¿Vacunar a niños y adolescentes pese al riesgo de miocarditis?
Según estadísticas, los niños tienen más probabilidades de que se les inflame eel músculo cardíaco trase una vacuna de ARNm, que de ser hospitalizados con COVID-19. ¿Por qué, aun así, expertos recomiendan la vacunación?
¿Vacunar o no? Los padres tienen que tomar esta decisión no solo por ellos, sino también por sus hijos menores de edad. Como ayuda para la toma de decisiones, la Comisión Permanente de Vacunación alemana (STIKO) no se pronunció a favor de una recomendación general de vacunación para los niños de 12 a 17 años hasta mediados de agosto, tras una presión masiva, incluso de los políticos. Anteriormente, el comité de expertos había recomendado las vacunas solo para los adolescentes con enfermedades preexistentes, como la diabetes.
La confusión proviene ahora de un estudio estadístico en Estados Unidos, según el cual, el riesgo de inflamación del músculo cardíaco (miocarditis) después de la vacunación con BioNTech/Pfizer es más de seis veces mayor para los niños que el riesgo de enfermar gravemente con COVID-19.
Los investigadores de la Universidad de California compararon la frecuencia con la que los adolescentes sin enfermedades previas de entre 12 y 17 años desarrollaron una inflamación del músculo cardíaco después de la vacunación y el número de adolescentes del mismo grupo de edad que tuvieron que ser hospitalizados por COVID durante el mismo período.
Sin embargo, advierte
Mayor riesgo para los niños tras la vacunación
Se examinaron 257 casos de inflamación del músculo cardíaco en adolescentes diagnosticados tras la vacunación en el primer semestre de 2021. Las inflamaciones del músculo cardíaco fueron en su mayoría leves, no se registraron muertes.
En general, este efecto secundario grave se produjo en muy pocas ocasiones, con una tasa de 162,2 por millón de niños vacunados y 13,0 por millón de niñas.
Por lo tanto, ahora se considera en gran medida seguro que este raro efecto secundario puede producirse tras la vacunación contra el SARS-CoV-2 con una de las dos vacunas de ARNm (ARN mensajero).
El pasado mes de abril, se informó por primera vez de la inflamación del músculo cardíaco en hombres jóvenes tras la vacunación con la vacuna de Pfizer/BioNTech en Israel. Estos efectos secundarios también se han producido esporádicamente tras la vacunación con Moderna, que también se basa en la nueva tecnología de ARNm.
¿Vacunar de todos modos?
No obstante, muchos expertos en salud aconsejan a los jóvenes que se vacunen si es posible. Siguen considerando que el riesgo de enfermarse de COVID-19 y de sus posibles consecuencias a largo plazo es mayor que el de la inflamación del músculo cardíaco.
"Las miocarditis tras la vacunación con vacunas de ARNm de COVID-19 son acontecimientos adversos confirmados pero muy raros que se producen con más frecuencia en los niños que en las niñas (...) El curso agudo de la miocarditis suele ser leve bajo tratamiento hospitalario; hasta la fecha, no se dispone de resultados sobre las posibles consecuencias a largo plazo", escribió el Instituto Robert Koch (RKI), organismo oficial de prevención y control de enfermedades en Alemania, en su "Boletín Epidemiológico" del 19 de agosto de 2021.
Si bien los niños y adolescentes suelen tener una evolución leve o menos grave del COVID-19, sigue existiendo el riesgo de COVID persistente, es decir, el riesgo de daños a largo plazo incluso en los adolescentes.
"En el estudio, no se consideraron eventos de COVID persistente. Además, generalmente la miocarditis tiene un curso leve y se cura por sí sola", insistió en Twitter el reconocido y activo experto en salud del partido socialdemócrata alemán, Karl Lauterbach.
Efectos a largo plazo en niños y adolescentes
Es probable que la progresiva vacunación de la población haga que, en el futuro, enferme un número cada vez mayor de niños y adolescentes que aún no han sido vacunados.
Según un estudio sueco sobre los efectos a largo plazo, los niños y los adolescentes también pueden verse afectados de forma grave y prolongada por el COVID persistente. Entre estos efectos a largo plazo de la enfermedad se encuentran el síndrome inflamatorio multisistémico (PIMS) y el síndrome de fatiga crónica (SFC).
Sin embargo, es menos probable que estas secuelas a largo plazo traspadecer COVID-19 se diagnostiquen y reporten en niños y jóvenes, que en adultos, según un estudio realizado en el Reino Unido en abril de 2021.
La miocarditis se suele pasar por alto
Una inflamación del músculo cardíaco no suele reconocerse a tiempo, pues los primeros síntomas, como la tos o el resfriado, la fiebre, el dolor de cabeza y el dolor en las extremidades, no se asocian a una inflamación del músculo cardíaco.
Durante la miocarditis, los pacientes experimentan dificultad para respirar, mareos, presión en el pecho, fuertes palpitaciones o arritmias. Si se diagnostica la miocarditis mediante un ECG o durante la toma de muestras de sangre, lo más importante es cuidar el corazón y evitar el estrés.
En el pasado, los médicos prescribían un estricto reposo en cama, pero hoy en día se permiten pequeños paseos. Además, los pacientes reciben medicamentos que alivian el corazón y estabilizan la función de bombeo. Después, un cardiólogo examinará el corazón a intervalos cortos cada dos o tres semanas al principio. (gg/rml)
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