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lunes, 24 de noviembre de 2025

¿EE. UU. debe enviar tropas a Venezuela? El debate divide a los venezolanos de Florida

¿EE. UU. debe enviar tropas a Venezuela? El debate divide a los venezolanos de Florida
Las diferencias de opinión, complicadas por la inquietud generada por las políticas migratorias de Trump, están creando tensión entre los estadounidenses de origen venezolano.





Una tienda en Doral, Florida. Los vínculos de los venezolanos con el sur de Florida se remontan a décadas atrás, pero su número creció significativamente durante la era de Chávez y de nuevo tras la llegada al poder de Nicolás Maduro.Credit...Saul Martinez para The New York Times
Patricia Mazzei
Por Patricia Mazzei
Reportando desde Miami

24 de noviembre de 2025 a las 15:45 ET
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Una incertidumbre inquieta se cierne sobre los estadounidenses de origen venezolano como Liz Rebecca Alarcón, de Doral, Florida, una ciudad a las afueras de Miami con una presencia grande de venezolanos. Las conversaciones cotidianas en el supermercado o en la tienda Ross Dress for Less han sido eclipsadas por las preguntas sobre si el presidente Donald Trump podría intensificar el uso de la fuerza contra Venezuela, y cuándo y cómo.

“¿Qué va a pasar?”, amigos, vecinos y vendedores se preguntan unos a otros, comentó Alarcón. “No sabemos cuál va a ser el resultado ni cuál es la estrategia”.

El gobierno de Estados Unidos lleva meses intensificando su campaña de presión contra Venezuela, con ataques mortíferos a embarcaciones, ataques que una serie de expertos en leyes que rigen el uso de la fuerza armada han denunciado como ilegales, y una importante acumulación de fuerzas navales en el Caribe. Alarcón y otros estadounidenses de origen venezolano dijeron que los últimos días se han sentido inciertos: cuando la intervención militar parecía inminente, Trump dijo que estaría abierto a dialogar con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.

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Sin embargo, los muchos venezolanos que huyeron al sur de Florida en las últimas dos décadas y media —después de que Hugo Chávez y luego Maduro, su sucesor, llegaran al poder— no coinciden sobre lo que debería ocurrir. Las diferencias de opinión, complicadas por la inquietud generada por las políticas migratorias de Trump, están creando divisiones tensas entre los venezolanos del sur de Florida, mientras los que están a favor de la intervención estadounidense intentan acallar a los críticos, a quienes consideran una pequeña minoría.

“En teoría, nos debería unir lo mismo, que es la libertad de Venezuela”, dijo Esteban Hernández Ramos, de 30 años, quien vive en Fort Lauderdale. “Cuando vamos a la práctica, existe esa división”.

Hernández salió de Venezuela cuando tenía 16 años y ahora trabaja para un medio de comunicación de derecha que publica noticias pro-Trump en español. Él quiere que el ejército estadounidense ocupe Venezuela durante un periodo prolongado, no solo para derrocar a Maduro, quien muchos consideran que se robó las elecciones presidenciales del país en 2024, sino también para desmantelar la cúpula militar que lo ha mantenido en el poder.





Liz Rebecca Alarcón, de 36 años, nació en Estados Unidos y trabaja como analista política demócrata.Credit...Saul Martinez para The New York Times
Alarcón, de 36 años, nació en Estados Unidos y trabaja como analista política demócrata. Ella quiere que haya un traspaso pacífico del poder de Maduro a Edmundo González, el diplomático que derrotó a Maduro en las elecciones presidenciales del año pasado, según el conteo de votos de la oposición venezolana, pero dijo que dudaba que la presión de Trump fuera a tener el resultado que ella desea.

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Los vínculos de los venezolanos con el sur de Florida se remontan a décadas atrás, pero su número creció significativamente durante la era de Chávez y de nuevo tras la llegada de Maduro al poder. Acogidos por los exiliados cubanos influyentes de Miami, que los veían como hermanos ideológicos que huían de una dictadura, los votantes estadounidenses de origen venezolano fueron cortejados por los políticos republicanos, quienes lograron convencer a muchos de ellos de que apoyaran a Trump.

Ahora, estar en desacuerdo con Trump es considerado antipatriótico y desleal entre muchos estadounidenses de origen venezolano, incluidos algunos con edad suficiente para recordar las desastrosas intervenciones militares estadounidenses en Latinoamérica.

