Análisis
global chileno y publicado por el medio Iraní Hispan Tv sobre el califato de
Iraq y la Gran Siria (Siria, Líbano, Jordania, Palestina)
¿Quién
lucha realmente contra EIIL, EEUU o fuerzas de Resistencia?
http://www.hispantv.pe/detail/2014/11/25/298413/quien-lucha-realmente-contra-eiil-eeuu-resistencia
Actualizado:25/11/2014
Pablo
Jofré Leal
PABLO
JOFRÈ LEAL es periodista
y escritor chileno. Analista internacional, Master en
Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid.
Especialista en temas principalmente de Latinoamericanos
y Oriente Medio. Es colaborador de varias cadenas de noticias
internacionales
Las acciones
del grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh en árabe)
continúa con su orgía de muerte, destrucción y generación de inestabilidad en
Oriente Medio.
Tras cinco
meses de acciones militares en Irak, desde que Daesh instaurara
su denominado califato en junio de este año 2014 y con ello ampliara su campo
de acción desde el noreste Sirio al norte y centro de Irak, el número de
muertos a manos de esta organización terrorista llega a
5 mil, principalmente kurdos, izadíes, chiíes y miembros del Ejército.
Con el
control de las regiones tanto en Siria como en Irak,
este grupo terrorista maneja importantes centros de producción de petróleo, que
le han generado ganancias estimadas en dos millones de dólares diarios,
convirtiéndolo, en la mayor organización terrorista en materia de recursos
financieros.
En las zonas
donde opera Daesh, ricas en reservas de petróleo, con
mayoritarias comunidades kurdas y una posición estratégica con respecto a
Turquía, Jordania e Irán, las milicias takfirí desarrollan un plan de
acción digitado allende Oriente Próximo, que refleja el modelo de desintegración que las grandes potencias
occidentales, encabezadas por Estados Unidos han diseñado para la zona:
desestabilizar
el Gobierno sirio de Bashar al-Asad,
dividir Irak
en tres zonas étnicas y religiosas (Kurda, Suní y Chií) y
al mismo tiempo dar los pasos necesarios para
cercar al gobierno de Teherán, en esta escalada
global de objetivos geoestratégicos, que suma también a Rusia como blanco de
ataque.
LA
LÓGICA IRRACIONALIDAD
En un
análisis más fino, EIIL, se entiende en la lógica de los objetivos estratégicos
de Washington y sus socios occidentales, junto a la labor desempeñada por sus
Estados clientes en la zona:
Arabia
Saudí, Turquía, Jordania, el régimen de Israel y las monarquías árabes del
Golfo Pérsico, con el
objeto declarado de debilitar o definitivamente eliminar al eje de países y
movimientos que ofrecen resistencia a estos afanes de dominio encabezados por
Washington en la región.
Nos
referimos a Siria, HAMAS en Palestina, Hezbolá en El
Líbano, la República Islámica de Irán, las
fuerzas chiíes resistentes a los regímenes de Yemen, Irak, Baréin y Arabia
Saudí.
Todo ello en
un marco regional más amplio que implica quitar protagonismo y/o frenar los avances de Rusia en la zona y el papel que cumple
con China en el Consejo de Cooperación de Shanghái, además del papel
desempeñado como miembros e los países del BRIC.
En Siria, en Irán, en el combate a Daesh se juega algo más que el combate a las
acciones criminales de este grupo.
La
estrategia de Estados Unidos, aparentemente
dotado de cierta irracionalidad, según ciertos análisis, carecen de la visión
sobre el fondo de la presencia y los planes de Estados Unidos en Oriente
Próximo.
Como prueba
de esa “irracionalidad” algunos analistas se preguntan el cómo entender que se
conforme una organización, como Daesh, se le financie y apoye, para luego
transformarla en enemigo.
Eso, más
allá de las dudas o acusaciones de manejar criterios de teorías conspirativas, tiene una lógica implacable: es parte del ajedrez regional.
Para el
analista Ismael Husein Zade “Los observadores geopolíticos de la
turbulencia de Oriente Próximo tienden a culpar del caos que asola a la zona al
presunto fracaso de las políticas “contradictorias", “incoherentes” e
“ilógicas” de los Estados Unidos. Sin embargo ese caos, en realidad, representa
el éxito, no el fracaso de esas políticas que han sido diseñadas por los
beneficiarios de la guerra y las aventuras militares en la región y más allá.
