En
Irak, "todo lleva a una escalada de violencia" análisis alemán del
Deutsche Welle
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Tras las
ocupaciones de los guerrilleros del ISIS, la inestabilidad campea en Irak. Las
estrategias del gobierno no podrán tranquilizar la situación, dice el experto en Oriente Medio
Günter Meyer.
ISIS Kämpfer
Checkpoint bei Mosul 11.06.2014 Karussel
Mosul, la
segunda ciudad más grande de Irak, está bajo control de los rebeldes radicales
islamistas desde el martes (10.06.2014). Por el momento, ya iniciaron el camino
a otras ciudades, entre ellas, Bagdad. Desde principios de este año, los
guerrilleros sunitas ocupan la ciudad Faluya y parte de la provincia de Anbar.
Tras los ataques está el grupo Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS).
Günter Meyer, de la Universidad de Maguncia.
Günter
Meyer, de la Universidad de Maguncia.
Deutsche
Welle: ¿Por qué no
termina de controlar el terror en Irak el presidente Nuri Al-Maliki?
Prof. Günter Meyer: Sobre todo porque tras la retirada
de tropas de los Estados Unidos en el año 2011, él hizo todo lo posible para
desviar el poder a los territorios chiítas. Ahora estamos viviendo una lucha
brutal bajo la batuta del presidente Al-Maliki, que intenta situar en las posiciones
de liderazgo al pueblo chiíta, otrora oprimido bajo el régimen de Saddam
Hussein. En estas circunstancias tenemos que observar la situación en el
noroeste del país, en los territorios de los sunitas árabes. En 2007, fue el
punto álgido de atentados de terroristas sunitas contra tropas estadounidenses
y el gobierno.
Entonces,
los estadounidenses embarcaron en su causa al pueblo que vivía en los
territorios sunitas para que se uniesen a los jefes de las tribus. Gratificaron
a los guerrilleros de las tribus por su éxito contra los militantes sunitas de
Al Qaeda en Irak. Cuando los estadunidenses se marcharon, Al-Maliki ni siquiera
pensó en continuar con este apoyo de los sunitas. Tampoco contempló las
propuestas de puestos de trabajo para los miembros de estas tribus sunitas. En
vez de eso, comenzó una discriminación masiva contra el pueblo sunita.
En el pasado, Al-Maliki utilizó
principalmente la fuerza militar para evitar los ataques de sus contrarios.
Esta vez, los soldados se retiraron. ¿Qué ha pasado?
En Mosul
vimos cómo cientos de guerrilleros del ISIS entraron en la ciudad y la tomaron
a pesar de que muchos militares estaban allí estacionados. Este éxito del ISIS
se puede aclarar debido a que aquí la mayoría de habitante son sunitas que
consideran al gobierno provincial como un gobierno de ocupación en manos de
chiitas. Mientras, en los alrededores, las tribus sunitas son mayoría. La gente
no simpatiza con los objetivos de los atacantes. Pero en parte, están detrás de
los guerrilleros del ISIS porque estos últimos sí les protegen contra el
gobierno antisunita de Bagdad.
¿Se podría impresionar al ISIS si
Al-Maliki hiciese concesiones a la minoría sunita?
Creo que la
situación ya está tan avanzada que el ISIS no se dará por satisfecho con eso.
Consiguieron enormes éxitos militares y tienen el apoyo de una gran parte del
pueblo. No pensarán en llegar a un compromiso que se oponga a su objetivo de
constituir un califato islamista.
Estados
Unidos ofreció ayuda, Bagdad pidió a los kurdos del Norte que enviasen sus
milicias a Mosul y Al-Maliki quiere armar al pueblo para marchar contra los
guerrilleros del ISIS. ¿Podría tener éxito alguna de estas estrategias para
recuperar los territorios ocupados?
Estados
Unidos ya entregó armas a Al-Maliki hace meses, tras la ocupación de Faluya y
Ramadi, para contrarrestar a los terroristas. Mucho más no podrá hacer. Tampoco
se puede contar con el apoyo del Kurdistán. En las últimas semanas aumentaron
los enfrentamientos entre el gobierno de Bagdad y los exportadores de petróleo
de la zona kurda. Los kurdos construyeron su propio oleoducto y exportan
petróleo a través de Turquía hacia el Mediterráneo. El gobierno iraquí intenta
evitar que los consorcios internacionales compren el petróleo. El conflicto
entre el Kurdistán autónomo y Bagdad indica que los kurdos no acudirán a ayudar
a las tropas gubernamentales en Mosul. La llamada a las milicias populares
tampoco ayuda a los sunitas del norte. Las tribus allí presentes no querrán ser
quienes apaguen el fuego encendido por el gobierno antisunita.
¿Qué posibilidades de negociación
tiene el presidente?
Solicitó que
el Parlamento aprobase la entrada de la ley de emergencia, es decir, el derecho
de guerra. El jueves se decidirá sobre ello. Si además entran los
estadounidenses actuando con sus tropas contra el pueblo sunita, la resistencia
del norte aumentará. Además, hay que contar con la situación geoestratégica.
Al-Maliki tiene el apoyo de la cúpula iraní y coopera estrechamente con el
gobierno sirio. Para los guerrilleros del ISIS, el eje chiíta que va desde
Teherán y Bagdad hasta Damasco y el sur del Líbano sirve para bloquear sus
apoyos. En gran parte, la financiación y las armas procedentes de Arabia Saudi.
También Turquía tiene interés en debilitar a los chiitas. Sus armas pasan a
Siria para terminar después en manos de los guerrilleros del ISIS. Esta
relativamente claro por dónde prende la marcha de los rebeldes sunitas en Irak.
¿Qué pasará en Irak en las próximas
semanas o meses?
No creo que
exista posibilidad alguna para tranquilizar la situación. Al contrario, todo
parece indicar que habrá una escalada de la lucha de podres entre sunitas,
chiítas y kurdos. La guerra civil en Irak, que podría derivar en el final de la
unidad nacional, ya ha empezado. Y no creo que este conflicto pueda ser
solucionado pro la vía pacífica.
Prof.
Günter Meyer es profesor
de geografía en la Universidad de Maguncia y director del Centro de
Investigación para el Mundo Árabe.
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