Neo-nazismo
75 años después
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Mundo_Judio/56355/
Carla Reyes Uschinsky*
Neo-nazismo
75 años después
Una de las
primeras cosas que hace un judío cuando llega a Israel es visitar el Yad Vashem, el museo e institución dedicados a la
memoria de los 6 millones de judíos muertos en los campos de exterminio durante
la segunda Guerra Mundial.
La población
israelí se fue configurando desde el 47 -tan sólo dos años después del final de
ese macabro periodo de nuestra historia- con los miles de supervivientes de
esos campos.
Con los
miles que tuvieron la suerte de no ser gaseados, los que por simple capricho
del destino pudieron escapar a la Endlösung (la
solución final) decretada por Hitler.
Fue un 27 de enero de 1945 cuando Auschwitz,
el más conocido de los campos de exterminio de judíos, fue liberado.
A partir de
ese momento el mundo comenzó a conocer y a tomar conciencia de lo que estaba
sucediendo en los campos de concentración nazis desde hacía años, algo que
muchos sabían pero que nadie se atrevía a denunciar.
Política de
exterminio de un pueblo completo
Ese día fue
elegido por la ONU para rendir homenaje a los 6 millones de judíos que desaparecieron
en esos campos de la muerte y también para advertir a las generaciones futuras.
Un partido,
un movimiento político, el nacionalsocialismo
fue capaz de concebir una política de exterminio de un pueblo completo.
El nazismo
alemán construyó un argumentario político, ideológico y racial para culpar a un
pueblo de los males del suyo y convertirlo en el enemigo a erradicar.
Luego, una vez que ese discurso ideológico
penetró en una sociedad germana temerosa
de la hambruna, puso en marcha la gran maquinaria para llevar a cabo la
Endlösung, la solución final.
Se trataba
de liquidar a una población entera en poco tiempo, encontrar una técnica capaz
de “resolver el problema” de la manera más rápida posible, antes de que la
guerra acabase.
El nazismo
fue ejemplar en su cometido, en apenas 5 años seis millones de judíos fueron
exterminados: un macabro récord que aún hoy, 75 años después, hace esconder la
cara de vergüenza a los demócratas.
La Shoá ( Nota del
autor del blog: shoah o shoa es
holocausto en hebreo) es uno de los episodios más negros de nuestra
historia y por ello debe estar presente en nuestro futuro, para no olvidar,
para tener siempre vivo el horror cometido.
Sólo así
podremos evitar que vuelva a producirse.
Israel y los
millones de judíos que residen en la diáspora han sabido mantener siempre vivo
el recuerdo.
Sin embargo
parece que a algunos les molesta este recuerdo permamente.
(Nota del autor
del blog: podrían ser los del Guetto de Gaza y otros palestinos que están algo enojados
con Israel)
Como si se
tratara de una maldición histórica, renacen
en Europa movimientos extremistas que vuelven a inocular el veneno antisemita.
Con caretas
cómicas como la del humorista Dieudonné, que
arrastra a una juventud permeable al fanatismo y a la manipulación populista,
caldo de cultivo de indignados de toda condición.
Con él
afloran una vez más las más disparatadas teorías negacionistas, que incluso
llaman a buscar entre los judíos a los responsables del atentado contra las
Torres Gemelas.
El cómico
francés conoce el poder del lenguaje y también el de los gestos y los cantos:
ahí está el renovado saludo nazi, la quenelle y el himno de mofa del
Holocausto: la Shoahnanas.
Hace 25 años
las calles de Paris, de Bruselas, se llenaban de
jóvenes dispuestos a frenar la escalada ultraderechista de Jean Marie Le Pen.
La famosa
campaña de Touche pas à mon Pote creó un movimiento anti racista que movilizó a
millones de jóvenes inmigrantes y europeos para frenar el avance de la derecha
más ultra y xenófoba.
Hoy los hijos de muchos de esos
inmigrantes llenan los teatros para ver el discurso
antisemita de Dieudonné.
Complejas caras con las que se nos
presenta el neo-nazismo
Ironías de
la historia, es un ministro inmigrante de origen español, Manuel Valls, quién
ha decidido parar los pies al cómico francés prohibiendo su espectáculo.
Son muchos
los analistas políticos y eméritos catedráticos
de historia política los que consideran que la democracia en Europa está tocada
y que será dificil detener las nuevas y complejas caras con las que se nos
presenta el neo-nazismo.
Ahí está,
camuflado bajo las caretas de Amanecer Dorado,
de la nostalgia hacia el Tercer Reich que invade al partido de extrema derecha
FPO, en Austria o en la Guardia Húngara, los
herederos de esas milicias de las Cruces Flechadas, que siembra el pánico hoy
(como lo hicieron sus progenitores durante la II Guerra) entre la población
judía y la romaní.
Europa
resurgió de los restos de la Gran Guerra y pudo construirse sobre lo que
creíamos eran las cenizas del fascismo.
La crisis económica no puede, no debe ser el
pretexto para permitir que vuelvan a encenderse esos rescoldos.
“Dieudonné no es un
humorista, es un adversario de la democracia”.
La
tolerancia cero del ministro de Interior francés hacia el antisemitismo de
Diudonné debe ser la llave para cerrar a cal y canto las puertas a esa lacra.
Y el
recuerdo, el recuerdo vivo siempre de los brazos marcados, de los 6 millones de
judíos asesinados.
La Shoá es
esa memoria colectiva que hace que nuestros hijos y nietos sepan lo que
sucedió, sepan que el ser humano fue capaz de cometer esas atrocidades y que,
por lo tanto, si no lo impedimos puede volver a hacerlo.
* Periodista y socia de AGAI (Asoc.Galega
de Amizade con Israel)
No hay comentarios:
Publicar un comentario