50
aniversario del ataque terrorista de la CIA al barco español Sierra Aranzazu que se dirigía a Cuba con alimentos y juguetes
La
tragedia del ‘Sierra Aránzazu’, 50 años después
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/12/actualidad/1410553406_554883.html
Este 13 de
septiembre se cumplieron cincuenta años del brutal ataque terrorista en el
Caribe contra el buque español “Sierra Aránzazu”
TOMÁS
VAQUERO IGLESIAS | JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS
12 SEP 2014 - 22:23
CEST5
Este 13 de
septiembre se cumplieron cincuenta años del brutal ataque terrorista en el
Caribe contra el buque español “Sierra Aránzazu” cuando se dirigía a La Habana con una carga de alimentos, tejidos, aperos de
labranza, muñecas y otras mercancías inocuas. La autoría y responsabilidad
de este atentado, que costó la muerte a tres marinos españoles, el capitán y
dos oficiales y lesiones a otros seis tripulantes y provocó una intensa
reacción emocional en España y tuvo importantes repercusiones mundiales, nunca
ha sido aclarada del todo. Cincuenta años después conocemos por recientes
fuentes documentales desclasificadas quiénes fueron los autores materiales y
los responsables últimos del atentado así como la torticera y ambigua actitud
que el Gobierno franquista mantuvo ante el mismo. De ahí que nos parece, como
hermanos del tercer oficial asesinado en el ataque, un acto de justicia moral
con aquellos marinos asesinados y masacrados recordarlos en este aniversario y
difundir su tragedia dando a conocer los hechos con las respuestas e
interrogantes que existen hoy sobre aquel acto de terrorismo
Tras la derrota de los anticastristas en Bahía
Cochinos en 1961, la política del presidente
Kennedy con la revolución castrista fue una política de agresión cuyo
objetivo último era derribar a Castro propiciando la invasión de Cuba por los
exiliados cubanos que habían participado en la frustrada invasión de 1961. Esa
política de agresión se denominó Operación Mangosta
e implicó el apoyo financiero, logístico, de información y preparación militar
de los exiliados a través de la CIA. Para ello
se creó en Miami, la estación JM/WAVE integrada
por varios cientos de miembros, la mayoría de ellos exiliados cubanos y
dirigida por la CIA.
Lugar del
ataque. / MANUEL RODRÍGUEZ AGUILAR
Con la
crisis de los misiles en octubre de 1962, los acuerdos entre Kennedy y Kruschev que incluían la promesa de aquél de
no tratar de invadir Cuba, la política de los hermanos Kennedy hacia la
revolución castrista dio un giro estratégico. Se suspendió la operación
Mangosta y se puso en práctica la denominada política de vía múltiple que
suponía la simultánea presión diplomática, económica y de operaciones
encubiertas para asfixiar la revolución castrista. Entre las medida económicas
estaba la de mantener el bloqueo comercial de la isla impidiendo la entrada de
mercancías de cualquier naturaleza presionando a los demás países para que
suspendieran toda clase de comercio con Cuba. Las operaciones encubiertas consistían en atacar y hacer sabotajes en
la propia isla e impedir por la violencia la entrada o salida de los barcos
cubanos y los de los países que comerciaban con Cuba.
Se trataba con ello
de crear el descontento entre la población cubana contra la Revolución que
propiciase su reacción contra Castro. Para conseguir tales objetivos se crearon
los denominados comandos autónomos con exiliados cubanos anticastristas que
tenían sus bases fuera de territorio americano, en Centroamérica y el Caribe, y
establecían sus propios objetivos, de tal manera que el Gobierno norteamericano
pudiese practicar ante tales actos ilegales la política de la negación
plausible.
La CIA se encargó de su financiación,
de su adiestramiento, de proporcionales barcos, aviones, armamento y aportarles
la información necesaria para sus operaciones subversivas encubiertas.
El más
importante de esos grupos autónomos era el Movimiento
de Recuperación Revolucionaria (MRR) fundado por Manuel Artime Buesa, uno de los líderes políticos de la Brigada
2506, como se denominaban pomposamente los exiliados cubanos que habían sido
derrotados en Bahía Cochinos.
El MRR tenía desde 1963 bases de
operaciones y entrenamiento instaladas en Nicaragua y Costa Rica y República
Dominicana.
Contaba con
380 hombres, una avioneta, un barco nodriza, el “Santa María” y transportaba
dos lanchas, la Gitana y la Monty. Entre los más destacados miembros de la base
fe Nicaragua estaban el coronel y miembro de la CIA
Félix Rodrígue Mendigutia, que fue después el agente de la Agencia que
intervino en la ejecución de Che Guevara en Bolivia; y Santiago Álvarez (hijoI,
uno de los más activos activistas anticastristas hasta la actualidad. Todo ello
era financiado por la CIA que entre junio 1963 y junio de 1964 había invertido
en todos esos gastos materiales y de personal cinco millones de dólares, según
consta en un reciente documento desclasificado de la Agencia.
Bote de
salvamento visto sobre la cubierta del PG Thulin.
España fue
uno de los países que con el permiso expreso de Franco mantuvo el comercio con
Cuba. De ese tráfico se encargó la compañía Naviera Marítima del Norte. El
“Sierra Aránzazu” navegaba por el Canal de Las Bahamas hacia el puerto de La
Habana, cuando el domingo, día 13 de septiembre, sobre la una y media un avión
de reconocimiento sobrevoló el barco y a las ocho menos diez una lancha se
aproximó por la popa iluminando con sus reflectores el nombre y la matrícula
del barco. Diez minutos después dos lanchas, una por babor y otra por estribor
sin previo aviso comenzaron a lanzar ráfagas de ametralladora y algún disparo
de cañón sobre el puente de mando, los alojamientos de la tripulación con un
evidente ánimo de cortar las comunicaciones y masacrar a los tripulantes. El
barco se incendió y el capitán, herido gravemente, como el segundo oficial, dio
orden de abandonarlo. Al tratar de arriar el bote salvavidas nuevas ráfagas de
ametralladora alcanzaron a varios tripulantes e hirieron gravemente al tercer
maquinista.
