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martes, 30 de septiembre de 2025

Hamás agota el ultimátum de Trump con la soga de EEUU al cuello y abandonado hasta por quien cobijó a su cú

 



ORIENTE PRÓXIMO

Hamás agota el ultimátum de Trump con la soga de EEUU al cuello y abandonado hasta por quien cobijó a su cúpula

Los líderes del grupo islamista palestino debaten a contrarreloj su respuesta al plan de la Casa Blanca, que cuenta con el visto bueno de Catar y Turquía, sus dos grandes protectores. 

Más información: Trump y Netanyahu ofrecen un plan de paz para Gaza que abre la puerta al Estado palestino: dan 72 horas a Hamás

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Donald Trump activó este martes la cuenta atrás para materializar su plan en Gaza. Hamás tendrá un plazo de "tres o cuatro días" para aceptar su propuesta de paz o atenerse a las consecuencias.

"Esperamos que Hamás responda afirmativamente, pero si rechaza la propuesta, Israel hará lo que tenga que hacer", advirtió el presidente de Estados Unidos, que recordó a los líderes de la milicia islamista que "todos los países árabes están implicados, los países musulmanes están implicados, Israel está implicado. Sólo esperamos a Hamás. O se suma o no, y si no, será un final muy triste".


El plan de 20 puntos que la Casa Blanca presentó el lunes contempla el fin inmediato de la guerra, la liberación de todos los rehenes vivos y muertos en las primeras 72 horas, una amnistía para los miembros del grupo que "se comprometan a la convivencia pacífica" con Israel y garantías de seguridad para aquellos que deseen abandonar la Franja.


La propuesta de la Casa Blanca, que lleva la firma del yerno del presidente, Jared Kushner, de su enviado especial, Steve Witkoff, y del ex primer ministro británico Tony Blair, también pone la gobernabilidad del enclave en manos de "un comité palestino" de corte técnico supervisado por una "junta de paz" presidida por el propio Trump.


Sólo falta el  de Hamás. Sus líderes comenzaron a debatir en la noche del lunes cuál debe ser la respuesta a un plan que interpretan como una capitulación sin paliativos. Un plan que, además, ni siquiera conocían en su totalidad hasta que la Casa Blanca lo hizo público este mismo lunes.

La cúpula de Hamás ha mantenido en las últimas horas una serie de consultas con Catar y Turquía, dos países que han cobijado a sus líderes y que han dado ahora su visto bueno a la hoja de ruta de Trump. Pero los miembros del movimiento islamista, que prometieron estudiar "de buena fe" la propuesta, todavía redactan la lista de 'pros' y 'contras'. No moverán ficha hasta agotar el ultimátum de la Casa Blanca.

La presión sobre Hamás es mayúscula. Varios países árabes e islámicos, como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania, Pakistán o Indonesia, respaldaron a través de un comunicado conjunto "el liderazgo y los esfuerzos de paz" del mandatario republicano para poner fin dos años después a la guerra en Gaza, que se ha cobrado la vida de más de 68.000 palestinos, según el recuento de las autoridades sanitarias locales.

De acuerdo con la CBS, los líderes de Hamás se inclinan hacia el . Una respuesta afirmativa disolvería de forma automática el férreo control político que el movimiento islamista ha mantenido sobre Gaza desde la guerra civil de 2007, que se saldó con la expulsión de la Franja de Fatah, el partido de Mahmud Abás, quien sueña a sus 89 años con retomar el control del enclave como presidente de una Autoridad Palestina revitalizada.

El cumplimiento del plan implica que Hamás y "otras facciones" de la resistencia armada palestina, como la Yihad Islámica, cuyo secretario general, Ziad Nahala, rechazó sin reservas el plan de Trump, no tengan "ningún control en la gobernanza de Gaza, ni directa ni indirectamente".

Un hipotético  de Hamás también concedería a la Fuerza Internacional de Estabilización de Estados Unidos y sus socios árabes la capacidad de destruir "toda infraestructura militar, terrorista y ofensiva, incluyendo túneles y fábricas de armas”.

Este sería, en cualquier caso, un proceso de "desmilitarización" —no así de desarme, un término que conlleva dar pasos mucho menos graduales y consensuados— que se encargará de controlar un grupo de "observadores independientes" cuya identidad todavía no ha trascendido.



Netanyahu y Trump durante la rueda de prensa en la Casa Blanca. Kevin Lamarque Reuters

Hamás quiere garantías

Otros líderes de Hamás trasladaron a la agencia Reuters que el plan de Trump está "claramente sesgado a favor de Israel" y establece "condiciones imposibles" porque "no otorgan al pueblo palestino ni a los residentes de Gaza ningún derecho legítimo".