Mientras que las políticas estadounidenses en la región son ciertamente
irracionales y contradictorias desde el punto de vista de la paz internacional,
o incluso desde el punto de vista de los intereses nacionales de Estados Unidos
en su conjunto, son bastante lógicas desde el punto de vista de los beneficiarios
económicos y geopolíticos de la guerra y de las hostilidades internacionales,
es decir, para el complejo militar-industrial y los
defensores sionistas militantes del "gran Israel".
En ese
plano, el movimiento salafista es combatido, no por Occidente, los muertos no los pone
Estados Unidos, ni sus socios regionales.
Daesh es combatido abiertamente sólo
por el Ejército Sirio, Voluntarios de Hezbolá, las Milicias Peshmerga Kurdas y
el Ejército Iraquí.
Son ellos
los que llevan el peso de las acciones militares. A pesar de la intensa campaña
comunicacional occidental, que pretende
hacer creer que Washington y sus socios son los que encabezan la lucha
contra Daesh.
Los ataques
aéreos de la coalición internacional, que no pasa de ser un nombre ampuloso, no ha generado daño alguno a Daesh,
quien con su estrategia de movilidad suele ofrecer blancos carentes de valor
para los bombardeos aliados. Operaciones aliadas, cuantificadas a un costo de 7.5 millones de dólares y que más que destruir a las milicias
takfiríes, han significado beneficiar a las empresas de armamentos
estadounidenses, que encontraron en esta guerra impuesta, el mercado que había
mermado por el fin de las operaciones a gran escala en el teatro de guerra en
Irak y Afganistán.
Siria ha
sido escenario, desde marzo del año 2011, de una constante agresión, enmarcada
en principio en lo que los medios de comunicación occidentales denominaron “Primavera
Árabe” que poco a poco fue develando que tras esta idea se encontraba
la estrategia militar de Washington del Leading From
Behind, es decir no involucrarse
directamente, sino que usar testaferros que realizaran el trabajo sucio.
Por ello,
movimientos terroristas como el Frente Al- Nusra,
Daesh, ramas de Al-Qaeda y el denominado Ejército Libre Sirio (ELS),
fueron armados y financiados por Estados Unidos y sus aliados saudíes,
principalmente, para derrocar al Gobierno de Damasco.
Y, tal como
había sucedido tanto en Afganistán, como en Irak,
el hijo putativo terminó convirtiéndose en un monstruo.
Prueba de la
injerencia de Estados Unidos y aliados de este en la
agresión contra Siria, Damasco a través del representante permanente de Siria
ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bashar al-Yafari,
reveló el pasado miércoles 18 de noviembre un
documento, firmado por el Ministerio saudí del Interior, donde se ordena al
director de Prisiones de la monarquía saudí que ponga en libertad a los presos
y criminales condenados a penas máximas, a fin de que luchen contra el Gobierno
sirio de Bashar al-Asad a cambio de su libertad.
El Gobierno
francés, por su parte reconoció que medio centenar de ciudadanos de ese país,
pertenecientes a las filas terroristas de Daesh, han muerto desde el año 2001 a
la fecha.
El primer
ministro francés, Manuel Valls señaló, además
que “existen un millar de franceses que se han unido a los grupos terroristas
como Daesh, que combaten en Siria. Declaraciones efectuadas tras el
reconocimiento de París, que uno de los verdugos que decapitaron a 18 soldados
sirios es un ciudadano francés.
Además de
estos ciudadanos galos la Unión Europea (UE) ha reconocido que unos 500
británicos, 400 alemanes y 200 belgas forman parte de estas bandas terroristas.
En el plano de evitar nuevas incorporaciones de ciudadanos extranjeros a las
filas takfirí las Naciones Unidas que cifra este número en 15 mil combatientes
de 80 países ha señalado que “hay que dotarse de una estrategia que
contrarreste el reclutamiento y la globalización del horror de los actos
terroristas del grupo salafista”. Pero, al mismo tiempo la ONU reconoció que
esta explosión de incorporaciones se fundamenta en “la marginalidad y la
discriminación que sufren los jóvenes musulmanes en los países europeos abusos
que según el alto funcionario internacional, no sólo son inmorales, sino también
contraproducentes".
