POR JOSH BOAK

En muchos sentidos, Trump se ha metido en un lío con la economía, cuyo desempeño aún no se acerca a sus expectativas.

POR THE ASSOCIATED PRESS

6 de septiembre de 2025 a las 10:25 a. m. EDT

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President Donald Trump speaks at a dinner in the Rose Garden of the White House on Friday.

El presidente Donald Trump habla en una cena en el jardín de rosas de la Casa Blanca el viernes.

ALEX BRANDON—FOTO AP

El mercado laboral estadounidense pasó de saludable a letárgico durante los primeros siete meses del regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, ya que la contratación se desplomó y la inflación comenzó a subir nuevamente a medida que se afianzan sus aranceles.

El informe de empleo del viernes  mostró que los empleadores crearon tan solo 22.000 puestos de trabajo en agosto, mientras que la tasa de desempleo ascendió al 4,3%. Las fábricas y las empresas de construcción despidieron a sus trabajadores. Las revisiones mostraron que la economía perdió 13.000 empleos en junio, la primera pérdida mensual desde diciembre de 2020, durante la pandemia de COVID-19.

Los nuevos datos revelaron la creciente brecha entre la  economía floreciente  que Trump prometió y la realidad, más débil, de lo que ha logrado hasta ahora. La Casa Blanca se enorgullece de operar a un ritmo vertiginoso, pero ahora pide paciencia al pueblo estadounidense, ya que Trump afirma que podría faltar un año para que mejoren las cifras de empleo.

"Vamos a ganar como nunca antes", dijo Trump el viernes. "Esperen a que empiecen a abrir las fábricas que se están construyendo por todo el país; verán cosas que nadie espera".

La súplica de paciencia no ha servido de mucho para consolar a los estadounidenses, ya que los problemas económicos que habían sido una fortaleza para Trump durante una década se han convertido en una debilidad persistente. La aprobación del liderazgo económico de Trump alcanzó el 56 % a principios de 2020 durante su primer mandato, pero esa cifra era del 38 % en julio de este año,  según una encuesta  de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.

La situación ha dejado a Trump buscando a otros a quienes culpar, mientras los demócratas dicen que el problema comienza y termina con él.

Trump sostuvo el viernes que la economía generaría empleos si el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hubiera recortado drásticamente los tipos de interés de referencia, aunque hacerlo en la medida deseada por Trump podría desencadenar una mayor inflación. Los inversores esperan un recorte de tipos por parte de la Fed en su próxima reunión de septiembre, aunque esto se debe en parte al debilitamiento de las cifras de empleo.

El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, dijo que los aranceles y las políticas liberales de Trump estaban destruyendo la economía y el informe de empleo lo demostraba.

“Esta es una clara advertencia para todo el país de que Donald Trump está exprimiendo nuestra economía”, dijo Schumer.

En muchos sentidos, Trump se ha metido en un lío en materia económica, cuyo desempeño aún no se acerca a lo que él decía.

En 2024, Trump sugirió que deportar a los inmigrantes que se encuentran sin permiso en el país protegería los empleos de la población negra. Sin embargo, la tasa de desempleo entre la población negra ha aumentado al 7,5 %, su nivel más alto desde octubre de 2021, debido a que el gobierno de Trump ha implementado medidas drásticas contra la inmigración.

— En su anuncio de aranceles de abril, Trump dijo: «Los empleos y las fábricas volverán con fuerza a nuestro país, y ya lo estamos viendo». Desde abril, los fabricantes han recortado 42.000 empleos y la construcción ha recortado 8.000.

— Trump afirmó en su discurso inaugural que el "oro líquido" del petróleo enriquecería a la nación al impulsar la economía hacia los combustibles fósiles. Sin embargo, los sectores maderero y minero, que incluyen el petróleo y el gas natural, han perdido 12.000 empleos desde enero. Si bien los precios de la gasolina son más bajos, la Administración de Información Energética estimó en agosto que la producción de crudo, fuente de la riqueza prometida por Trump, disminuiría el próximo año en un promedio de 100.000 barriles diarios.

