El masivo robo a los ahorristas en Chipre es un
ensayo para apoderarse de los ahorros en Italia y el resto de Europa así como
el dinero de los rusos y de los inmigrantes . Editorial del
diario español el País
Castigo en Nicosia
http://elpais.com/elpais/2013/03/16/opinion/1363462478_488567.html
El rescate de la economía chipriota perturbará la
confianza de los ahorradores europeos
EL
PAÍS 17 MAR 2013 - 00:00 CET
El rescate de Chipre
supone una conmoción para la eurozona, a pesar de que la isla supone apenas el 0,2% del PIB del área monetaria. La razón de esa
zozobra no es tanto la cuantía económica de la decisión, aunque tampoco sea
este un capítulo baladí. Chipre necesita en torno a los
17.000 millones de euros, de los cuales unos 10.000 millones irán a parar a los bancos, sistema vertebral
de la economía chipriota.
Los activos bancarios del país multiplican por
ocho veces y media el volumen de su PIB.
Esta es la singularidad que explica las características
peculiares del rescate de Chipre, tan diferente del de Grecia, Irlanda o
Portugal y, por supuesto, de la intervención en el mercado de deuda que se
diseñó para España e Italia.
La inquietud proviene de que este rescate se ha diseñado
para que en primera instancia paguen los depositantes de las instituciones
financieras, cuando en otras intervenciones bancarias pagaban primero los
accionistas y después los fondos públicos.
A tal fin, se exige al país que los depósitos superiores
a 100.000 euros paguen una tasa del 9,99% y los
inferiores una del 6,75%.
Para evitar las fugas de dinero mientras se aprueba la
ley correspondiente, Europa ha impuesto un temporal corralito financiero que
perturba la imagen de libertad de capitales que Europa tiene a gala.
La cuestión es espinosa, porque este es un inusitado paso
que las autoridades del euro consideran imprescindible para bloquear la salida
segura del dinero extranjero en la banca del país.
Algunos cálculos indican que el capital ruso en los bancos
chipriotas supera los 19.000 millones; y los préstamos son todavía más
elevados, en torno a los 40.000 millones.
La banca griega también está atrapada en el laberinto
chipriota; las consecuencias de la intervención se conocerán en las próximas
semanas, pero no serán pequeñas.
Así pues, la inquietud por la intervención de Chipre se
extenderá en los próximos días. Debe recordarse que muchos países europeos,
entre ellos España, tiene protegidos los depósitos de
los ahorradores y esa protección se quiebra de forma evidente en el caso de
Nicosia. Se puede arguir que es un caso excepcional, pero
los inversores y depositantes no suelen atender a demasiados matices cuando se
impone una decisión tan contundente. Pero el aspecto más alarmante es ese
corralito chipriota, porque incita al capital no residente a abandonar los
países con riesgo de rescate, aunque la acción prevista en esos países se
limite a una intervención en el mercado de la deuda.
La espectacularidad de tal medida no debe ocultar el
hecho de que la banca chipriota necesitaba urgentemente una reconversión o
reducción de tamaño y una investigación a fondo sobre el lavado de dinero que
se practicaba a través de sus cuentas. No era de recibo que el impuesto sobre
sociedades fuera inferior al de Irlanda y Nicosia tendrá que aumentarlo al
menos hasta el 12,5%; y aplicar un ajuste del presupuesto equivalente al 4,5%
del PIB. Chipre también hará frente a sus excesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario