El 99% de Pokrovsk ha caído, y Kupyansk ha caído luego sigue Kramatorsk que caerá en 2 o 3 meses y de allí todo es llanura hasta el río Dnieper.
MANJÓN: “Pokrovsk ya se puede dar por tomado. Las tropas ucranianas están desesperadas”
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16 nov 2025 #pokrovsk #ucrania #donbas
MANJÓN: “Pokrovsk ya se puede dar tomado. Las tropas ucranianas están desesperadas”
Arnau, Manjón y Navarro describen un momento crítico para Ucrania: el frente del Donbás se está desmoronando y las líneas defensivas ucranianas ceden tras los avances rusos en Pokrovsk, Kupiansk, Zaporiyia y Gerson. Subrayan que, aunque continúen las promesas de miles de millones en ayuda y el uso de activos rusos congelados, el problema de fondo es la falta de personal: Kiev recurre a levas forzadas en ciudades como Odesa y Járkov, lo que alimenta el malestar social y acelera la descomposición interna del régimen.
En paralelo, el panel vincula el frente ucraniano con la crisis en Venezuela. Arnau sostiene que la guerra ha cambiado y que los portaaviones estadounidenses en el Caribe tienen cada vez menos sentido estratégico frente a un entorno dominado por drones y misiles de largo alcance, incluidos sistemas hipersónicos en los que Rusia mantiene ventaja. Advierte de que una política basada en despliegues simbólicos y amenaza militar directa difícilmente logrará un cambio de régimen en Caracas y, al contrario, tiende a cohesionar al bloque bolivariano.
Manjón remarca que el caso de Pokrovsk ilustra los límites de la política de imagen de Zelenski: por mantener un relato de resistencia de cara a Occidente, Ucrania habría consumido reservas humanas valiosas en posiciones casi insostenibles. El resultado es un avance ruso lento pero implacable, basado en infiltración y cerco, que acerca la caída total del Donbás y deja, entre este y el Dniéper, una llanura sin defensas profundas.
El análisis se completa con el factor interno: corrupción endémica, escándalos en la oficina anticorrupción, desgaste de la popularidad de Zelenski y un creciente hartazgo de la sociedad ucraniana. Los analistas consideran que el mayor riesgo para el presidente puede no venir del frente, sino de un cuerpo social agotado por las pérdidas humanas, la destrucción de infraestructuras energéticas y la sensación de que la fe en una victoria total sobre Rusia se desvanece.
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