El
crudo de Medio Oriente agrava las tensiones entre China y EE.UU.
http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303680404579141870999155830.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop
Por Brian Spegele,
en Beijing y
Matt
Bradley, en Amarah, Irak
La marina de
EE.UU. se encarga de mantener la seguridad de los envíos de crudo en el Golfo
Pérsico.
China está comprando más petróleo de
Medio Oriente que Estados Unidos, intensificando las tensiones diplomáticas entre los dos
países en torno a la seguridad en la región.
El gigante asiático superó a EE.UU.
como importador del crudo del Golfo Pérsico hace algunos años, según algunos parámetros. Ahora, se dispone a sobrepasar a EE.UU. como el mayor comprador del petróleo
de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el bloque
exportador de energía formado principalmente por países de Medio Oriente.
El cambio ha
agravado las tensiones ya que implica
que el ejército estadounidense está protegiendo los crecientes envíos
petroleros de China en la región, en un momento en que el gobierno chino
resiste la presión de Washington para que respalde su política en Medio
Oriente.
Durante
años, China y otros países consumidores de petróleo se han beneficiado de la
inversión de Washington de miles de millones de dólares para vigilar vías clave
para el traslado del petróleo, como el Estrecho de
Ormuz. No obstante, el boom de la industria del
gas y petróleo de esquisto en América
del Norte ha colocado a EE.UU. en camino de superar este año a Rusia
como el mayor productor del mundo de petróleo y gas combinados, si es que no lo
ha logrado ya, según un análisis reciente de The
Wall Street Journal.
El auge,
junto a una estabilización del consumo de crudo en EE.UU., está haciendo que el
país dependa menos del crudo importado, incluyendo el de Medio Oriente, mientras que aumenta la dependencia de
China del petróleo de la región.
Las importaciones de China del crudo de la OPEP promediaron 3,7 millones
de barriles diarios en el primer semestre, comparado con los 3,5 millones de EE.UU., según la consultora Wood Mackenzie. Al ritmo actual, las
importaciones chinas anuales del petróleo de la OPEP superarán a las de EE.UU.
por primera vez este año, anotó Wood Mackenzie. India ocupa el tercer puesto,
al recibir unos 3,4 millones de
barriles diarios. En 2004, en cambio, EE.UU. importó unos 5 millones de
barriles diarios de la OPEP y China 1,1 millones, señaló Wood Mackenzie.
Las
importaciones chinas de países de la OPEP como Arabia
Saudita, Irak y los Emiratos Árabes Unidos, se han disparado en los
últimos años según datos del gobierno chino.
China supera
a EE.UU. en otras mediciones. La Administración de
Información de Energía de EE.UU. (EIA, por sus siglas en inglés)
proyectó en septiembre que las importaciones
netas de petróleo de China procedentes de todo el mundo ascendieron a 6,3
millones de barriles diarios en septiembre, versus los 6,2 millones de barriles
diarios de EE.UU. La EIA define las importaciones netas como el consumo de
total de combustible líquido menos la producción interna.
China,
igualmente, pronto importará más crudo del Golfo Pérsico que lo que importó
EE.UU. en su punto máximo en 2001, según la EIA y la aduana china. China sobrepasó a EE.UU. como comprador de
crudo del Golfo Pérsico en 2009, según las cifras.
El ascenso
de China como un comprador dominante en Medio Oriente presenta un acertijo
tanto para EE.UU. como para el país asiático. Para China, significa que su
economía depende en parte del petróleo proveniente de una región controlada por
el ejército estadounidense. Cuando las embarcaciones cargadas de petróleo salen
de los puertos del Golfo Pérsico en dirección a China, dependen en gran parte
de la vigilancia de la quinta flota de
la marina estadounidense.
Washington, por su parte, tiene que justificar un gasto militar que beneficia a un país que
muchos estadounidenses perciben como un rival estratégico y que, a menudo,
no apoya la política exterior de EE.UU.
Las señales
de tensión están saliendo a la superficie. Beijing
ha pedido garantías de que Washington mantendrá la seguridad en el Golfo
Pérsico, puesto que China no cuenta con el poder militar para hacerlo, según
fuentes al tanto.
En reuniones
bilaterales que han tenido lugar desde al menos el año pasado, las autoridades
chinas han buscado garantías de que el compromiso de EE.UU. hacia la región no
se está debilitando conforme el gobierno de Barack
Obama ha prometido prestar mayor atención hacia el este de Asia, indicaron
fuentes al tanto.
A cambio,
las autoridades estadounidenses han presionado a China para que ofrezca un
mayor apoyo en temas como la política con respecto a
Siria e Irán. Por ejemplo, las autoridades estadounidenses han exhortado a China a que reduzca las importaciones
de crudo de Irán, según una persona con conocimiento de las conversaciones.
China ha
sido el blanco de las críticas de líderes estadounidenses que la acusan de
obstruir las medidas enérgicas contra el régimen sirio en Naciones Unidas.
Funcionarios estadounidenses han
comunicado a los chinos que un flujo estable de la energía procedente de Medio
Oriente requerirá una mayor colaboración de Beijing en el futuro, indicaron
personas al tanto.
El
Ministerio de Relaciones Exteriores de China indicó, en un comunicado para
responder preguntas para este artículo, que el comercio de petróleo entre China y Medio Oriente era "de beneficio mutuo y de acuerdo con
las normas internacionales de negocios", agregando que China
buscaba inclusión política, prosperidad económica y paz y estabilidad en la
región.
EE.UU. ha
dominado la seguridad en el Golfo Pérsico desde los años 70. Recientemente, ha
utilizado ventas de armas para
fortalecer a sus aliados regionales, como Arabia
Saudita, con el fin de que asuman un rol más preponderante en la
seguridad regional.
Asimismo, aliados de EE.UU. han incrementado sus bases militares en la
región.
Las Fuerzas de Autodefensa de Japón instalaron en 2011 una
base en Yibuti para ayudar a vigilar las rutas
marítimas, y
Francia
inauguró una base en
2009 en los Emiratos Árabes Unidos.
La capacidad
de China de demostrar su poder en la región es limitada. No cuenta con el
armamento ni la experiencia para vigilar activamente las zonas de conflicto o
las rutas marítimas. Su mayor despliegue militar en la región se dio durante
operaciones modestas contra la piratería cerca de la costa
de Somalia.
Para mitigar
las crecientes tensiones en torno a la seguridad energética y otros asuntos,
Washington y Beijing organizaron el año pasado una reunión anual de
diplomáticos de ambos países llamada Diálogo de Medio
Oriente EE.UU.-China. Pero las reuniones a puertas cerradas han generado
resultados limitados, indicó una persona al tanto. Un comunicado de prensa del Departamento del Estado de EE.UU. de la segunda de las
reuniones anuales, en junio, indicó que EE.UU. daba la bienvenida a que China
jugara "un rol más activo y positivo en la región de Medio Oriente".
El
presidente Obama señaló en la ONU que su país seguía resuelto a supervisar el
flujo de energía de la región. "Aunque Estados Unidos está reduciendo
gradualmente la dependencia del petróleo importado, el mundo sigue dependiendo
de la provisión de energía de la región, y una interrupción severa podría
desestabilizar toda la economía global", sentenció.
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