Al menos 17 grupos armados controlan territorios amazónicos en Perú, Colombia y Brasil, revela informe
La investigación internacional, desarrollada por iniciativa de la Unión Europea, detalla que las mafias imponen gobernanzas criminales, expanden economías ilícitas y aumentan los riesgos para defensores ambientales en la Amazonía

La Amazonía noroccidental, que abarca territorios de Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, se ha convertido en el epicentro de una crisis que combina violencia armada, degradación ambiental y pérdida de gobernabilidad. Según un reciente informe internacional, este bioma enfrenta la mayor concentración de conflictos socioambientales en el mundo, con la presencia de al menos 17 grupos armados ilegales que operan en el 69% de sus municipios.
El estudio titulado “Amazonía en disputa. Seguridad climática y conflictos socioambientales en la Amazonía noroccidental”, presentado el 19 de agosto de 2025 en Bogotá, advierte que el crimen organizado se ha transformado en el principal acelerador del punto de no retorno de la Amazonía, poniendo en riesgo la seguridad climática, la democracia y la estabilidad regional. La investigación fue desarrollada en el marco de una iniciativa de la Unión Europea, en colaboración con la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) en Colombia y Perú, y el Instituto Igarapé en Brasil.
Minería ilegal, crimen organizado y economías ilícitas en la Amazonía

La región más peligrosa para defensores ambientales

La Amazonía también es reconocida como la zona más letal del mundo para quienes defienden el ambiente. Liderazgos indígenas, comunitarios y sociales se encuentran bajo un constante asedio que incluye amenazas, desplazamientos forzados, campañas de desprestigio, discriminación e incluso homicidios.
En 2023, el 55,6 % de los asesinatos de defensores ambientales a nivel mundial ocurrió en países amazónicos, con un total de 196 casos documentados. Colombia encabezó la lista con 79 asesinatos, seguida de Brasil con 25, mientras que otros países de la región también registraron episodios de violencia que evidencian la falta de garantías para quienes alzan la voz contra las mafias y las economías ilegales.
Los datos también revelan que entre 2001 y 2023 la Amazonía noroccidental perdió más de 14,7 millones de hectáreas de bosque, un área equivalente al tamaño de Honduras. Al mismo tiempo, el 89 % del oro extraído en la región se exporta a destinos como Canadá, Suiza, India, Estados Unidos, Emiratos Árabes, Reino Unido, Italia y Australia. Esta conexión con mercados internacionales muestra cómo el extractivismo ilegal trasciende fronteras y se sostiene gracias a la demanda global.
El informe plantea la necesidad de reforzar las capacidades de los gobiernos amazónicos, establecer puestos de control en corredores fluviales, proteger a las comunidades indígenas y escuchar sus propuestas, además de superar la dependencia del aparato militar, apostando por capacidades civiles y políticas que permitan garantizar gobernanza ambiental y seguridad para quienes cuidan la selva.
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