En los mítines de 2024, Trump prometió acabar con la inflación desde el primer día y reducir a la mitad los precios de la electricidad en 12 meses. Los precios al consumidor han subido de un incremento anual del 2,3 % en abril al 2,7 % en julio. El coste de la electricidad ha subido un 4,6 % en lo que va de año.

La Casa Blanca de Trump sostiene que la economía está a punto de alcanzar un crecimiento exponencial y que sus nuevos impuestos a las importaciones podrían recaudar cientos de miles de millones de dólares anuales si logran  resistir los desafíos judiciales .

En una cena el jueves por la noche con ejecutivos y fundadores de empresas como Apple , Google , Microsoft , OpenAI y Meta , Trump dijo que las instalaciones que se están construyendo para desarrollar inteligencia artificial generarían "números de empleos como nuestro país nunca ha visto antes" en algún momento "dentro de un año".

Pero Michael Strain, director de estudios de política económica del American Enterprise Institute, señaló que la promesa de Trump de que se avecina un sólido crecimiento del empleo contradice sus afirmaciones infundadas de que los datos recientes de empleo fueron falsificados para avergonzarlo. Esta acusación lo impulsó a despedir al director de la Oficina de Estadísticas Laborales el mes pasado tras las drásticas revisiones a la baja del informe de empleo de julio.

Strain dijo que es racional que la administración diga que vendrán tiempos mejores, pero hacerlo parece socavar las acusaciones de Trump de que las cifras están manipuladas.

“El presidente declaró claramente que los datos no eran confiables y que su debilidad era producto de una manipulación anti-Trump”, dijo Strain. “Y si eso es cierto, ¿por qué estamos siendo pacientes?”

La Casa Blanca sostuvo que el informe de empleo del viernes era una excepción en una economía por lo demás buena.

Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, dijo que la Reserva Federal de Atlanta espera un crecimiento anualizado del 3% este trimestre, lo que, según él, sería más consistente con un aumento mensual de 100.000 puestos de trabajo.

Hassett dijo que la inflación es baja, el crecimiento del ingreso es “sólido” y las nuevas inversiones en activos como edificios y equipos en última instancia impulsarán la contratación.

Pero Daniel Hornung, quien fue subdirector del Consejo Económico Nacional en la Casa Blanca de Biden, dijo que no veía evidencia de un repunte próximo en los datos de empleo de agosto.

“Un debilitamiento bastante generalizado”, afirmó Hornung. “La caída durante tres meses en sectores productores de bienes como la construcción y la manufactura es particularmente notable. Ya existían dificultades en ese ámbito y es probable que los aranceles estén agravando los desafíos”.

Stephen Moore,  economista de la conservadora Heritage Foundation y partidario del presidente, dijo que el mercado laboral "definitivamente se está suavizando", aunque se hizo eco de las afirmaciones de Trump de que las cifras de empleo no son confiables.

Dijo que la economía se estaba ajustando al cambio trumpiano de aranceles más altos y reducciones de inmigración que podrían reducir el grupo de trabajadores disponibles.

“El problema a futuro es la escasez de trabajadores, no la escasez de empleos”, dijo Moore. “En cierto modo, es un problema positivo”.

Pero el consultor político y encuestador Frank Luntz adoptó la opinión contraria de que el informe de empleo en última instancia no importará para la suerte política de Trump y su movimiento porque los votantes se preocupan más por la inflación y la asequibilidad.

“Eso es lo que el público ve, eso es lo que le importa”, dijo Luntz. “Todos los que quieren un trabajo lo tienen, en general”.

Desde la perspectiva electoral, Trump aún tiene aproximadamente un año para demostrar avances en la mejora de la asequibilidad, afirmó Luntz. Los votantes generalmente definirán sus opiniones sobre la economía antes del Día del Trabajo, antes de las elecciones de mitad de mandato del próximo año.

En otras palabras, Trump todavía tiene tiempo.

"Aún está en juego", dijo. "El punto decisivo será el Día del Trabajo de 2026".

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