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domingo, 22 de junio de 2025

La república islámica, entre la espada y la pared

 ANÁLISIS NOTICIOSO


La república islámica, entre la espada y la pared

El régimen iraní se encuentra en su posición más difícil 46 años después de la revolución que lo llevó al poder. Pero ¿significa esto el fin?


Una mujer, de espaldas a la cámara, miraba un televisor que mostraba al ayatolá Alí Jamení hablando.

Observando el mensaje del ayatolá Alí Jamení al pueblo de Irán, en Teherán, el miércolesCredit...Arash Khamooshi para The New York Times

Roger Cohen

Por Roger Cohen


Roger Cohen reportó desde Teherán en 2009, cuando el país se levantó para protestar por lo que se consideraba unas elecciones presidenciales robadas y la República Islámica de Irán parecía estar a punto de caer.


19 de junio de 2025

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Bajo las bombas de Israel se esconde un régimen iraní impopular y represivo que ha invertido miles de millones de dólares en un programa nuclear y en proyectar la Revolución islámica a través de aliados regionales armados, mientras preside un desastre económico interno y una parálisis asfixiante.


Un autócrata de 86 años, el ayatolá Alí Jamení, gobierna esta inquieta nación, como lo ha hecho durante 36 años, en su papel de guardián de la revolución, una vocación conservadora en la que ha demostrado ser un experto. El líder supremo no juega a las apuestas. Pero su sistema, alejado de una sociedad joven y con aspiraciones, parece esclerótico para muchos, y el dirigente ahora está entre la espada y la pared.


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En seis días de combates, Israel ha atacado la planta de enriquecimiento de Natanz, donde se produce la mayor parte del combustible nuclear iraní, ha matado al menos a 11 de los principales generales del régimen y a varios científicos nucleares, ha bombardeado instalaciones petroleras y energéticas, ha tomado el control total del espacio aéreo iraní y ha hecho huir de Teherán a decenas de miles de personas.


Al menos 224 personas habían muerto en todo Irán hasta el domingo, la mayoría civiles, dijo un portavoz del ministerio de Salud iraní. Pero un aumento de la cifra era seguro pues el bombardeo israelí continuó en los días posteriores. Los misiles iraníes han matado al menos a 24 israelíes.


“La república islámica es un diente podrido a punto de ser arrancado, como la Unión Soviética en sus últimos años”, dijo Karim Sadjadpour, experto en Irán de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional en Washington. “Jamení se encuentra en la situación más difícil a la que se ha enfrentado nunca”.


Sin embargo, el ayatolá ya ha enfrentado amenazas contra su gobierno y su supremacía ha salido intacta. En 2009, cuando millones de personas salieron a las calles de Teherán para protestar por lo que se consideraba unas elecciones presidenciales robadas, vi cómo matones con licencia estatal golpeaban repetidamente a mujeres valientes que exigían dignidad y libertad. Durante unos días, el futuro del régimen pendió de un hilo. Pero se impuso con total crueldad. Muchos manifestantes fueron arrastrados para ser torturados, sodomizados y, en el caso de varios centenares de ellos, asesinados.


Queda por ver si la dificultad a la que se enfrenta actualmente el régimen de Irán conducirá a su desaparición. Gritos aislados de “Muerte a Jamení” se elevan en el cielo nocturno, pero las protestas populares son imposibles bajo las bombas, y siempre son arriesgadas bajo el dominio del gobierno. Por la misma razón, no hay líderes evidentes que dirijan ninguna transición política.




Una enorme columna de humo se elevaba desde detrás de las montañas en la distancia. En primer plano se veía una ciudad.

Una columna de humo tras un ataque israelí, vista desde Teherán, el miércolesCredit...Arash Khamooshi para The New York Times

El ayatolá Jamení sigue desafiante. El miércoles respondió a la amenaza de muerte del presidente Donald Trump y a su llamamiento a la “rendición incondicional” diciendo que “Irán se mantiene firme frente a la guerra impuesta, del mismo modo que se mantendrá firme frente a la paz impuesta, y no cederá ante ninguna imposición”.

Fueron palabras típicas de una nación orgullosa que se levantó contra Occidente hace casi medio siglo mediante la revolución del ayatolá Ruholá Jomeiní, que depuso al sah e impuso “Muerte a Estados Unidos” como su estribillo recurrente.


