Informe
del WSJ recomienda ahorrar en pesos mexicanos, en zlotys polacos y en Wones surcoreanos
y evitar comprar rublos rusos, rands sudafricanos, liras turcas, yenes japoneses y sobre todo deshacerse
de pesos chilenos que prevé se desplomara, asimismo pide observar el desempeño
del real brasileño y las rupias tanto de Indonesia como de la India que podría ser
una buena alternativa.
No
todas las divisas emergentes son iguales
http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303580504579634843315911038?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303580504579634843315911038.html
Los gestores de fondos recomiendan
invertir en el peso mexicano, pero tener cuidado con el peso chileno, entre
otros
Por Erin McCarthy
June 20,
2014 12:02 a.m. ET
Las reformas
aprobadas en México y la cercanía del país a EE.UU. aumentan el atractivo del peso.
Bloomberg News
Inversionistas
y analistas aún piden cautela a la hora de invertir en las monedas de los
mercados emergentes, pese a los avances que muchas de ellas han registrado en
los últimos meses.
Las divisas
emergentes fueron impactadas por una venta generalizada a principios de año, en
medio de las tensiones políticas en Turquía y Ucrania,
que tuvieron como consecuencia precios muy bajos que atrajeron a algunos
inversionistas e impulsaron monedas como la lira turca.
No obstante,
la clase de activos en general sigue necesitando vigilancia debido a sus
marcadas oscilaciones.
"En los mercados
emergentes ya no estamos en un mundo donde simplemente seguimos al mercado de
forma pasiva", afirma Robert Abad, quien ayuda a
supervisar US$53.000 millones en activos de mercados emergentes de Western Asset Management, de Legg Mason. LM -0.08%
Un favorito claro es el peso mexicano, que
en los últimos tres meses acumula un alza de alrededor de 2,2% contra el dólar.
Durante los
últimos doce meses, México aprobó reformas
importantes en sus sectores de
telecomunicaciones y energía en un intento por impulsar la inversión
extranjera.
Además, la
persistente recuperación económica de Estados Unidos —el mayor socio comercial
de México— sienta las bases para un crecimiento más sólido en la segunda
economía de América Latina, señalan los analistas.
"Mientras el
impulso económico de EE.UU. siga siendo positivo (...) eso es positivo para
México",
dice Abad, cuya firma posee pesos mexicanos.
No obstante,
algunas de las monedas de mejor desempeño desde que amainó la ola de ventas
generalizadas de fines de enero son las que poseen los fundamentos más débiles,
según analistas. Inversionistas como Abad recomiendan optar sólo por lo que
consideran las apuestas más confiables, como el peso
mexicano, el won surcoreano y el zloty polaco. La lista de monedas que
no recomiendan es más larga y es encabezada a menudo por la lira turca y el rublo ruso.
Eso se debe
a que numerosas monedas de mercados
emergentes siguen siendo presa de la incertidumbre política, conforme
protestas y tensiones geopolíticas han surgido en lugares como Turquía, Ucrania y Tailandia.
Mientras tanto, los déficits de
cuenta corriente de algunos países se abultan, lo que significa que importan
más de lo que exportan.
La
desaceleración de la economía china no ayuda, ya que se ha traducido en una
menor demanda por las materias primas que producen muchos países en desarrollo.
El won y el zloty también están posicionados para
beneficiarse de un mayor crecimiento en las economías desarrolladas, según los
inversionistas. EE.UU. y la zona euro, que registran señales de una mejora
económica gradual, son destinos clave para las exportaciones surcoreanas de
manufacturas y tecnología.
Eso debería
sustentar el superávit de cuenta corriente de la economía asiática, una de sus
mayores virtudes. Se prevé que la economía polaca reciba un impulso de
cualquier repunte en Europa Occidental, que
debería apuntalar la demanda de su moneda y activos relacionados, sostienen
inversionistas.
"Seguimos creyendo
en la tesis subyacente de que los mercados desarrollados ayudarán a ciertos
mercados emergentes", dice Imran Ahmad, un gestor
de portafolio del equipo de divisas de J.P. Morgan
Asset Management, que administra unos US$1,6 billones (millones de millones).
Su equipo prefiere apostar al won coreano contra el yen
japonés, y los zlotys y pesos mexicanos son parte de su cartera.
También
podrían registrar avances monedas de mercados en desarrollo que arrojan más
retornos, como el real, la rupia de Indonesia y la
rupia de India.
Las tasas de
interés bajas en una economía estadounidense que crece en forma moderada y en
la zona euro podrían ayudar a atraer a los inversionistas hacia esas monedas
con mayores retornos, dice Win Thin, director global de estrategia de divisas
de mercados emergentes en Brown Brothers Harriman.
No obstante,
los analistas advierten que los inversionistas deben conservar una distancia
segura con monedas como la lira turca, el rublo y el peso
chileno, entre otras. En el caso de Chile
—el mayor productor mundial de cobre— una menor expansión y la demanda global
decreciente de commodities brindan una perspectiva
sombría para la moneda.
La lira y el
rublo, en tanto, enfrentan una batalla en dos frentes: ambas se debilitaron
debido a las tensiones políticas en el último año, pero sus economías también
tienen una debilidad subyacente que podría ser aún más preocupante a largo
plazo, según inversionistas. En los últimos seis meses, la lira cayó alrededor de 3% frente al dólar, mientras el rublo
cedió casi 5%, según FactSet.
En Turquía se han producido reiteradas manifestaciones
contra el gobierno desde mediados del año pasado y sus elecciones
presidenciales están programadas para agosto.
Aunque la
moneda ha recuperado algunas pérdidas en los últimos meses, la brecha en la
cuenta corriente turca sigue siendo amplia y el Fondo Monetario Internacional
prevé que su crecimiento se desacelere a 2,3%
este año, desde una estimación de 4,3% en 2013.
A su vez,
las tensiones geopolíticas de Rusia con Ucrania
siguen presentes, y son un obstáculo para la confianza en ambos mercados.
Los inversionistas también deberían tener
cuidado con la fuga de capitales y un superávit de cuenta corriente que se
reduce, advierten los gestores de fondos.
En los
primeros cuatro meses del año, los
capitales que salieron de Rusia superaron a los que entraron por más de
US$67.000 millones, más que en todo 2013.
El rublo "fue aniquilado" durante el último
año, dice Alessio de Longis, estratega macro de OppenheimerFunds
Global Multi-Asset Group y gestor de portafolio del Oppenheimer Currency Opportunities Fund, que
administra unos US$49,2 millones. "No veo motivos para un cambio (en su
desempeño)", sostiene.
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