La administración Trump está en modo de control de daños después de que la redada migratoria de Hyundai generara preocupaciones sobre inversiones.
- Trump dijo que los trabajadores calificados son “bienvenidos” en Estados Unidos luego de las redadas de inmigración en una planta de baterías de propiedad surcoreana la semana pasada.
- Sin embargo, Trump enfatizó que se espera que estos trabajadores extranjeros regresen eventualmente a casa.
- Según se informa, funcionarios estadounidenses han expresado su pesar por la redada de inmigración y acordaron trabajar en nuevos programas de visas para trabajadores surcoreanos.

El lunes, la Casa Blanca tomó medidas para limitar las consecuencias de una redada de inmigración en una planta de baterías de propiedad surcoreana en Georgia el 4 de septiembre, una medida que enfureció al aliado de Estados Unidos y generó preocupaciones con respecto a la inversión extranjera en Estados Unidos.
La instalación de Georgia, operada porHyundai Motor Groupy LG Energy Solution, vieron a 475 de sus trabajadores arrestados bajo acusaciones de que estaban en los EE. UU. ilegalmente o sin los permisos de trabajo adecuados, y cientos de surcoreanos detenidos fueron enviados a casa el jueves.
La redada formó parte de una campaña de deportación más amplia de la administración Trump, que la Casa Blanca ha descrito como crucial para cumplir las promesas de campaña del presidente estadounidense Donald Trump. Stephen Miller, subjefe de gabinete y asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, ha impulsado 3.000 arrestos diarios.
En medio de reacciones negativas y preocupaciones sobre cómo la redada podría perturbar los esfuerzos para traer la manufactura de regreso a Estados Unidos —una medida llamada reshoring o onshoring— Trump, en una publicación en Truth Social el lunes, enfatizó que los trabajadores extranjeros son “bienvenidos” en el país.
Trump dijo que quiere que las compañías extranjeras que construyen productos complejos, máquinas y varias otras “cosas” traigan empleados calificados para capacitar a la fuerza laboral nacional, aunque enfatizó que se espera que estos trabajadores extranjeros regresen a casa eventualmente.
“Si no hiciéramos esto, toda esa inversión masiva nunca llegaría en primer lugar... No quiero asustar ni desincentivar la inversión en Estados Unidos por parte de países o empresas externas”, dijo Trump.

Mientras tanto, Christopher Landau, un alto diplomático estadounidense, expresó su pesar por la redada de inmigración en una reunión con sus homólogos surcoreanos durante el fin de semana, sugiriendo que el evento podría usarse como un punto de inflexión para fortalecer las relaciones bilaterales, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea.
Landau también dijo que los trabajadores surcoreanos no enfrentarán desventajas al regresar a Estados Unidos y que Washington se esforzará por prevenir incidentes similares.
¿Más consecuencias?
Además de las declaraciones conciliatorias de Washington, Landau también dijo en una publicación en X que el Departamento de Estado de Estados Unidos “garantizará que [los surcoreanos] tengan las visas necesarias y adecuadas para cumplir con nuestras leyes”.
Los medios estatales de Corea del Sur informaron que Washington acordó establecer un nuevo “grupo de trabajo de visas” para el país, y que las discusiones incluirían el deseo de Seúl de establecer una cuota separada de visas estadounidenses para sus trabajadores.
Actualmente, Estados Unidos permite a los empleadores contratar temporalmente a trabajadores extranjeros en “ocupaciones especializadas” bajo su programa de visas H-1B, pero el sistema es altamente selectivo debido a un límite anual y un sistema de lotería.
Un portavoz presidencial de Corea del Sur también dijo el lunes a los medios locales que Seúl está llevando a cabo una revisión más exhaustiva para determinar si se produjeron violaciones de los derechos humanos durante la aplicación de las leyes de inmigración estadounidenses en la planta de baterías de Georgia.
Funcionarios del gobierno estadounidense dijeron que cientos de trabajadores detenidos en las instalaciones se encontraban en el país ilegalmente.
Los expertos han dicho a CNBC que las acciones de inmigración (la operación de cumplimiento más grande en la historia del Departamento de Seguridad Nacional de los EE. UU.) podrían llevar a que otras empresas extranjeras reevalúen su fuerza laboral en los EE. UU.
LG Energy Solution informó a CNBC la semana pasada que el inicio de la construcción de la planta de baterías para vehículos eléctricos de Georgia se había pospuesto de 2025 a 2026. Sin embargo, la compañía afirmó que la decisión no estaba relacionada con el reciente incidente, sino con factores externos, incluidas las condiciones generales del mercado.
Muchos otros gigantes tecnológicos de Corea del Sur han estado invirtiendo miles de millones en instalaciones en Estados Unidos como parte de los esfuerzos de relocalización, incluidas las empresas de semiconductores Samsung Electronics.y SK Hynix.
El presidente surcoreano, Lee Jae Myung, calificó la incursión de “desconcertante” y agregó que desalentaría futuras inversiones en Estados Unidos.

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