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domingo, 20 de octubre de 2013

¿ESTÁN SIENDO MANIPULADOS POR LOS BANCOS LOS TIPOS DE CAMBIO de referencia? extraido del diario peruano Gestión que lo reprodujo de the economist

Alerta en los mercados cambiarios

¿ESTÁN SIENDO MANIPULADOS POR LOS BANCOS LOS TIPOS DE CAMBIO de referencia?

http://m.gestion.pe/movil/noticia/2078750





DE LA EDICIÓN IMPRESA
01:20 - 17 oct

Los indicadores de referencia de los mercados financieros han tenido un par de años feísimos.
 Por ejemplo, la LIBOR, una tasa de interés utilizada para fijar los pagos de contratos que valen millones de millones, fue “arreglada” por los bancos, y su equivalente en el mundo de los derivados, la ISDAfix, también ha sufrido cuestionamientos.
Asimismo, los precios de los commodities, desde el petróleo crudo hasta el platino, han estado bajo acusaciones e investigaciones.
Y ahora, los precios en los mercados de divisas globales, donde el volumen de negocios es de US$ 5 millones de millones diarios, están siendo sujetos a escrutinio por las autoridades, que sospechan que también han sido manipulados por los banqueros.
La agencia supervisora financiera de Suiza anunció el pasado 4 de octubre que está investigando a un grupo de bancos pues cree que han manipulado precios de divisas.
Reino Unido y la Unión Europea están llevando a cabo procesos similares.

Aunque ninguno de estos países ni el bloque han detallado sus sospechas, los medios han informado que las preocupaciones se centran alrededor de cambios anormales en un indicador que se utiliza como una fotografía de los tipos de cambio, conocido como el “London fix” de las 4pm.
Este indicador representa el promedio de los precios acordados durante 60 segundos de negociación y es utilizado como una tasa de referencia en la ejecución de un conjunto mucho mayor de transacciones de divisas.
Los banqueros, que son grandes participantes en este mercado, tienen enormes incentivos para “empujar” el precio de una divisa y alterar el indicador. Dado que son miles de millones de dólares los que cambian de manos, una diferencia de una fracción de centavo puede añadir una apreciable suma a las comisiones que reciben los intermediarios del mercado.
Si los cargos resultan ser probados, significaría que los bancos han estado desplumando a sus clientes.
Ello porque estas empresas conocen cuán grandes son las negociaciones que van a ejecutar en nombre de otros y, a menudo, son las contrapartes.
Entonces, al “mover” los mercados para adelantarse al London fix, podrían alterar esta tasa en beneficio propio y en detrimento de sus clientes.
Se sospecha que un método para hacerlo es conocido como “banging the close”: presentar una rápida sucesión de órdenes justo cuando el precio de referencia está siendo fijado, a fin de distorsionar su valor.
Aunque los indicadores basados en transacciones reales han sido creados para ser presas más difíciles de manipular que aquellos que utilizan cifras hipotéticas —tales como la LIBOR, que es una tasa que se determina con las tasas pasivas estimadas de los bancos—, no son incorruptibles.
El London fix de las 4pm es usado para calcular el valor de toda clase de activos, tales como las tenencias en moneda extranjera de los fondos mutuos. Por ende, alterar las tasas podría tener un impacto que no solo afectaría a los bancos y sus clientes.
Peor aún, si los banqueros hablasen entre ellos sobre sus transacciones —que es lo que los reguladores creen que han estado haciendo— otro cargo tendría que agregarse: colusión.
Las investigaciones sobre la manipulación de otros indicadores han descubierto enormes cantidades de mensajes entre los traders, en los que discutían muy alegremente sus timos.
El riesgo de manipulación podría reducirse considerablemente si se utilizase un indicador que dependa de más de 60 segundos de negociación, subraya Mark Taylor, decano de la Warwick Business School (Reino Unido) y ex administrador de fondos de divisas. Pero el daño que sufrirán las reputaciones de los bancos implicados será difícil de reparar.

Traducido para Gestión por Antonio Yonz Martínez
© The Economist Newspaper Ltd,

London, 2013

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