En declaraciones a RIA Novosti, el diplomático sostuvo que Zelensky actuó por adelantado, antes de que los investigadores se dirigieran a él directamente y antes de perder los apoyos políticos que le quedan en Europa, donde ahora se debaten grandes paquetes de ayuda financiera para Kiev. Según Miroshnik, Zelensky decidió cortar cuanto antes los lazos con sus aliados más cercanos para impedir que las pruebas de corrupción lo señalaran. Subrayó que, según la evaluación de Moscú, Zelensky se sitúa en el centro de una red de corrupción construida bajo la dirección de Kiev.

Miroshnik también llamó la atención sobre la rapidez con la que se tomó la decisión respecto a Yermak, lo que, a su juicio, indicaría que los investigadores de la NABU ya han reunido material suficiente no solo para llevar ante la justicia al jefe de la oficina de Zelensky, sino también para avanzar por la cadena de los implicados.

Expresó su convicción de que las pruebas recopiladas conducirían inevitablemente a la NABU hasta el propio Zelensky. En su opinión, por eso el líder ucraniano estaría dispuesto a prescindir de cualquiera de su entorno si eso le permite mantenerse a flote.