Simplificaciones,
trampas y mentiras en Irak// análisis por Moisés Naìm
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/21/actualidad/1403368560_616295.html
Las acusaciones a Obama por la
inacción en Oriente Medio son de un simplismo enorme y peligroso
MOISÉS
NAÍM
22
JUN 2014 - 00:07 CET49
“Los líderes del Partido Republicano están
frustrados por el fracaso del presidente Obama en encontrar una solución al
conflicto entre suníes y chiíes… Lo único que le pedimos al presidente en la
reunión en la Casa Blanca fue que acabara con esta reyerta religiosa que
comenzó en el año 632. ¿Y que nos ofreció el presidente? Nada”, afirmó
molesto el senador Mitch McConnell. “Este conflicto lleva más de 1.500 años”,
añadió John Boehner, jefe de los republicanos en la
Cámara de Representantes. “Esto quiere decir que el presidente Obama ha
tenido tiempo suficiente para resolverlo”.
La cita
anterior es una broma inventada por el humorista Andy Borowitz.
Esta, en
cambio, fue planteada muy seriamente por Dick Cheney
en un artículo que publicó con su hija Liz:
“Pocas veces ha estado
un presidente de Estados Unidos tan equivocado sobre tantas cosas a expensas de
tanta gente… Las acciones de Obama, antes y después de los recientes avances de
los yihadistas del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) en Irak, han
agravado la amenaza a la seguridad de EE UU… El presidente Obama parece estar
decidido a dejar el cargo habiendo degradado a América… Va camino de asegurar
que su legado sea el de un hombre que traicionó nuestro pasado y dilapidó
nuestra libertad”.
La ironía de
que el acusador sea uno de los responsables de la catastrófica invasión de Irak
es solo superada por su desfachatez.
El artículo
ha provocado un alud de reacciones, recordando los muchos y trágicos errores de Cheney:
“No hay duda de que
Sadam tiene armas de destrucción masiva”.
“Seremos recibidos como
libertadores”.
“No necesitaremos dejar
muchos soldados en Irak después de la invasión”.
“Suníes, chiíes y
kurdos vivirán armónicamente en democracia”.
“Los extremistas en la región se verán obligados
a repensar su estrategia de yihad”.
Estos, entre
otros. Es obvio que el artículo va más dirigido a influir en la política
interna de Estados Unidos que en la política en Oriente Próximo.
Cheney se dirige a quienes “ya saben” que Obama es un pésimo presidente
cuyas decisiones suelen ser erradas.
Y así,
Cheney y su hija se unen a la larga lista de quienes ofrecen soluciones a la
situación en Siria e Irak, soluciones que, según los críticos, al presidente y
a su equipo no se le ocurren, no entienden, no saben ejecutar o, como dice
Cheney, Obama rechaza porque está empeñado en degradar la influencia de su
país.
Lo
interesante de las recomendaciones para resolver la complicadísima situación es
que no solamente vienen de los republicanos, sino también de miembros de su
partido.
Una de las
críticas más comunes es que Obama no ha armado a la oposición siria que lucha
contra Bachar el Asad. “Armar a los moderados” es el mantra
de quienes acusan a Obama de haber abandonado Siria.
También lo
acusan de haber abandonado Irak:
los críticos
insisten en que Obama no debió retirar todas sus tropas y que, por el
contrario, debió dejar un contingente para hacer frente a emergencias
militares.
¿Y qué recomiendan hacer ahora en
Irak?
Atacar con
drones al EIIL que, desde Siria, invade Irak.
También
proponen deponer al primer ministro chií Nuri al Maliki, reemplazándolo por un
líder menos sectario que provenga del consenso entre los grupos suníes, chiíes
y kurdos.
El problema
con estas recomendaciones es que son de un simplismo enorme, y peligroso. Y
todas suponen que Obama y Estados Unidos tienen más poder, capacidades y
conocimientos de lo que la experiencia reciente ha demostrado reiteradamente.
“Armar a los moderados
en Siria” supone
que EE UU sabe quiénes son y puede garantizar que las armas que va a
suministrar no caerán en manos enemigas.
Esto a pesar
de que algunos efectivos del EIIL ya han sido vistos portando equipos que
Washington había enviado a los supuestos moderados.
Dejar
tropas americanas en Irak se hizo imposible una vez que el Gobierno de Al
Maliki, bajo presión de Irán, se negó a permitirlo. “Drones contra fanáticos”
es otra idea que dista mucho de ser una solución mágica a problemas políticos
que no se resuelven con robots.
Quizás habrá
que usarlos para detener al EIIL pero, como se ha visto en Afganistán, no resuelven el problema y crean otros.
Lo mismo
vale para la propuesta de sacar a Al Maliki del poder. Es inevitable, pero con
su salida no desaparece la endemoniada política entre las sectas y tribus iraquíes.
Según el humorista Borowitz, el único
consenso que hay entre estos grupos es que Cheney se calle.
Y no es mala
idea que también sean más parcos quienes tienen soluciones “obvias” que suponen
que el Gobierno de Estados Unidos todo lo sabe y todo lo puede. Actuar a partir
de esa suposición es lo que ha debilitado a la superpotencia.
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