La
caída en el precio del crudo impacta desde las aerolíneas a los agricultores
http://lat.wsj.com/articles/SB10268786047136994890804580267322468695474?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10268786047136994890804580267322468695474.html
Por
Susan
Carey,
Joseph
B. White y
Betsy
Morris
lunes,
10 de noviembre de 2014
0:02 EDT
Las
aerolíneas figuran entre los mayores beneficiarios de la reciente caída en los
precios del petróleo. Bloomberg News
La caída de
los precios del petróleo es una buena noticia para las aerolíneas,
las automotrices e incluso los agricultores de maíz de Estados Unidos, pero
si el descenso continúa también podría acarrear riesgos para otros sectores.
Los precios
del crudo han descendido cerca de 25% en apenas
cuatro meses y el martes pasado alcanzaron el nivel más bajo de los últimos
tres años, US$77,19 por barril en la Bolsa Mercantil de
Nueva York. El viernes, subieron a US$78,65.
El derrumbe
está generando dolores de cabeza en una industria estadounidense que se ha
expandido en los últimos años y podría perjudicar a los fabricantes que abastecen
a las energéticas.
No obstante,
también está reduciendo las facturas de combustible de las compañías de
transporte y los propios consumidores, quienes probablemente gastarán al menos
parte de los ahorros en bienes y servicios que impulsarán la economía.
El mayor beneficiario directo tal vez
sea la industria aérea.
El
combustible es el costo más importante de las aerolíneas estadounidenses, que
el año pasado destinaron un total de US$51.000 millones
al año a este segmento.
Airlines
for America, el principal
grupo del sector, estima que cada centavo de dólar que
varía el precio del galón equivale a US$190 millones en el gasto anual
de las empresas aéreas, según las actuales tasas de consumo.
Los precios del combustible de avión al
contado han caído cerca de 16% desde principios de septiembre, lo que, según
analistas, reduce en unos US$5.000
millones el gasto en 2015 que habían proyectado antes del reciente colapso
del crudo.
En el corto
plazo, esos ahorros “irán directamente a engrosar las ganancias”, afirma Scott Kirby, director general de American Airlines Group Inc.,
la mayor aerolínea estadounidense por tráfico.
De manera
similar, las compañías de envíos FedEx Corp. y United
Parcel Service Inc. se beneficiarán, al igual que la industria del
transporte por camión, que traslada 69% de todo el cargamento en términos de
tonelaje en EE.UU. Los menores costos del petróleo están contrarrestando el
aumento de los sueldos provocado por la escasez de conductores.
Las empresas
de envíos suelen traspasar los ahorros de combustibles a los clientes, pero no
de inmediato, lo que significa que podrían abultar sus utilidades. “Sin
dudas, si los precios se mantienen así de bajos, sería un beneficio para el
cuarto trimestre”, reconoció Kurt Kuehn,
director financiero de UPS, en una entrevista el mes pasado.
El
abaratamiento del crudo también favorece a los agricultores, y no sólo porque
gastan menos en combustible para sus tractores. Si la caída en los precios lleva a los estadounidenses a consumir más
gasolina, eso estimularía la demanda de etanol. Los productores de este
aditivo del combustible son uno de los mayores usuarios de maíz del país.
Los bajos
precios de la gasolina también ayudan a las automotrices, ya que alientan a los
consumidores a comprar más pickups y todoterrenos, que en general dejan mayores
márgenes de ganancia que los autos pequeños.
No obstante,
la debilidad en los precios del crudo puede ser contraproducente. En el caso de
las automotrices, el gobierno exige que mejoren el promedio de economía de
combustible de sus autos y camionetas en EE.UU. cada año para alcanzar la meta de 54,5 galones por milla (unos 23 kilómetros por
litro) para 2025. Eso requiere vender muchos autos pequeños, vehículos
eléctricos y modelos más grandes fabricados con materiales livianos y otros
componentes para ahorrar combustible. “Se está convirtiendo en una estampida que
se aleja de la eficiencia de combustible”, advierte Mike Jackson, presidente ejecutivo de AutoNation Inc.,
la mayor cadena de concesionarios de EE.UU.
Una caída
sostenida del precio del petróleo también
afectaría al sector químico estadounidense, que está invirtiendo miles de
millones de dólares en nuevas plantas para hacer resinas y otros productos
derivados del gas natural barato. Algunos petroquímicos —por ejemplo, el
polietileno, que se emplea para fabricar plásticos y otros materiales— pueden
obtenerse de derivados de tanto el petróleo como el gas.
Los
fabricantes de polietileno de EE.UU. usan líquidos del gas natural y tienen
ventaja frente a sus rivales de Europa y Asia, que no tienen acceso a gas
barato y, por ende, dependen del crudo. Cuando
los precios del petróleo caen, esa ventaja disminuye, lo que reduce los
márgenes de las empresas estadounidenses.
Las
consecuencias varían también para los
fabricantes de ductos, válvulas, bombas y otros equipos usados en el sector
petrolero. Estas se benefician de los menores costos del transporte, pero la
demanda se desacelera en unos de los sectores más robustos del país.
Para las empresas ferroviarias, el transporte de crudo por el
auge energético de EE.UU. ha pasado a ser uno de sus segmentos más rentables y
de mayor crecimiento. Los ingresos de las principales compañías por transportar
petróleo se dispararon de US$25,8 millones en 2008 a
US$2.150 millones en 2013, según cifras oficiales.
Si los
productores petroleros empezaran a replegarse, perjudicarían a algunas
ferroviarias más que otras, incluida BNSF Railway Co.,
filial de Berkshire Hathaway Inc., el holding de Warren Buffett.
Incluso para
las aerolíneas, el crudo más barato podría no ser del todo positivo, dicen los
analistas, si los operadores lo ven como una oportunidad para aumentar su
capacidad y luego reducen las tarifas
para llenar los asientos. Hunter Keay,
analista de la firma de investigación Wolfe Research LLC, indicó que las
aerolíneas hicieron justamente eso durante una caída de los precios en 2010.
“Luego, los precios del petróleo volvieron a subir, como tienden a hacerlo, y
2011 fue malo”, escribió.
Otros
analistas desestiman esta preocupación, sosteniendo que los ejecutivos del
sector han aprendido a tener disciplina financiera después de una década de
fusiones y solicitudes de protección de la ley de bancarrota.
Una caída
sostenida de los precios del combustible de aviones podría reducir la demanda
de aviones eficientes, lo que perjudicaría a fabricantes como Boeing Co. Su presidente ejecutivo, Jim McNerney, aseveró el mes pasado que el crudo tendría que caer por debajo de US$70 el barril
durante un lapso prolongado para que haya cancelaciones y postergaciones de
pedidos de sus clientes.
—James R. Hagerty,
Laura Stevens y
Jesse
Newman contribuyeron a
este artículo.
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