El 25 de marzo del 2013 es el día D para Chipre
o para la eurozona.
Chipre prepara un plan desesperado para salir
del atolladero bancario
http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323419104578375053832520318.html?mod=WSJS_inicio_MiddleSecond
Por
CHARLES FORELLE, MATINA STEVIS y DAVID ENRICH
En un intento desesperado por desbloquear un rescate de
la Unión Europa, reabrir sus bancos y preservar su membresía en la zona euro,
el gobierno de Chipre preparaba a última hora del jueves una reestructuración
de la segunda entidad crediticia del país
Chipre también planeaba imponer amplias restricciones
sobre las transacciones financieras cuando los bancos, que han estado cerrados
desde el 16 de marzo, reanuden operaciones, lo que profundizaría una parálisis
sin precedentes en la zona euro. Las propuestas, si llegan a concretarse, permitirían a las autoridades restringir
transacciones que no sean en efectivo, congelar el cobro de cheques, limitar
los retiros de cuentas e incluso convertir cuentas corrientes en depósitos a
término fijo.
La suerte de Cyprus Popular Bank PCL (un pequeño banco
conocido como Laiki Bank en la pequeña isla)
tiene repercusiones desproporcionadamente grandes.
Por
primera vez en los 14 años de historia del euro, los ciudadanos de un país que
usan la moneda común se enfrentan a un período extendido de tiempo en el que no
pueden tener acceso a su dinero, una imagen inquietante para los ahorradores
alrededor de Europa.
Se espera que los proyectos de ley para estas medidas
sean debatidos hoy viernes en el Parlamento.
Si
no se aprueban, Chipre tendría pocas opciones salvo
abandonar la zona euro, lo que abriría una caja de Pandora que podría
amenazar a España e Italia.
El cronómetro sigue avanzando. El jueves, el Banco
Central Europeo amenazó con cortar la línea de ayuda financiera si los bancos
de Chipre no están estabilizados para el lunes.
Ayer, sin embargo, no era claro si la propuesta sería
suficiente. Chipre recibió una promesa de ayuda de 10.000 millones de euros de
la zona euro si logra recaudar por su cuenta 5.800 millones de euros. Un alto
dirigente del partido de gobierno dijo que el plan reduciría la cifra a 3.500
millones de euros, una suma muy alta para un país con un producto económico
anual de 18.000 millones de euros.
Los ministros del bloque monetario se reunieron la noche
del jueves y dijeron que estaban listos para evaluar el último plan del país,
pero no prometieron aceptarlo.
Los problemas en los bancos de Chipre se han estado
gestando por años, pero se volvieron más agudos el sábado cuando el gobierno
chipriota y la zona euro acordaron en un plan para imponer un impuesto sobre
todos los depósitos bancarios.
La idea fue vista como una violación del principio de que
el dinero de los pequeños ahorradores debe estar seguro en los bancos y fue
rechazada en el Parlamento en medio de una furiosa oposición.
Esto ha causado un enfrentamiento entre Chipre, la zona
euro y el BCE. Hasta que el impasse se resuelva, los bancos no pueden abrir sus
puertas ya que confrontarían inmediatamente una fuga de depósitos.
Las transferencias electrónicas están congeladas mientras
los bancos permanecen cerrados, pero los chipriotas se han lanzando a los
cajeros automáticos a retirar lo que puedan.
Los rumores del inminente colapso de Cyprus Popular se
propagaron por la calles de la capital, Nicosia, el jueves por la noche, y
cientos de trabajadores del banco se reunieron frente al Parlamento para
protestar. "No toquen a Laiki", coreaban, usando el nombre griego del
banco.
Makis Adam, un veterano con 25 años en el banco que
participó en la espontánea manifestación, dijo que planea mudarse a Australia
con su esposa y dos hijos.
"Siempre queríamos estar en Chipre. Estudié finanzas
en Connecticut pero regresé acá porque quería estar en casa", expresó
entre lágrimas. "La ironía es que mi trabajo era declarar a empresas en
cesación de pagos. Ahora, a nosotros nos están poniendo en cesación de
pagos".
Como en otros países de la zona euro, el problema en
Chipre es decidir quién debe pagar para sacar al país del atolladero
financiero.
En los rescates de Portugal e Irlanda, los que
sobrellevaron la carga fueron los contribuyentes, y la zona euro asumió el
riesgo de prestarles dinero.
En Grecia, la zona euro hizo lo mismo, pero también
compartió las pérdidas con los tenedores de bonos del país.
En Chipre, que tiene un sistema bancario inflado por su
estatus como refugio financiero, la zona euro ha decidido que algunos de los
acreedores de los bancos chipriotas tienen que pagar.
Los principales bancos de Chipre sufrieron enormes
pérdidas con inversiones en Grecia, y también están expuestos al mercado inmobiliario de Chipre, que está en caída.
En
el plan de reestructuración, Chipre le endilgaría las pérdidas a algunos
depositantes y tenedores de bonos, aunque hay pocos en la segunda categoría.
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