Es tarea imposible predecir qué responderá Hamás. Y sin embargo Nomi Bar-Yaacov, abogada internacional con más de tres décadas de experiencia en mediación de conflictos, se atreve a intentarlo.

"Es probable que pida garantías de que, después de las primeras 72 horas, en las que se espera que liberen a todos los rehenes, Israel se retirará y excarcelará a los 250 prisioneros, muchos de los cuales cumplen cadena perpetua, y a los 1.700 prisioneros que fueron capturados después del 7 de octubre", apunta la especialista en conversación con este periódico. "Hamás también querrá que faciliten la entrada de ayuda humanitaria y les permitan salir en caso de que depongan las armas".

"Así que creo que eso es lo que van a buscar: aclaraciones", concluye Bar-Yaacov.

En este sentido, el primer ministro catarí, Mohammed Abdulrahman Al Thani, que recibió el lunes las disculpas de Netanyahu por el ataque aéreo israelí en Doha que intentó eliminar a la cúpula de Hamás, declaró este martes en Al Jazeera que hay varios puntos en el plan de alto el fuego que requieren aclaraciones y discusión, especialmente en lo relativo a la retirada militar israelí de Gaza.

"El plan de Trump logra el objetivo principal de poner fin a la guerra, pero hay asuntos que requieren aclaración y negociación", subrayó Al Thani. "La cuestión de la retirada requiere aclaraciones. Hay que discutirla".

A los líderes del grupo islamista palestino no les convence la falta de concreción sobre este asunto. Entre los 20 puntos no figura ningún calendario para la retirada militar israelí. Tampoco genera confianza en la cúpula de Hamás la vaguedad con que el acuerdo contempla el establecimiento de un Estado palestino.

Las declaraciones con las que Netanyahu quiso tranquilizar a sus votantes no sirven de ayuda. El primer ministro israelí aseguró a través de un vídeo publicado este martes en redes sociales que el plan de Trump permite a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) permanecer en Gaza —cuando la propuesta contempla, en términos poco precisos, eso sí, su retirada gradual— y que no le compromete a aceptar el establecimiento del Estado palestino porque "no está escrito en el acuerdo", cuando en realidad sí lo está.

"Fue una visita histórica", celebró Netanyahu. "En lugar de que Hamás nos aísle, le dimos la vuelta a la situación y aislamos a Hamás. Ahora todo el mundo, incluido el mundo árabe y musulmán, está presionando a Hamás para que acepte los términos que creamos junto con Trump, para traer de vuelta a todos los rehenes —vivos y muertos— mientras las FDI permanecen en la Franja".

El primer ministro israelí necesita redimirse de algún modo de las disculpas que le extendió a su homólogo catarí, forzadas por Trump. Unas disculpas que le granjearon críticas en Israel pero que, desde luego, no fueron casuales.

"Catar es un actor central para el fin de la guerra. Hamás estará obligado a terminar la guerra bajo la presión de los países árabes, especialmente Catar", comenta en esta línea una fuente diplomática palestina citada por el diario israelí Yedioth Ahronoth.

El primer ministro del Emirato, que aclaró este martes que "la disculpa de Netanyahu es lo mínimo" y que "lo más importante es el compromiso de no atacarnos de nuevo", insistió en la citada entrevista con Al Jazeera que "los países árabes y del Islam han hecho todo lo posible por mantener a los palestinos en su tierra y alcanzar la solución de dos Estados".



El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich. Reuters

Consenso en Israel

Existe un amplio consenso en Israel sobre la conveniencia de aceptar el plan de Trump, que nace con la vocación de ampliar los Acuerdos de Abraham. Sólo la extrema derecha mesiánica lo rompe.

El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, lamentó este martes el "rotundo fracaso diplomático" de Netanyahu por acatar en Washington un acuerdo que "desperdicia una oportunidad histórica para romper de una vez por todas con las cadenas de [los Acuerdos de] Oslo".

Smotrich, de todos modos, se ahorró sus amenazas habituales sobre la ruptura de la coalición de gobierno. Un chantaje inútil dado que Netanyahu puede disponer del respaldo de otros grupos parlamentarios con representación en la Knéset para mantener la mayoría. Desde la izquierda de Yair Golan hasta la derecha dura de Avigdor Liberman, pasando por el centro liberal de Yair Lapid, actual líder de la oposición.


Sin embargo, tanto el titular de Finanzas como el ministro de Seguridad Pública, Itamar Ben Gvir, proponen recuperar los asentamientos colonos en Gaza que el difunto Ariel Sharon desmanteló hace veinte años.

"Dado que el primer ministro Netanyahu inicialmente se negó a conquistar Gaza… ¿es esto lo máximo que se puede lograr ahora?", ironizó Smotrich, que se encomendó a la "obstinación" de los líderes de Hamás para tirar por tierra el plan.

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