

En noviembre, los israelíes se enteraron del contenido de una propuesta de acuerdo de EE.UU. que fue en última instancia rechazada por Irán, afirmaron funcionarios israelíes y estadounidenses. Funcionarios israelíes dijeron a sus contrapartes de Estados Unidos las condiciones ofrecían protecciones insuficientes a Israel.

EE.UU. exhortó al gobierno de Israel a dar a las negociaciones una oportunidad. Pero los principales asesores de Netanyahu concluyeron que el nuevo acuerdo era inaceptable. La Casa Blanca estaba haciendo demasiadas concesiones, dijeron funcionarios israelíes, mientras que los iraníes se mantenían firmes.

Funcionarios del gobierno de Obama rechazan esa opinión y enfatizan que Israel estaba haciendo demandas imposibles que Irán nunca aceptaría. “El presidente ha dejado en claro una y otra vez que la falta de un acuerdo es mejor que un mal acuerdo”, dijo un alto funcionario estadounidense.

En enero, Netanyahu expresó a la Casa Blanca la intención de oponerse al acuerdo de Irán, pero no explicó cómo lo haría, dijeron funcionarios estadounidenses e israelíes.

El 21 de enero, presidente de la Cámara de Representantes John Boehner (Republicano de Ohio) anunció que Netanyahu se dirigiría a una sesión plenaria del Congreso. Ese mismo día, Dermer y otros israelíes visitaron el Capitolio para informar a los legisladores y asesores, en busca de una consolidar una coalición bipartidista lo suficientemente amplia como para bloquear o modificar cualquier pacto.

La mayoría de los republicanos ya estaban dispuestos a desafiar a la Casa Blanca en las negociaciones, por lo que Dermer se centró en los demócratas. “Este acuerdo es malo”, dijo en una reunión informativa, según legisladores que participaron en ella.


Un portavoz de la embajada israelí en Washington, Aaron Sagui, dijo que Dermer no lanzó una campaña especial el 21 de enero, sino que ha tenido “constantemente informados a republicanos y demócratas, senadores y congresistas, sobre las preocupaciones de Israel respecto a las negociaciones de Irán durante más de un año”.

Durante las siguientes semanas, Dermer y otros funcionarios israelíes dieron a los legisladores y sus asesores información que la Casa Blanca estaba tratando de mantener en secreto, incluyendo que el nuevo acuerdo permitiría a Irán operar alrededor de 6.500 centrifugadoras, dispositivos utilizados para procesar los materiales nucleares, dijeron funcionarios del Congreso que acudieron a esos encuentros.

Los funcionarios israelíes dijeron a los legisladores que el acuerdo también permitiría a Irán contar con avanzadas centrifugadoras IR-4, que podrían procesar combustible a gran escala, afirmaron participantes y funcionarios de la administración. Fuentes israelíes indicaron que ese combustible, que bajo el acuerdo sería destinado a las plantas de energía, podría usarse algún día para construir bombas nucleares.

Toda esa información, dijeron los funcionarios israelíes, era bien conocida por los países participantes en las negociaciones.

Cuando se les preguntó en febrero, durante una reunión informativa, dónde habían obtenido esa información privilegiada, los funcionarios israelíes dijeron que sus fuentes fueron los gobiernos francés y británico, así como su propia inteligencia, según participantes de esa reunión.

“El embajador Dermer nunca compartió información confidencial de inteligencia con los miembros del Congreso”, enfatizó Sagui. “Sus informes no incluyeron detalles específicos de las negociaciones, tales como la duración del acuerdo o el número de centrifugadoras que Irán podría mantener”.

Funcionarios estadounidenses actuales y pasados confirmaron que el número y el tipo de centrifugadoras citados en las reuniones informativas eran parte de las discusiones. Sin embargo, manifestaron que los informes eran engañosos porque los funcionarios israelíes no dieron a conocer las concesiones hechas por Irán, como la entrega de materiales nucleares y la modificación de las centrifugadoras para reducir la velocidad de salida, dijo una de las fuentes.

El gobierno estadounidense no comentó a los legisladores el número de centrifugadoras y otros detalles porque en aquel momento la información estaba clasificada y los detalles del pacto estaban todavía en discusión, dijeron funcionarios y ex funcionarios estadounidenses.

Los informes a miembros del Congreso y la decisión del primer ministro Netanyahu de hablar en una sesión conjunta del Capitolio acerca del acuerdo que se estaba negociando provocaron la reacción violenta de muchos legisladores demócratas, dijeron asesores del Congreso.

El 3 de febrero, Dermer se reunió con el senador Joe Manchin, un demócrata de Virginia Occidental, quien dijo que le dijo a Dermer que la aceptación de una invitación de Boehner sin pasar por la Casa Blanca fue una violación del protocolo por parte de Netanyahu.

Manchin reveló que le dijo a Dermer que asistiría el discurso del primer ministro en el Congreso, pero no se comprometió en apoyar ninguna propuesta de bloqueo del acuerdo.

Dermer pasó el día siguiente tratando de controlar los daños con la senadora Kirsten Gillibrand, demócrata por Nueva York, dijeron asesores del Congreso.

Dos días más tarde, Dermer se reunió con la senadora Dianne Feinstein de California, la principal demócrata en el Comité de Inteligencia del Senado, en la casa de ella en Washington, DC. El diplomático presionó por el apoyo de la senadora, porque sabía que ella también estaba molesta por la visita de Netanyahu.

Luego de la reunión, Feinstein dijo que se opondría a la legislación que permita al Congreso a votar en contra de un acuerdo.

Asesores del Congreso y funcionarios israelíes dicen ahora que la coalición que armó Israel en el Congreso no cuenta con los votos necesarios para aprobar una ley que supere un posible veto presidencial, aunque eso podría cambiar. Funcionarios israelíes dijeron que Netanyahu estaba buscando otras maneras de presionar a la Casa Blanca.

Esta semana, Netanyahu envió una delegación a Francia, que ha estado más alineada con Israel en las conversaciones nucleares y que podría arrojar obstáculos en el camino de Obama antes de firmar un acuerdo. El gobierno de Obama, por su parte, está buscando una mayor comunicación con París para contrarrestar la ofensiva israelí.

“Si usted se pregunta si algo grave ha pasado aquí, la respuesta es sí”, dijo un alto funcionario estadounidense. “Estas cosas dejan cicatrices.”

Escriba a Adam Entous en adam.entous@wsj.com.




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