Alemania
reprende a Reino Unido por su ultimátum contra Juncker (el candidato de Merkel a la presidencia de Europa)
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/10/actualidad/1402396282_864027.html
La canciller
alemana se reúne en Suecia con tres líderes
europeos críticos con el luxemburgués
CLAUDI PÉREZ Bruselas
10 JUN 2014 - 21:20 CET84
Rutte,
Merkel, Reinfeldt y Cameron, este martes en Suecia. / REUTERS
La dueña de
la llave de casi todo en la Unión, la canciller alemana Angela Merkel, despachó ayer sin miramientos el ultimátum del
primer ministro británico, David Cameron, sobre la salida del Reino Unido de la
UE si el líder conservador —y federalista convencido— Jean-Claude
Juncker es el próximo presidente de la Comisión
Europea. “Las amenazas no forman parte del espíritu europeo”, dijo la
canciller. Merkel propinó así un sonoro revés en público a Cameron, que
aspiraba a convencer a la canciller de que el candidato del PP no es la persona
idónea para llevar las riendas de la Comisión. “Ha habido demasiadas
declaraciones en los últimos días; tenemos que volver al camino responsable,
constructivo”, sostuvo Merkel en Harpsund
(Suecia), en una rueda de prensa en la que el británico ponía cara de
póquer a tres metros escasos de la mujer más poderosa de Europa.
Nota del autor del blog La comisión europea es
algo así como el poder ejecutivo en Perú. Y el presidente de la Comisión Europea es como
el presidente de Europa. Además el UkIP no es de Cameron.
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INFORMACIÓN
Merkel
y Cameron, junto al primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, y al holandés Mark
Rutte, participaron en una minicumbre para pactar una posición conjunta
del ala más liberal de Europa sobre las reformas que necesita la Unión en los
próximos cinco años.
Al menos en
público ese eje del Norte apenas hizo vagas referencias al respecto.
La
candidatura de Juncker —y la impetuosa
reacción de Londres, que ha conseguido ponerse en contra a casi todo el mundo
con la amenaza de veto— copó la mayor parte de la agenda.
El avance de
los partidos radicales en las elecciones europeas del 25 de mayo, con la
consiguiente erosión del bipartidismo, debería ser un revulsivo para aclarar
los próximos pasos de la construcción europea, pero las principales capitales,
la Eurocámara y el Consejo Europeo siguen absortos en la batalla política por
la presidencia de la Comisión, el puesto más
importante en Bruselas.
El tono de
ese debate baja ahora varios peldaños, y promete ir para largo. Merkel reiteró
su apoyo a Juncker, pese a que tiene problemas en casa porque ese respaldo
desprende el inconfundible aroma de las ambigüedades calculadas. "Juncker
es el candidato", dijo por enésima vez la canciller, que a su vez lleva
días insistiendo en un doble pero: Alemania no quiere
aislar a Reino Unido, y antes de ponerse a hablar de personas quiere
fijar "el contenido" de la agenda del sucesor de José Manuel Durão Barroso. Pero no hay casi nada sustantivo
en esa agenda, al menos por el momento, más allá de las "reformas",
ese cajón de sastre que significa algo distinto según quién lo mencione.
Suecia,
Reino Unido y Holanda
llevan meses anunciando que persiguen una repatriación de competencias; Alemania
es mucho menos clara al respecto.
Tanto, que
de la minicumbre se salió con lo de casi siempre: "Europa tiene que mejorar su
competitividad, apuntalar el mercado interior y extender el mercado único al
área digital y a otros servicios", resumió el anfitrión,
Reinfeldt, tradicional aliado de Cameron como uno de los máximos exponentes de
la agenda liberal de la Unión.
Frente a los
objetivos mil y una veces reiterados de las reformas y demás, media Europa está
ahora mismo pendiente del mercadeo de cargos en Bruselas. El sillón más
preciado es el de presidente de la Comisión, que a pesar del ninguneo de los
últimos años de crisis —con los Estados, y Alemania en particular, tomando las
riendas— sigue teniendo un papel fundamental en la futura configuración del
proyecto europeo.
Tras el
reproche de Merkel, también Cameron rebajó el tono, en unas declaraciones más
matizadas que las que ha realizado últimamente.
"Quiero que Reino
Unido siga dentro de una UE reformada. Pero la decisión la tomarán los
británicos en un referendo a finales de 2017",
declaró.
Cameron está tocado tras el mal resultado de los conservadores británicos,
terceros en las elecciones europeas por detrás del antieuropeo
UKIP y de los laboristas.
Obligado a navegar entre el discurso del líder eurófobo, Nigel Farage, y las exigencias de la
canciller Merkel, ayer encontró un término medio: aseguró que Londres cree que
la UE "debe cambiar en respuesta a la intranquilidad de los
electores". "Europa tiene que ser más abierta y necesita líderes capaces
de llevar a la UE en esa dirección; obviamente, el enfoque que adopte la Unión
entre ahora y el referendo de 2017 será muy importante", cerró.
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