Agolpados
los 20 hombres en un solo bote salvavidas (el otros había sido inutilizado por
los impactos de balas), los náufragos pasaron doce horas angustiosas hasta que
fueron rescatados por el carguero holandés “P. G.
Thulin”. Durante la travesía en el bote habían fallecido el capitán
Pedro Ibargurengoitia (42 años, de Algorta, Vizcaya ) y el tercer maquinista
José Vaquero Iglesias (23 años, de´ Villablino, León), el segundo oficial,
Francisco Javier Cabello (30 años, de Vigo, Pontevedra) expiró en el barco
holandés.
Los
supervivientes y los cadáveres fueron conducidos a Matthew Town en Gran Inagua
y desde allí a San Juan de Puerto Rico, desde donde fueron repatriados en dos
expediciones y recibidos en Barajas por las autoridades, familiares y amigos
Supervivientes
a bordo de un bote salvavidas avistados desde el barco PG Thulin. / HOME
TISCALI
La noticia
del ataque fue recogida en las primeras páginas de toda la prensa mundial.
En España, la conmoción fue enorme y todos los periódicos
lo recogieron en sus portadas y siguieron todo lo elativo al atentado
expresando su indignación.
Se
produjeron manifestaciones de protesta en varios puntos de España como las que
se desarrollaron ante la Embajada norteamericana en
Madrid y ante el Consulado norteamericano en Vigo.
El Gobierno
español protestó ante el secretario de Estado Dean Rusk
basándose en que el ataque se había en aguas controladas por las fuerzas
navales norteamericanas y consiguió que éste prometiese que se investigaría el
ataque y que los resultados se comunicarían al Gobierno español.
Pero todo quedó en aguas de borrajas. El
Gobierno franquista en cuanto pasó la tensión dejó de presionar y todo quedó
cubierto por una interesada capa de silencio.
Los grupos
anticastristas con el MRR a la cabeza difundieron que los autores habían sido
los castristas. Pero cuando ese bulo resultó insostenible el MRR varió sus
declaraciones reconociendo que habían sido ellos, por medio del buque nodriza Santa María y las lanchas Gitana y Monty, los autores
del ataque, pero como consecuencia de una confusión del “Sierra Aránzazu” con
el buque cubano “Sierra Maestra”.
Esa es la hipótesis que siguen hoy manteniendo sus miembros y es la dominante
en los libros que han tratado del tema.
Julio y Tomás, hermanos del tercer
maquinista asesinado.
Pero el
análisis de las pruebas circunstanciales y los datos directos extraídos de la
documentación desclasificada obligan a poner en duda esa teoría. Entre esas
pruebas circunstanciales está el hecho de que es difícil aceptar que la lancha
que identificó al buque iluminando su popa pudiera equivocarse con su nombre y
matrícula y que cuando las dos lanchas atacantes se colocaron a unos 50/100
metros del Sierra Aránzazu no se hubieran percatado de su “error”.
Además,
¿cómo es posible que quieran hacernos creer que con la información que contaban
de la CIA pudieran confundir el barco español
con el “Sierra Maestra”, cuando éste
había cruzado el Canal de Panamá el miércoles anterior con dirección hacia
China?
¿Cómo fue
posible confundir ambos barcos que tenían una significativa diferencia de
tonelaje? El “Sierra Maestra” era cinco veces mayor que el “Sierra Aránzazu”.
Dos fuentes
directas hablan también de que el ataque fue planeado con premeditación y
alevosía.
Una
procedente de los archivos desclasificados de la CIA es un cablegrama enviado a
la Central por un agente donde informa que va a tener una reunión en París con
un miembro del MRR que fue la “persona que “arregló” el ataque al “Sierra
Aránzazu” mediante el pago al radio operador que envió la posición a las naves
atacante, dijo que el radio operador había contado toda la historia a la
policía española” (Fundación Mary Ferrell:
documento desclasificado en 1998).
De igual modo el carácter premeditado
del ataque aparece en un despacho dirigido al Ministro de Asuntos Exteriores
por el Embajador de España en Costa Rica en el que un espía enviado por éste a
la base anticastrista de Nicaragua, además de describir con todo detalle el
barco nodriza Santa María e identificar a sus jefes como miembros de la CIA, dice
que “el ataque contra el “Sierra Aránzazu” fue premeditado, antes de la
operación ya se hablaba de hundirlo”.
Naúfragos
del buque atacado a un costado del barco PG Thulin. / HOME TISCALI
Son muchos
interrogantes y datos para que podamos creernos la versión dominante. Pero aún
y así no existe hoy ninguna duda de quiénes fueron los autores materiales y los
responsables últimos de este criminal atentado así como la tortuosa e injusta
actuación del Gobierno franquista en el mismo. Dejarlo claro en este cincuenta
aniversario nos parece no sólo una obligación con la verdad histórica, sino,
sobre todo, como hermanos de una de las víctimas, un deber moral hacia los tres
marinos asesinados y el resto de la tripulación masacrada.
Tomás y
Julio Antonio Vaquero Iglesias, autores de este texto, son hermanos del tercer
maquinista muerto en el ataque terrorista al Sierra Aránzazu.
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