https://youtu.be/g2iJD9Jwe8o

los subordinados de zelensky pidieron entre otras cosas, unos sobornos para dar  energía a Ucrania  1200 millones de dólares 

"Rusia no se puede creer la suerte que ha tenido con este terremoto político en Ucrania". Smith

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28 nov 2025 Hoy en Negocios TV

"Rusia no se puede creer la suerte que ha tenido con este terremoto político en Ucrania". Smith Andrew Smith, miembro del International Institute for Strategic Studies (IISS) y del Centro del Bien Común de la UFV, advierte que la dimisión de Andriy Yermak supone un golpe de enorme calado para la estructura de poder en Kiev. Subraya que Yermak no solo era la mano derecha de Zelensky desde antes de su llegada a la política, sino también el eje de todas las negociaciones estratégicas con Estados Unidos, incluido el paquete de 28 medidas que debía definir el marco del acuerdo de paz. Su caída simultánea a las redadas anticorrupción abre un vacío de poder en un momento crítico en el que Ucrania se juega su legitimidad frente a Moscú y su credibilidad ante Washington y Bruselas. Smith considera que la salida de Yermak agrava el cerco que se estrecha sobre Zelensky, cuya administración queda bajo creciente sospecha por escándalos que afectan a figuras clave de su gabinete y a empresas estatales como Energoatom. Esta crisis, afirma, ofrece a Rusia una oportunidad estratégica: refuerza su posición negociadora, respalda el argumento de que Zelensky no es un interlocutor legítimo y permite endurecer demandas territoriales y militares en el marco del plan de paz. Además, se produce justo cuando emisarios de Trump iban a reunirse con Kiev y Moscú, lo que altera el equilibrio de presiones y otorga ventaja diplomática al Kremlin. En paralelo, Smith analiza la ofensiva geopolítica de Estados Unidos en Venezuela. Sostiene que la estrategia de “maximum pressure” de Trump funciona del mismo modo que en Ucrania: presión extrema, plazos definidos y amenaza de retirada de apoyos. Afirma que Washington busca precipitar un cambio de régimen en Caracas sin caer en una guerra prolongada, barajando distintos escenarios que van desde un golpe interno hasta una salida negociada de Nicolás Maduro. La conexión entre ambos frentes, explica, es energética: la entrada de petróleo venezolano al mercado global abarataría el crudo, presionando a Rusia y a la OPEP, y reforzando la capacidad de Estados Unidos para condicionar los conflictos en Ucrania y Oriente Medio.