Cómo el conflicto Irán-Israel podría desestabilizar a Pakistán

Irán comparte una frontera de 909 kilómetros (560 millas) con la conflictiva provincia pakistaní de Baluchistán. El lunes, las autoridades pakistaníes anunciaron el cierre indefinido de varios cruces fronterizos con Irán.
Los cruces fronterizos de Taftan y Gabd-Rimdan, en el suroeste de Baluchistán, permanecen abiertos para los ciudadanos pakistaníes que desean regresar a su país. El miércoles, cientos de pakistaníes, que habitualmente residen en Irán, llegaron al cruce fronterizo de Taftan para adentrarse en su territorio.
Se espera que el jefe del ejército pakistaní, el mariscal de campo Asim Munir, se reúna con el presidente estadounidense Donald Trump este miércoles durante su visita oficial a Washington. La reunión se considera importante en vista del conflicto entre Irán e Israel.
La relación de Pakistán con Irán
La relación entre Pakistán, de mayoría sunita, e Irán, de mayoría chiita, ha sido compleja; la región fronteriza se ha visto afectada por ataques de separatistas baluchis que libran una guerra de independencia contra el Estado paquistaní.
El Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) acusa al gobierno central de Pakistán de explotar injustamente los recursos naturales de la región.
El BLA ha lanzado durante décadas ataques contra el gobierno, las fuerzas armadas e incluso los intereses chinos en la región .
El conflicto entre Israel e Irán marca un peligroso punto de inflexión no solo para la geopolítica de Oriente Medio, sino también para Pakistán, según el analista pakistaní radicado en Estados Unidos, Raza Rumi. En cuanto a Islamabad, Rumi declaró a DW que «las implicaciones son [todo menos] lejanas».
"Como país con estrechos vínculos con aliados clave del Golfo y una relación compleja con Irán, Pakistán estará bajo presión para mantener la neutralidad mientras salvaguarda sus intereses estratégicos", añadió Rumi.
Cuando los combates entre Israel e Irán entraron en su sexto día el miércoles, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que estaban atacando Teherán, la capital de Irán, lo que alimentó los temores de una guerra total en la región.
El aumento del conflicto y el posible colapso del régimen islamista en Teherán podrían tener graves consecuencias para la seguridad de Pakistán. Asimismo, los ataques separatistas en Baluchistán podrían afectar la seguridad fronteriza y la estabilidad interna de Pakistán, poniendo a prueba su ya sobrecargado aparato de seguridad.
"Existe la espinosa cuestión de la región baluchi [en Irán], y un colapso en Teherán podría desencadenar reivindicaciones de autonomía que envalentonarían a los baluchi en Pakistán. Irán y Pakistán han estado enfrentados por este asunto en el pasado", declaró a DW Ghaffar Hussain, experto en seguridad con sede en Londres.
Para el analista Rumi, "Islamabad tendría que reforzar la vigilancia fronteriza y trabajar cuidadosamente para equilibrar la aplicación de la ley con la sensibilidad diplomática hacia Teherán".
"Una guerra en la frontera occidental [con Irán] es problemática para Pakistán, especialmente para su conflictiva provincia de Baluchistán", dijo Muhammad Shoaib, profesor adjunto de la Universidad Quaid-i-Azam.
Shoaib añadió que cualquier cambio en el status quo será problemático y que un régimen debilitado también "representaría un desafío a la seguridad".
Impactos económicos
El creciente conflicto entre Israel e Irán ha renovado la atención sobre la seguridad en el Estrecho de Ormuz , una vía fluvial estratégica entre Omán e Irán que conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el Mar Arábigo.
Un conflicto más amplio en Medio Oriente, especialmente alrededor del Estrecho de Ormuz, podría interrumpir los suministros mundiales de petróleo y hacer subir los precios, dijo Rumi.
"Al igual que el resto del mundo, Pakistán se vería gravemente afectado, y la guerra podría provocar una importante interrupción del flujo de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, lo que podría provocar un aumento vertiginoso de los precios mundiales de la energía", dijo Rumi, quien señaló que Pakistán ya está lidiando con la inflación, la depreciación de la moneda y la escasez de energía.
Como resultado de la guerra, el aumento de los costos del combustible podría perturbar los mercados y sectores clave, como la generación de electricidad, el transporte y la agricultura, profundizando la crisis fiscal y poniendo más presión sobre los hogares vulnerables.
"Queda por ver si Irán tiene la capacidad de bloquear el estrecho de Ormuz... pero esto involucraría a toda la región, incluidas las naciones del CCG", afirmó Hussain, refiriéndose al Consejo de Cooperación del Golfo, que incluye a Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Shoaib, sin embargo, cree que "el conflicto iraní, en particular, afectará a la provincia de Baluchistán, donde una parte significativa de la población se dedica al comercio informal de petróleo y otros productos básicos".
tensiones sectarias
Según Rumi, Pakistán —un país musulmán predominantemente sunita donde los musulmanes chiítas representan aproximadamente el 15% de la población— podría enfrentarse a un posible desbordamiento de las tensiones sectarias y el país podría experimentar una renovada propaganda, violencia selectiva y actividades indirectas.
"Si la narrativa de la guerra está impregnada de simbolismo religioso y retórica sectaria, podría ser peligrosa", dijo Rumi.
Editado por: Keith Walker
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