Pero la insurrección nunca proporcionó la libertad que había prometido. Creció la frustración, ya fuera por los hiyabs impuestos a las mujeres que no deseaban llevarlos o por la mala administración crónica y paralizante.


El producto interno bruto de Irán, o producción total, ha caído un 45 por ciento desde 2012, y mucha gente está desesperada. Las paralizantes sanciones internacionales por el programa nuclear contribuyeron a esta espiral descendente, pero también lo hicieron la corrupción, un programa de privatización mal ejecutado y empresas estatales infladas. Irán llegó a un acuerdo nuclear con Estados Unidos en los últimos años del gobierno de Barack Obama, pero Trump lo desechó en su primer mandato.


“El único mensaje que el pueblo iraní quiere transmitir es que, después de haber hecho todo esto y causado este tipo de estragos, se aseguren de que el final de todo esto sea la desaparición del horrendo régimen”, dijo un empresario iraní que radica en Emiratos Árabes Unidos, quien solicitó el anonimato debido a la costumbre de la república islámica de encarcelar a quienes se le oponen.


Al mismo tiempo, mientras persiste el bombardeo israelí, hay indicios de un auge patriótico incluso entre los opositores al régimen que han pasado tiempo en prisión. Para algunos, la vulnerabilidad ahora demostrada de Irán es una prueba de su necesidad de una bomba nuclear, como la de Corea del Norte, para protegerse. Cerca de Irán, Pakistán, India, Rusia e Israel tienen ojivas nucleares.


“Incluso si formamos parte de la oposición, no podemos permanecer indiferentes ante una invasión de nuestra patria”, escribió en un periódico iraní Saddagh Zibakalm, profesora de Ciencias Políticas que se negó a pisotear las banderas estadounidense e israelí en una universidad de Mashhad en 2016. “No podemos permanecer en silencio o, peor aún, apoyar al agresor”.




Un hombre ondeaba una bandera iraní en medio de una gran calle. Al fondo se veía una mezquita ornamentada.

Una manifestación en Teherán contra los ataques israelíes a Irán, el sábado, delante de un modelo del edificio de la Cúpula de la Roca de Jerusalén.Credit...Arash Khamooshi para The New York Times

Hubo distintas reacciones cuando Israel bombardeó el lunes la sede de la emisora estatal iraní, haciendo que la presentadora, vestida con un chador negro, interrumpiera su perorata contra “el asalto del agresor al suelo de la nación” y “a la justicia y la verdad”.


Algunos iraníes se alegraron de ver a una mujer vestida con un atuendo que muchas mujeres iraníes rechazan y que corría a resguardarse mientras la fuente, detestada por muchos, de la implacable propaganda de la república islámica se apagaba con un sonoro estruendo. Otros se sintieron desgarrados.


”¡Maldito seas Israel! No puedo creer que esté escribiendo en apoyo de la emisora estatal”, escribió en las redes sociales Hossein Dehbashi, autor e historiador que fue condenado a seis meses de prisión en 2022 por afirmar que el hijo del ayatolá Jomeiní murió de una sobredosis de drogas.


Probablemente era inevitable ―dado que una clara mayoría de los 92 millones de habitantes de Irán se opone al régimen de los mulás, en opinión de Sadjadpour y otros observadores― que la campaña militar israelí de seis días de duración ampliara su alcance.


El bombardeo, tal como lo describió Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, comenzó como una “acción preventiva” para impedir que Irán utilizara su uranio enriquecido para apresurar la fabricación de una bomba. Pero esa misión limitada ya parece haber sido sustituida por algo más amplio.


Siempre ha planteado una pregunta fundamental: ¿Qué impediría al régimen, si sobreviviera, hacer girar las centrifugadoras y volver al enriquecimiento? Aunque el programa nuclear nunca ha suministrado una bomba, y solo escasa energía a un costo astronómico, ha sido el símbolo nacionalista más potente de los mulás, al igual que la nacionalización de la industria petrolera iraní en 1951. Esto enfureció a los británicos, cuyas compañías petrolíferas se vieron afectadas, y condujo a un golpe de Estado orquestado por la CIA y la inteligencia británica en 1953.





