La crisis de la lira turca expone la dependencia de la energía importada
La situación energética es precaria, y el país está listo para renegociar importantes contratos de suministro de gas natural con Rusia.
La crisis monetaria de Turquía ha puesto de manifiesto una debilidad clave de su economía: una dependencia casi total de la energía importada para mantener los hogares calientes y las fábricas funcionando.
Turquía está rodeada por algunas de las reservas de combustibles fósiles más ricas del mundo, en Oriente Medio y Asia Central, pero produce poco petróleo, gas o carbón propio. El país importa el 93% del petróleo y el 99% del gas que consume, una vulnerabilidad cuando los precios de la energía en dólares suben y la lira se desliza .
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