Diálogos a fondo
Jacques Attali: “La crisis que se avecina será muy profunda en términos de recesión, desempleo y miseria”
Jacques Attali, economista: “Trabajadores y jóvenes son los más perjudicados. Los jóvenes en edad escolar están perdiendo mucho más que nadie”,
Jacques Attali es un hombre del renacimiento moderno. Pensador, escritor y consejero, es requerido por Jefes de Estado y leído por millones. Anticipó la pandemia desde1999. El año pasado publicó enParis el libro “La economía de la vida. Prepararse para lo que viene”, que acaba de salir en español. Desde Francia, conversó con Clarín acerca de la crisis actual, el escenario mundial que se avecina y su propuesta para lo que define como una “economía de la vida”.
-Usted ha argumentado que todavía no entendimos la profundidad de la crisis del COVID. ¿Cómo fue la reacción global de la humanidad?
Me sorprendió el hecho de que la humanidad entendió, con bastante rapidez, que estábamos lidiando con un evento global y no algo local. Comprendimos inmediatamente que un problema en un lugar es un problema en todas partes y que cerrar las fronteras no ayudaría. Lo que más me sorprendió fue que casi de la noche a la mañana más de 2.500 millones de personas fueran a trabajar de forma remota. Esto muestra que la humanidad, bajo presión, puede cambiar muy rápidamente Pero me preocupa más el hecho de que la humanidad aún no ha entendido que la crisis que se avecina será muy, muy profunda en términos de recesión, desempleo y miseria.
-¿Quiénes son los más perjudicados por esta crisis?
Más allá de quienes sean más vulnerables al virus, económicamente los trabajadores y los jóvenes son los más perjudicados. Piense en los países que están perdiendo días y días de escuela. Y no podemos confiar en los medios digitales como alternativa, ya que muchos no tienen acceso a ellos. Los jóvenes en edad escolar están perdiendo mucho más que nadie.
-¿Tendrá impactos políticos internos en los países?
La ceguera de los líderes y su tendencia a demorarse en tomar decisiones y actuar me hace preguntarme si el impacto de esta pandemia modificó en algo sus ideas y prácticas. Por eso es que todavía no hemos podido abrazar un verdadero plan global. Los países en todo el mundo han inyectado tanto dinero en el mercado a través de sus bancos centrales que están “ocultando” la realidad de la crisis. Esto les está permitiendo “disfrazarla” para posponer sus consecuencias y hacer pensar que habrá una solución fácil. Pero eso no es cierto. Debemos aprender la lección profunda de la pandemia: reducir masivamente todas las actividades económicas que aumentan la probabilidad de desastres naturales y cambio climático, como combustibles fósiles y sistemas de transporte que los utilizan, plásticos, químicos e industrias textiles.
-¿Ve usted un choque de modelos entre Washington y Pekín surgiendo a causa de la pandemia?
El “modelo chino” no existe. Los chinos se están tragando el mundo occidental. Y quieren ser occidentales. La gente de clase media, incluso los líderes quieren consumir como sus pares occidentales. China está tratando de desarrollar una economía de mercado totalitaria, y todas las lecciones de la historia demuestran que eso no funciona. La economía de mercado necesita de la democracia para sobrevivir porque el mercado provee información, innovación y transparencia. En el largo plazo, los chinos tendrán que elegir entre la democracia o la economía de mercado. Para Europa y Estados Unidos, la situación exige actuar con mentalidad de lo que he denominado “economía de guerra”: un papel activo del Estado para coordinar las respuestas a la crisis. Pero luego de las oleadas liberales los estados no tienen las herramientas para imponer pautas al sector privado. Y los gobernantes tienen un visiones ideológicas o voluntades políticas muy contrarias
-Ahora que ha mencionado los modelos económicos, ¿cómo es su “economía de la vida” en el contexto del capitalismo global?
La economía de la vida significa priorizar una economía sostenible. Y para ello debemos comprender que no todos los sectores son iguales. El tabaco, el petróleo o inclusive el azúcar son veneno, y por lo tanto tenemos que desarrollar una economía para deshacernos de todos los sectores relacionados con eso. Hoy fabricamos demasiado plástico, demasiados químicos, demasiado aceite, demasiados automóviles. Creo que muchas personas finalmente comprenden que la “economía de la vida” no solo es buena para su salud, sino también para evitar el desastre climático.La economía de la vida se enfoca en los sectores más importantes para el futuro de la humanidad: salud, educación, higiene, alimentación, agricultura ecológica, cultura digital. Soy optimista de que cada vez más personas entenderán que debemos centrarnos en esto: exigiremos más salud y educación.
-¿Son mayoría?
No. Pero están aumentando.Los sectores fuer a de la economía de la vida están bien protegidos políticamente, arraigados en las estructuras dominantes. Una coalición en contra no existe y estaría lejos de ser suficiente. No podemos circunscribirlo a académicos u organizaciones internacionales solamente.
-¿Qué le diría a un país como Argentina para ir hacia una economía de la vida?
Implementar la agenda 2030 para el desarrollo sostenible es un comienzo. Pero si quiere tener una visión transformadora debe tener involucrada a la sociedad toda; todos los diferentes líderes: empresariales, sindicales y del tercer sector.
Señas particulares
Jacques Attali nació en Argel en 1943. Es economista, abogado e ingeniero egresado en la Escuela Politécnica y la Escuela Nacional de Administración de Francia. Fue presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y fundador de la ONG Acción contra el hambre. Fue asesor del presidente Francois Mitterand y dirigió la “Comisión Attali” del presidente Michel Sarkozy y la “Comisión para la economía positiva” d el presidente Francois Hollande para el desarrollo económico. Es uno de los 100 “pensadores globales” que reconoce Foreign Policy. Ha escrito más de 80 libros, el más reciente de los cuales es “La economía de la vida. Prepararse para lo que viene” (Libros del Zorzal).
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