Una gasolinera abarrotada de vehículos

Coches haciendo cola para repostar tras los ataques aéreos israelíes del lunes en Teherán.Credit...Arash Khamooshi para The New York Times


Existen profundas razones históricas, el golpe de Estado entre ellas, para la extrema sensibilidad de Irán a la intervención extranjera, al igual que existen profundas raíces en su búsqueda de libertad a través de alguna forma de gobierno representativo, que comenzó en 1905 con un levantamiento contra la dinastía Qajar, impulsado por la exigencia de una constitución.


Ahora Trump habla de “un final, un final real, no un alto al fuego, un final real” y Netanyahu no ha ocultado su objetivo final. “Tenemos indicios de que altos dirigentes de Irán ya están haciendo las maletas”, dijo. “Intuyen lo que se avecina”.


Sin embargo, no hay pruebas de que los dirigentes que siguen vivos hayan hecho las maletas, y no está claro cómo el bombardeo israelí podría acabar en el entierro de la república islámica.


Por supuesto, el derrocamiento de la república islámica podría provocar el caos. La historia reciente, en Irak en 2003 y en Libia en 2011, de déspotas derrocados mediante la intervención militar de Occidente constituye un cuento con moraleja.


El presidente ruso, Vladimir Putin, sin duda señalaría implacablemente la hipocresía occidental por su guerra en Ucrania si Israel y Estados Unidos utilizan la fuerza para derrocar el régimen de Irán.


Las potencias occidentales, incluso aquellas como Francia y Alemania que suelen actuar al unísono, ya están divididas sobre cómo proceder. Friedrich Merz, canciller alemán, dijo el martes: “Este es el trabajo sucio que Israel está haciendo por todos nosotros”.





Nueve líderes mundiales, incluido el presidente Trump, de pie, uno al lado del otro, en una plataforma al aire libre

El presidente Trump y otros líderes del Grupo de los Siete en Kananaskis, Alberta, el lunes.Credit...Kenny Holston/The New York Times

En declaraciones a la emisora alemana ZDF, añadió que “este régimen de los mulás ha traído muerte y destrucción al mundo” y “me cuesta imaginar que el régimen de los mulás vuelva a sus antiguas funciones”.


El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se mostró mucho más cauto. “Creo que el mayor error hoy sería intentar cambiar el régimen en Irán por medios militares”, dijo el martes. “Porque eso significaría el caos”.


Sería insensato subestimar la determinación de la república islámica de sobrevivir y hasta dónde podría llegar para conseguirlo.


“La república islámica está humillada y no se encuentra en un lugar en el que haya estado antes”, dijo Vali Nasr, exdecano de la Escuela Johns Hopkins de Estudios Internacionales Avanzados. “Pero aún podría seguir viva el tiempo suficiente para agotar a Israel y enredar a Estados Unidos en algo que no desea”.


Una cosa es segura: si Estados Unidos se involucra en la guerra, nunca será olvidado en Teherán. La intervención estadounidense se convertirá en parte de una profunda psicosis estadounidense-iraní. Sus elementos ya incluyen un golpe antidemocrático en Irán por agentes estadounidenses, una revolución teocrática iraní antioccidental, la crisis de los rehenes estadounidenses de 1979 a 1981, el derribo estadounidense en 1988 del vuelo 655 de Iran Air con 290 personas a bordo y una guerra ideológica que persiste desde la Revolución iraní de 1979.


Es mucha historia amarga, pero una de las lecciones de la historia es que las pesadillas terminan. Casi nadie predijo la caída del Muro de Berlín en 1989. “La república islámica es un régimen zombi”, dijo Sadjadpour. “Se ha alimentado y ha propagado el desorden durante mucho tiempo, pero es un enfermo terminal aunque siga en pie”.




Un callejón desierto en el que había varias banderas iraníes y una pancarta con los rostros del ayatolá Ruholá Jomeiní y el ayatolá Alí Jamení.

Imágenes del ayatolá Ruholá Jomeiní y el ayatolá Jamení en un bazar cerrado en Teherán esta semanaCredit...Arash Khamooshi para The New York Times

Parin Behrooz colaboró con reportería.


Roger Cohen es el jefe del buró en París del Times, que cubre Francia y más allá. Ha informado sobre las guerras en el Líbano, Bosnia y Ucrania, y entre Israel y Gaza, en más de cuatro décadas como periodista. En el Times ha sido corresponsal, editor extranjero y columnista.

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