Los ultra ortodoxos ponen a Israel ante una
trampa económica
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Economia/49929,Los%20ultra%20ortodoxos%20ponen%20a%20Israel%20ante%20una%20trampa%20econ%C3%B3mica/
La economía nacional afronta a largo plazo una peligrosa "trampa demográfica" por el
vertiginoso crecimiento de la población ultra ortodoxa, que vive de las
ayudas sociales y dobla su número cada 17 años.
La pobreza en la que vive esta comunidad, que junto a la
árabe-israelí encabeza las estadísticas de hogares con menos ingresos en el
país, son uno de los mayores problemas de la sociedad y la economía, según el Banco de Israel y estudios de la OCDE.
"Los ortodoxos crecen muy rápido y eso es muy
peligroso. Su población se duplica cada 17 años (...) y en 50 años representarán un 26 por ciento del total de la población",
afirmó el gobernador del banco central, Stanley Fischer, en un reciente
encuentro en Jerusalén.
La
problemática con esta comunidad, cuyos miembros están además exentos del
servicio militar de tres años, tiene una doble dimensión,
tanto religiosa como demográfica.
La primera se origina en que por creencias religiosas el hombre debe dedicar la mayor parte del día
al estudio de las escrituras sagradas, la Torá, por lo que no trabaja y deja
esa función en manos de sus mujeres, generalmente poco cualificadas y que
cuando salen al mercado laboral lo hacen por media jornada.
La segunda dimensión tiene que ver con los índices de
natalidad en la comunidad, que inspirada en la orden bíblica de "creced y
multiplicaos" supera los 4,2 hijos
por mujer, casi el triple que la población judía laica.
"El
tamaño de la familia, el nivel educativo y los bajos salarios están
interrelacionados", aseguró Fischer al exponer la relación
que esos tres factores tienen con su situación de pobreza, de la que organismos
internacionales como el PNUD o la OCDE llevan años
alertando.
Ambos detectaron que Israel tenía el mayor
índice de mano de obra desperdiciada de todas las economías occidentales y que
demasiada gente dependía de las ayudas sociales.
La situación en la que los ortodoxos dependen del resto
de la población no es soportable a largo plazo, no cuando su número crece de
forma desproporcionada.
"El resto de la población no podrá mantenerlos (...)
el país no puede seguir por ese camino", explicó Fischer, que en junio
dejará su cargo.
Hace sólo una década un ultra ortodoxo con 10 hijos -no
es nada extraño- costaba a las arcas del Estado
en todo tipo de asistencias unos 10 mil shékels libres de
impuesto (1.919 euros o 2.058 dólares de entonces),
es decir, el equivalente a un sueldo de 17 mil shékels (3.262 euros o 3.497
dólares) si trabajasen.
Becas de estudio en seminarios, descuentos fiscales,
asistencias para viviendas y otras bonificaciones sociales y, sobre todo,
asistencias por hijos, eran los mecanismos de subsistencia de una comunidad acostumbrada a vivir a cuenta del Estado.
Distintos estudios demuestran una relación de dependencia
entre el número de hijos y el monto de la subvención (a mejores subvenciones
mayor crecimiento demográfico ortodoxo), aunque desde 2003 estas ayudas han
descendido progresivamente.
Hoy, cada ultra ortodoxo cuesta a la sociedad poco más de
la mitad que hace una década, pero su rápido crecimiento demográfico anula el
ahorro como grupo.
Un estudio difundido en 2012 por el periódico económico "Calcalist", agregaba al coste general
de los ultra ortodoxos un daño al PBI equivalente a 8.500 millones de shékels
(unos 1.750
millones de euros o 2.310 millones de dólares) por no contribuir a la
productividad.
En los últimos años se está produciendo un ligera
corrección y, poco a poco, los comúnmente conocidos como "jaredim" ("temerosos" de dios)
llegan a aceptar que "la situación no puede continuar o, quizás mejor, que
el país no puede continuar así", en palabras de Fischer.
"Los ortodoxos están redefiniendo su papel",
aseguró.
Gracias a ello la fuerza laboral en el país está
creciendo y los niveles de pobreza bajando, tímidamente pero de forma
sostenible.
Las
primeras medidas correctoras fueron introducidas a raíz del ingreso de Israel
en la OCDE en 2010, e incluyen las de favorecer el nivel educativo de ultra
ortodoxos y árabes para poder introducirlos en el mercado de trabajo con buenas
posibilidades de encontrar empleo cualitativo.
"Hay una rápida incorporación al mercado laboral por
parte de los varones, de un 38 por ciento en 2009 a un
45 por ciento en 2011", asegura un informe del Banco de Israel
sobre los ultra ortodoxos.
Los programas del Gobierno aspiran a que en 2020 un 63
por ciento de los varones de esta comunidad participen en la fuerza laboral con
el fin de desactivar una bomba de relojería no sólo económica sino también
social, a juzgar por los resultados en las últimas elecciones de los partidos
que exigen un reparto más igualitario de las obligaciones. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario