Goldman
Sachs y una obra de PDVSA, en la maraña de Banco Espírito Santo ¿chinos estafan
al banco de los estafadores?
http://lat.wsj.com/news/articles/SB10001424052970204730204580127804209599746?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204730204580127804209599746.html
Por
Margot
Patrick,
David
Enrich y
Patricia Kowsmann
Actualizado
lunes, 1 de septiembre de 2014 19:35 EDT
Una sucursal
de Banco Espírito Santo en Lisboa. Reuters
LONDRES—Cuando el portugués Banco Espírito
Santo SA se desmoronaba hace unos meses, encontró un aliado en Wall Street que
le ayudó a recaudar fondos: Goldman Sachs Group Inc.
GS +0.82%
A través de
un vehículo financiero creado en Luxemburgo por Goldman, Banco Espírito Santo recibió US$835 millones en
julio, según un documento al que tuvo acceso The
Wall Street Journal, en un momento en el que era casi imposible para el
atribulado banco obtener préstamos directamente de los mercados de capitales.
Parte del
dinero se destinó a un objetivo inusual: ayudar con la financiación de un
proyecto de construcción de una refinería que una
compañía china estaba realizando para Petróleos de Venezuela S.A., o PDVSA. La
petrolera estatal era uno de los principales
acreedores de compañías del grupo Espírito Santo.
El hasta
ahora desconocido acuerdo con Goldman supuso un respiro para el segundo mayor
banco portugués, que sufría problemas de liquidez y que un mes después fue
rescatado y desmantelado por el Banco de Portugal.
Para
Goldman, lo que comenzó como una oportunidad lucrativa se convirtió en una
fuente de pérdidas. El banco de inversión estadounidense planeaba vender la
deuda de Espírito Santo a inversionistas externos, pero tuvo problemas para
encontrar compradores, según una fuente al tanto. El acuerdo también acercó a Goldman al ojo de una tormenta política en China.
La
transacción con Goldman es el ejemplo más reciente de una firma de Wall Street que ayudó en la financiación del
imperio Espírito Santo antes de su colapso a través de vehículos de inversión que no aparecen en los libros. Los
reguladores portugueses, por ejemplo, están investigando a entidades
administradas por Credit Suisse Group AG CSGN.VX
-0.12% que compraron deuda de empresas de Espírito Santo.
El último
giro de la saga de Espírito Santo comenzó el pasado septiembre, cuando PDVSA
Petróleo S.A., subsidiaria de la estatal venezolana, adjudicó un contrato de US$834 millones a la china Wison Engineering Services Co.
El contrato
—otorgado días después de que la policía china detuvo al
accionista controlador de Wison en un caso de corrupción en el sector petrolero—
consistía en la construcción de una
refinería de crudo en Puerto La Cruz, en la costa venezolana. Supuso el mayor
contrato de estas características en América Latina para una compañía china y
una inusual incursión internacional para Wison.
Banco Espírito Santo tenía una considerable presencia en Venezuela. Había abierto una sucursal
en Caracas en enero de 2012, en el marco de un ambicioso plan de expansión
global, y actuaba como banquero para el
gobierno venezolano y PDVSA en múltiples proyectos. Una presentación de
Banco Espírito Santo de este año describió a Venezuela como un "mercado
importante", señalando la gran comunidad de expatriados portugueses en ese
país.
En tanto, PDVSA poseía grandes cantidades de deuda de Espírito Santo, que
la convertían en uno de los principales acreedores del conglomerado familiar,
según una fuente.
Las
dificultades financieras de Banco Espírito Santo se fueron intensificando a
medida que se desvelaban los problemas contables de su matriz. A principios de
este año, Banco Espírito Santo escribió a PDVSA
en un intento por garantizarle que cumpliría con sus obligaciones de deuda,
dice una persona conocedora de esta carta.
En mayo, Banco Espírito Santo contactó a Goldman para
establecer un vehículo denominado Oak Finance
Luxembourg SA. Banco Espírito Santo quería usarlo para captar
financiación en dólares, que era cada vez más escasa debido a sus problemas
financieros, dicen fuentes al tanto.
El 3 de julio,
sin acceso a los mercados de bonos y muy necesitado de efectivo, Banco Espírito Santo pidió prestados US$835 millones a Oak
Finance, según el folleto.
Los fondos
estaban destinados a, entre otros propósitos, financiar a Wison Engineering para el proyecto de conversión
profunda de PDVSA, según el acuerdo del crédito incluido en el folleto de Oak
Finance.
Wison, que cotiza en la Bolsa de Hong Kong, ha pasado por un momento
problemático tras la detención en septiembre pasado de su fundador y accionista
controlador, Hua Bangsong. El empresario de 48
años, que posteriormente fue arrestado por acusaciones de soborno, es uno de
varios ejecutivos de la industria petrolera y altos funcionarios chinos
detenidos en una investigación por corrupción. Las autoridades chinas no han
detallado las acusaciones específicas contra ellos. Hua no ha comparecido ante
un tribunal y no pudo ser contactado para comentar.
Wison señala
que la investigación siembra dudas sobre su capacidad para continuar operando,
y la semana pasada dijo que no ha cumplido con algunas de sus obligaciones
bancarias. Sin embargo, Wison anunció el 21 de julio que había empezado la fase
de actividad de construcción en el proyecto de refinería en Venezuela, aunque
informó que había subcontratado a empresas estatales
chinas para realizar el trabajo. Wison afirmó en un comunicado que esos
acuerdos son normales y no quiso hacer declaraciones sobre los aspectos
financieros del proyecto.
Nota del autor del blog: pero Perú
no quiso reconocer el cambio de la estructura
del consorcio que gano la construcción del gasoducto del sur. Además ¿no será por
estos motivos que Pekín quiere intervenir y poner a sus candidatos en Hong Kong?
El mismo día
que Banco Espírito Santo recurrió al préstamo de
Oak Finance, éste emitió
US$785 millones en deuda con una tasa de interés anual de hasta 3,5%. Goldman,
que coordinó la transacción, compró la
deuda con el objeto de venderla a otros inversionistas sacando una
ganancia.
En un
principio, la operación parecía lucrativa para Goldman, ya que recibiría
comisiones de Oak Finance que serían "materialmente
superiores a las tarifas y/o comisiones habitualmente cobradas en transacciones
de bonos vainilla", según el folleto.
Sin embargo,
los problemas financieros de Banco Espírito Santo dificultaron que Goldman
atrajera compradores. En julio, los clientes y los acreedores de la entidad
portuguesa retiraron fondos por 3.350 millones de euros
(US$4.400 millones), lo que la dejó en una situación de "grave
escasez de liquidez", de acuerdo con el banco central portugués. Las acciones de la firma se desplomaron 80% antes de su rescate del 3 de agosto.
Finalmente, Goldman vendió parte de la deuda de Oak Finance con
pérdidas a fondos de cobertura especializados en deuda con problemas, según
una fuente. Goldman todavía mantiene parte de esa deuda, que ha perdido valor,
agrega esta persona.
El destino de la deuda de Oak Finance no está claro. El único colateral de
los bonos es el préstamo de Oak Finance de US$835 millones a Banco Espírito
Santo. A pesar del colapso del banco, se supone que ese crédito se devolverá.
Estaba entre los pasivos transferidos a Novo Banco,
el "banco bueno" que Portugal escindió de Banco Espírito Santo cuando
fue rescatado en agosto, señala Moody's MCO
+0.91% Investors Service.
—James T. Areddy contribuyó a este artículo.
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