Nobel
de Medicina para los descubridores del tráfico celular
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/10/07/actualidad/1381140808_279858.html
James E.Rothman,
Randy W.Schekman y
Thomas C.Südhof desvelaron la maquinaria molecular
del sistema de transporte de señales. El
fallo de esta precisa organización celular provoca enfermedades neurológicas e
inmunológicas.
ALICIA RIVERA Madrid 7 OCT 2013 - 12:13 CET72
Tres
Investigadores que trabajan en Estados Unidos
reciben este año el Premio Nobel de
Fisiología o Medicina “por sus descubrimientos de la maquinaria
molecular que regula el tráfico vesicular, un sistema de transporte fundamental
en nuestras células”, según ha anunciado el Instituto
Karolinska de Estocolmo, que otorga cada año los galardones. Los
premiados son James E.Rothman, Randy W.Schekman y Thomas C.Südhof; los dos primeros
nacieron en EE UU, en 1959 y 1948 respectivamente, y el tercero en Alemania en
1955.
Südhof ha
recibido la noticia del Nobel en España, en concreto en Baeza, donde imparte
hoy una conferencia en el simposio El
tráfico de membranas en la sinapsis.
La biología
celular de la plasticidad sináptica, organizado por
José A.Esteban, Juan Lerma y Thomas L. Schwarz en la Universidad Internacional
de Andalucía.
“El Nobel
2013 honra a cuatro científicos que solucionaron el misterio de cómo organiza
la célula su sistema de transporte”, explica el Karolinska. “Cada
célula es una fábrica que produce y exporta moléculas. Por ejemplo, la insulina
se fabrica y emite en la sangre y las señales químicas denominadas
neurotransmisores se envían de una célula nerviosa a otra. Estas
moléculas se transportan por la célula en pequeños paquetes denominados vesículas
y los tres laureados con el Nobel han descubierto los principios moleculares
que gobiernan el sistema por el que esta carga es entregada en el lugar
correcto en el momento correcto en la célula”. Si no funciona el
sistema de transporte vesicular esencial para su funcionamiento y
supervivencia, la célula deja de ser una compleja y precisa máquina biológica y
colapsa en un caos.
Schekman
(Universidad de California en Berkeley) descubrió un conjunto
de genes necesarios para el tráfico vesicular;
Rothman
(Universidad de Yale)
desveló la maquinaria de proteínas que permite que las vesículas se unan a sus
dianas para permitir la transferencia de esa carga y
Südhof (Universidad de
Stanford) descubrió cómo las señales ordenan a las vesículas emitir su
carga con precisión. Cuando este sistema funciona mal en el
organismo, pueden surgir enfermedades neurológicas e inmunológicas, así como
diabetes. Los tres investigadores se reparten este año los ocho
millones de coronas suecas (915.000 euros) del galardón nobel.
La célula
produce multitud de moléculas con diferentes funciones, desde hormonas hasta neurotransmisores y enzimas que deben ser
desplazadas dentro de la misma célula o fuera de ella con precisión. Por tanto,
la organización del tráfico celular es fundamental y las vesículas (“burbujas
en miniatura rodeadas de membranas”, explican los científicos de la
Fundación Nobel) hacen ese servicio de transporte entre los orgánulos de la
célula. También se unen a la membrana celular para emitir hacia fuera su carga.
Así se activan neuronas vía los
neurotransmisores, o se controla el metabolismo en el caso de las hormonas.
Los galardonados con el Nobel de Medicina este año, con sus diferentes
aportaciones, desentrañaron este mecanismo de transporte fundamental.
Schekman , que empezó a trabajar en los años
setenta en el la organización del transporte celular, estudió levaduras que
tenían este sistema defectuoso y descubrió tres tipos de genes (23 genes en total) que controlan
diversos aspectos del transporte de estas vesículas.
Después, Rothman
investigó el asunto, en mamíferos, y descubrió cómo las vesículas se anclan en
las membranas diana (como las dos partes
de una cremallera, dicen la Fundación Nobel) garantizando así el anclaje
perfecto en el lugar debido.
“Resultó que algunos de
los genes que había descubierto Schekman en las levaduras codificaban para las
proteínas correspondientes a las identificadas por Rothman en mamíferos,
revelando así un antiguo origen evolutivo del sistema de transporte”, escriben los científicos del
Instituto Karolinska. “En conjunto, ellos cartografiaron
componentes críticos del mecanismo de transporte celular”.
Y llegó Südhof, interesado en la comunicación
entre neuronas en el cerebro. Las moléculas de las señales, neurotransmisores,
son emitidas por vesículas que se unen a la membrana exterior de células
nerviosas mediante la maquinaria descubierta por Rothman y Schekman.
En los años
noventa, Südhof descubrió cómo, mediante iones
de calcio, las vesículas responsables cumplen con precisión temporal y
exactitud su cometido de transporte de señales.
“Estoy
conduciendo por la mitad de España”
Thomas C.
Südhof ha recibido esta mañana una llamada de teléfono cuando iba en coche
desde Madrid a Baeza (Jaén)… una llamada imprevista y muy importante. Contesta
el teléfono y le comunican, desde Estocolmo, que ha recibido el premio nobel de
Medicina este año junto con Rothman y Schekman. “¿Esta seguro?”, es lo primero
que dice. Y luego, unos segundos de silencio….. “¡Dios mio!... déjeme que pare,
estoy conduciendo por la mitad de España ahora mismo”.
Cuando para
el coche, Südhof se rie, se queda sin palabras.... le preguntan que debe ser
bonito recibir el galardón junto con Rothman y Schekman, responde muy
expresivo: "¿¡Oh! ¡Es maravilloso!".
Südhof
aterrizaba esta mañana en Madrid, procedente de California, y se dirigía
conduciendo ya a Baeza, donde participa hoy en el simposio El tráfico de
membranas en la sinapsis. La biología celular de la plasticidad sináptica,
organizado por José A.Esteban, Juan Lerma y Thomas L. Schwarz en la Universidad
Internacional de Andalucía.
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