“Es como si, si no estás al 1000 por ciento con ellos o no quieres una intervención militar, entonces eres un colaboracionista”, dijo Luis Fernando Atencio, de 32 años, cofundador del Venezuelan-American Caucus, un grupo activista con sede en Miami aliado con el Proyecto Victoria Latina, de tendencia de izquierda. Dijo que temía que hubiera una intervención militar porque podría provocar que hubiera venezolanos heridos o muertos.

La gran mayoría de los venezolanos que viven en Estados Unidos se oponen a Maduro y desearían verlo fuera del poder, dijo José Antonio Colina, un exmilitar venezolano que huyó de su país a Miami en 2003 tras ser acusado de poner bombas en Caracas. Estados Unidos decidió no extraditar a Colina, de 51 años, quien ahora dirige un grupo llamado Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio.




Doral, en Florida, es una ciudad con una fuerte presencia venezolana a las afueras de Miami.Credit...Saul Martinez para The New York Times
“Como ese es un régimen que se mantiene por la fuerza”, dijo Colina, refiriéndose a Maduro, “por la fuerza tiene que salir”.

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Sin embargo, algunos estadounidenses de origen venezolano, entre ellos Colina, no pueden aceptar la campaña de presión, tomando en cuenta que el gobierno de Trump al mismo tiempo está llevando a cabo un esfuerzo por poner fin al estatus legal temporal de cientos de miles de migrantes venezolanos. En Doral, propietarios de negocios y residentes han observado cómo la ciudad se siente más silenciosa a medida que los venezolanos son deportados, se marchan voluntariamente o permanecen en sus hogares por miedo.

“Hay al menos 660.000 venezolanos a los que se amenaza con devolver a Venezuela bajo este régimen que, al parecer, está a punto de ser atacado por el ejército estadounidense”, dijo Adelys Ferro, otra cofundadora del Venezuelan-American Caucus, en una conferencia del mes pasado. “¿Cómo se pueden conciliar estas realidades?”, preguntó.

Derrocar a Maduro debería tener prioridad sobre deportar a los venezolanos y dejar su destino en manos de Maduro, afirmó Colina. Él podría aceptar las políticas migratorias de Trump si Maduro y sus aliados ya no tuvieran el control, añadió Colina.

Él y otros exiliados que llevan tiempo condenando a Maduro, han sido desacreditados recientemente por otros venezolanos por cuestionar a Trump. En las redes sociales, dijo Colina, muchos intentan callarlo.

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Ese comportamiento, dijo, “me parece un acto irresponsable que no valora el sufrimiento de miles de venezolanos”.

César Miguel Rondón, uno de los periodistas radiofónicos más conocidos de Venezuela, quien huyó del país a Miami hace ocho años, también se ha enfrentado a ataques en internet por expresar sus dudas sobre el enfoque de Trump. Lo han llamado colaborador del gobierno de Maduro, una actitud que, dice, deja poco espacio para matices o términos medios.





En Doral, propietarios de negocios y residentes han observado que la ciudad se siente más silenciosa a medida que los venezolanos son deportados, se marchan voluntariamente o permanecen en sus hogares por miedo.Credit...Saul Martinez para The New York Times
En una entrevista, Rondón dijo que las redes sociales se han convertido en una especie de pelotón de fusilamiento.

“Acá me he tenido que cuidar mucho en las opiniones, por razones muy parecidas a las que me tenía que cuidar en Venezuela”, dijo. “Yo salí de Venezuela precisamente por opinar y señalado por la dictadura, pero aquí la intransigencia, sobre todo entre los nuestros, se ha vuelto algo increíble”.

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Al menos algunos de los que critican a Rondón y a otros ven cualquier cuestionamiento al enfoque de Trump como un cuestionamiento implícito a María Corina Machado, la líder de la oposición venezolana a quien se concedió el Premio Nobel de la Paz el mes pasado. Ella ha sido una firme defensora de la campaña de presión estadounidense.

“Genera muchas dudas”, dijo Hernández, el joven conservador, sobre la oposición a la intervención militar estadounidense. Él se preguntaba si los venezolanos de ese bando realmente quieren que Maduro se vaya, negándose a considerar que, en su lugar, están debatiendo qué papel, exactamente, debería desempeñar Estados Unidos.

“Puede ser ingenuidad. Puede ser complicidad”, dijo Hernández sobre las dudas de los escépticos. “Uno tiene que debatir, ¿pero qué más hay que debatir acá?”.

Patricia Mazzei es la jefa de la corresponsalía en Miami, que cubre Florida y Puerto Rico.

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