EL
FACTOR KURDO
Una de las
zonas donde el teatro de operaciones contra Daesh ha tenido mayor difusión es
la ciudad de Kobani en Siria, donde los ataques
sostenidos contra las fuerzas de Daesh por parte de los
peshmerga, las unidades de defensa Popular (conformada por kurdo-sirios)
el Ejército sirio y combatientes de Hezbolá y unidades, incluso de la oposición
siria han logrado ir, poco a poco haciendo replegar a las fuerzas salafistas de
los distintos barrios de la ciudad.
Estas
acciones se unen a los combates en Mosul, la segunda
ciudad en importancia de Irak donde las fuerzas conformadas por los
peshmerga y milicias suní, han logrado ir recuperando localidades como Zumar y la localidad cristiana de Bafuka, que han ido
consolidando un lento pero sostenido avance que mantiene esperanzada a las
autoridades iraquíes respecto a recuperar prontamente este vital centro de
producción de petróleo del país levantino.
El tema
kurdo preocupa a uno de los aliados de Estados Unidos en la zona y que explica
también su negativa a intervenir en el combate a Daesh, nos referimos al régimen de Ankara.
Para el
analista Ismael Husein Zade “El interés fundamental de Turquía en Siria no tiene tanto que ver con la lucha contra
el EIIL sino contra los kurdos sirios y el presidente sirio Bashar al-Asad;
esto es así porque el fanático régimen anti-kurdo de Ankara teme que el
debilitado gobierno de Al-Asad no sea capaz de acabar con los kurdos que se autogobiernan en Kobani y las áreas kurdas aledañas.
Al régimen turco le preocupa que si los kurdos de Kobani logran repeler a las fuerzas del
EIIL, su éxito y su experiencia de autogobierno en la región de Kobani resulten
tentadores para los 15 millones de kurdos en Turquía. Los turcos también están preocupados porque el éxito de los sirios
kurdos contra el EIIL frustraría sus viejas ambiciones
de ocupar y/o anexionarse la región kurda rica en petróleo al norte de Siria,
de ahí su insistencia en una zona neutral o de exclusión aérea en esa región”.
Nota del autor del blog : hace unos
años escribí una entrada,
Parte de siria puede ser anexada por Turquía
Veo que todavía vale.
Es en esa
lógica donde Ankara, interesadamente, insiste en
derrocar al Gobierno sirio, más allá de combatir a Daesh. Explica también su
política de negar apoyo a los kurdos sirios ya sea impidiendo el paso de
refugiados a territorio turco o permitir que kurdos que habitan en Turquía
ingresen a Siria a combatir el terrorismo de Daesh. Para Husein Zade “la inacción o acción vacilante de EE. UU.
frente a la evitable matanza de kurdos sirios, que le hace cómplice de la
carnicería, puede explicarse por el tira y afloja que mantiene con Turquía a
cambio de la colaboración turca en pro de sus intereses imperialistas en la
región”.
Daesh
ha resucitado la venta de aviones, drones, municiones, no
sólo para abastecer a las decenas de aviones que diariamente realizan sus
labores de bombardeos estériles, sino también hacer florecer la venta
de armas para toda la región de Oriente Próximo.
Ya las
autoridades militares de Washington han informado que esta campaña contra el
movimiento terrorista takfirí puede durar años, lo que ha significado que el complejo militar industrial se frote las manos por la
facturación multimillonaria que hará de esta guerra cuyo objetivo no es acabar
con Daesh, sino que derrocar al Gobierno de Damasco, debilitar a las autoridades palestinas
tanto de la Franja de Gaza como la Autoridad Nacional Palestina (ANP) con
sede en Ramalá e ir posteriormente por
la República Islámica de Irán y al mismo tiempo dar señales potentes al
Gobierno de Moscú y al de Beijing, que Occidente
no está dispuesto acceder en materia de influencia regional.
La mesa de
la disputa por la hegemonía de Oriente Próximo está servida y donde el crimen y
le negocio ligado a la guerra continua generando muerte y destrucción.
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