El dinero fácil podría acelerar el avance hacia
la próxima crisis.
http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324662404578334633614326670.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop
Por FRANCESCO
GUERRERA
Cuando partes de los mercados se están sobrecalentando,
principalmente debido a las políticas de relajamiento de los bancos centrales
en todo el mundo, la carrera hacia la próxima crisis está en marcha.
Conducir por encima del límite de velocidad en las autopistas
de los mercados de acciones y crédito se siente bien, principalmente gracias al
combustible barato que brindan las autoridades monetarias.
Pero,
a la larga, el abismo aparecerá.
La parte de "a la larga" es el factor
determinante: nadie sabe cuándo se
acabará la vía, y hasta que suceda, es rentable permanecer en la carrera.
La pregunta es cuándo y cómo, la Reserva Federal y sus
pares decidirán retirar el enorme apoyo que le han dado a la economía global.
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EE.UU.
"A futuro, la preocupación debería ser cómo saldrá el mundo de
esta especie de realidad nueva", sostiene Alexandre Tombini, presidente del banco central de Brasil.
"Requerirá mucha habilidad y
muchísima atención."
Hay que reconocer que la Fed ya está debatiendo el tema.
Pero hay una gran diferencia entre debate y acción.
La realidad ya ha comenzado en algunos
rincones del sistema financiero.
Sólo que no sabemos dónde.
"Inevitablemente
habrá que tomar decisiones en un entorno de incertidumbre significativa",
advirtió Jeremy Stein, uno de los gobernadores de la
Fed, en un discurso reciente. "Esperar
una prueba decisiva del recalentamiento del mercado podría representar una
política implícita de inacción".
Con ese espíritu, él y otros han estado señalando segmentos del mercado que muestran un
comportamiento de burbuja. A continuación, una lista (no exhaustiva) de
tres de ellas.
1. Finanzas apalancadas
La emisión de bonos "basura" se encuentra a
máximos históricos y los diferenciales de crédito —el retorno extra que
requieren los inversionistas para comprar estos valores más riesgosos— cayeron
de forma marcada recientemente, aunque siguen en línea con el promedio previo a
la crisis.
Eso, es sí mismo, no significa que los bonos de alto
rendimiento causarán la próxima crisis sino simplemente que podrían ser una muy
mala inversión.
Otro factor, sin embargo, les debería dar a los
inversionistas algo para pensar. Nuevas investigaciones de Robin Greenwood y Samuel Hanson, de la Universidad de Harvard,
sugieren que cuando la emisión de deuda de alto rendimiento como porcentaje de
la emisión total de bonos se encuentra en niveles elevados, los rendimientos de
los futuros de bonos tienden a ser bajos. Las noticias no son buenas. La emisión de bonos basura ascendió a
alrededor de 37% del total en 2012, bien por encima del promedio histórico de
30%, según la Fed.
2. Finanzas a corto plazo
Todos los ojos están puestos en los "repo", acuerdos a corto plazo en los que las
instituciones financieras canjean efectivo por valores. La crisis
financiera mostró cuán vulnerable a las sacudidas repentinas eran los repo y
cómo sus problemas podían repercutir en todo el sistema. En este frente, el
riesgo parece estar aplacado: las transacciones de repo se ubican en valores
cercanos a la mitad que antes de la crisis.
El discurso de Stein, sin embargo, apunta a otro rincón
de las finanzas a corto plazo: los fondos de inversión y los fondos que cotizan
en bolsa que invierten en bonos de alto rendimiento. Los flujos a estas
inversiones han aumentado notablemente. Son fondos líquidos que invierten en activos
ilíquidos, y un cambio en la política monetaria podría desatar una
corrida y causar problemas para partes del sistema financiero.
3. Fondos de inversión en bienes raíces
En particular, los fondos de este tipo que compran
valores respaldados por hipotecas emitidos por entidades con lazos
gubernamentales. En 2000, este tipo de fondos
administraban unos US$15.000 millones. Para fines de 2012 se había disparado a
alrededor de US$400.000 millones.
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