La voz es invertir en Nigeria, Kenia, Angola, Siria, Irán, Sudan ,a pesar de la inseguridad y la inestabilidad económica.¡¿ ?!
Los
desafíos de hacer negocios en África
http://lat.wsj.com/articles/SB12472053550093644832304580554770815577474?tesla=y
Por PATRICK MCGROARTY
Miércoles,
1 de abril de 2015 19:41
EDT
Las mayores
empresas de África, como Shoprite Holdings,
enfrentan nuevos desafíos ante la inseguridad y la agitación económica. Dean
Hutton/Bloomberg News
Shoprite
Holdings Ltd. SHP.JO +0.44% vendió el
año pasado más cerveza Guinness en sus 11
supermercados en Angola y Nigeria que en su
propio país, Sudáfrica, donde tiene 10 veces más
locales.
No obstante,
el principal minorista de África también está compitiendo con la insurgencia
islámica en Nigeria, donde los militantes de Boko Haram
han realizado ataques cerca de sus supermercados, y los efectos de las
depreciaciones de las monedas tanto allí como en Angola.
Los desafíos
son cada vez más comunes para las empresas más grandes de África, que apuntan a
clientes asediados por la inseguridad y la inestabilidad
económica. “Estos son países con un crecimiento relativamente alto y estas
experiencias pueden ser ganancias a largo plazo”, dijo Corneleo Keevy de la firma Ashburton Investments, una
filial de FirstRand, un grupo bancario de Johannesburgo.
“La expansión en África
no es una jugada de la noche a la mañana”.
Un crecimiento anémico en la
economía más avanzada del continente, Sudáfrica, e inestabilidad en la más grande, Nigeria, han golpeado
a las mayores compañías africanas, lo que complica sus esfuerzos por afianzarse
en la frontera más nueva de la economía global antes de los competidores
extranjeros.
Su mercado
natal, Sudáfrica, sufre de desempleo y apagones.
La economía que dio paso al surgimiento de grandes bancos y firmas de
telecomunicaciones como Standard Bank Ltd. y MTN Group MTNOY +6.74% crece ahora menos de 2%
anualmente.
Estas
empresas habían cifrado sus esperanzas en el gigante en ascenso de África, Nigeria. Pero el país de más de 170 millones de habitantes está lidiando con una moneda que
se desploma y Boko Haram. Estos son obstáculos serios a su crecimiento
en el futuro inmediato que el gobierno recién elegido de Muhammadu Buhari
tendrá que abordar.
Los
problemas en las dos principales economías de África han llevado a los
ejecutivos a hacer malabares entre recortes de costos y campañas de marketing
osadas, mientras planean formas de impulsar sus negocios en países más pequeños
pero prometedores como Angola y Kenia. “Estos son mercados arriesgados
pero sería más arriesgado no estar allí”, dijo Konrad
Reuss, director gerente para África Subsahariana
de Standard & Poor’s Ratings Services. Reuss reconoció que “podría
haber menos dinero circulando por un tiempo”.
Los
analistas dicen que las empresas que apuntan a las clases medias de África no
pueden ignorar Nigeria. “Ha habido muchas cosas negativas pero
tenemos la esperanza de que sean de corto plazo”, señaló en marzo al
diario sudafricano Sunday Times el presidente ejecutivo de Shoprite, Whitey
Basson. “Realmente las tratamos como algo que debemos asumir y aprender la
forma de abordarlas”.
Pasarán
décadas antes de que la mayoría de los africanos acumule el poder adquisitivo
de los sudafricanos, así que los dos países siguen siendo claves en la
estrategia empresarial para el continente.
Sin embargo,
las actuales debilidades de estos dos gigantes africanos muestran que abrir
operaciones en el resto del continente es crucial para proteger las apuestas. África, como un todo, crece a un ritmo de 5%, no muy
lejos de otras economías emergentes con 1.000 millones de habitantes: China e India.
Nigeria
superó a Sudáfrica el año pasado para convertirse en la mayor economía del
continente, pero su dependencia del petróleo ha deprimido su divisa en momentos
en que los precios globales del crudo caen. Los ataques de Boko Haram dejan a
regiones del país en calidad de zonas prohibidas.
La
experiencia en Nigeria de la empresa sudafricana MTN
Group ilustra tanto los riesgos como las
recompensas de estas incursiones continentales. Los ingresos de la compañía de
telecomunicaciones se contrajeron 3,9% el año
pasado. En Nigeria, su principal mercado y donde espera impulsar activamente su
facturación, los ingresos apenas crecieron 3,4%, muy por debajo de las
expectativas. Durante años previos, Nigeria ha sido una fuente clave de
ganancias para la empresa, con un desempeño tan bueno que la autoridad de la
competencia local tuvo que imponer restricciones debido a que fue considerada
un “jugador dominante”, con el control
de 50% del mercado en 2013.
Por ahora,
los analistas dicen que MTN y otras compañías sudafricanas podrían tener
problemas para extraer ganancias de Nigeria mientras el naira siga en mínimos
históricos y el banco central restringa
el acceso a los dólares estadounidenses.
Para MTN,
capear la tormenta significa expandirse en África y Medio Oriente, incluyendo
algunos países sancionados por EE.UU., como Siria, Irán
y Sudán.
Sim
Tshabalala, copresidente
ejecutivo de Standard Bank Group, el mayor
prestamista del continente por activos, ve oportunidades en el resto de la
región. El banco reportó hace poco que alrededor de 30% de sus ingresos en 2014
vinieron de África Subsahariana excluyendo Sudáfrica, un alza de 41% frente al
año previo.
“A medida de que el
continente se vuelve más acaudalado e ingresa a la clase media, necesita
servicios bancarios”, dijo Tshabalala en una entrevista, señalando a África Oriental y especialmente Kenia como grandes fuentes de futuros
ingresos.
En 2014, la
región fue la de crecimiento más rápido para Standard Bank, agregó.
De todos
modos, como una muestra de los desafíos del banco, Sudáfrica sigue siendo crucial
a corto plazo: “La penetración bancaria y la profundización financiera en esos
mercados es superficial comparadas con Sudáfrica”, apuntó.
Empresas
sudafricanas de menor envergadura también se están embarcando en proyectos
panafricanos para proteger sus finanzas. La empacadora Nampak Ltd. NPKLY
-1.16% compró recientemente una planta
de enlatados de US$300 millones en Nigeria y
está finalizando la construcción de una segunda planta de US$180 millones en Angola.
“Algún
impacto en el bolsillo del consumidor es probablemente inevitable” ante las
caídas del crudo y las divisas, dijo André de Ruyter, presidente ejecutivo de
Nampak. Pero a largo plazo, añadió, el futuro de la empresa depende del
crecimiento fuera de Sudáfrica.
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