04
de mayo de 2012 - 15:30
Más vale tener dos euros que ninguno
http://www.swissinfo.ch/spa/economia/Mas_vale_tener_dos_euros_que_ninguno.html?cid=32608140
Por
Alexander Kuenzle, swissinfo.ch
El industrial alemán Hans-Olaf Henkel
juzga “irresponsable” haber creado una unión monetaria que se ha convertido en “unión de transferencias”. Propone un euro para el norte y otro para
el sur de Europa. Una escisión que beneficiaría a Suiza.
Con propuestas iconoclastas y un estilo muy
directo, Hans-Olaf Henkel se ha forjado
un nombre en Alemania. Adorado por los medios, pero bastante menos por
algunos círculos políticos, este “partidario entusiasta” de la moneda única hoy
propone nada menos que dividir la zona
euro en dos.
Una zona euro-norte
rigurosamente respetuosa de los criterios económicos de Maastricht y ejecutora
de una política vigorosamente antiinflacionista comandada por el banco central.
Y una zona euro sur con una divisa menos fuerte y más
inflación. Sus países enfrentarían más riesgos de devaluación pero, como
contrapeso, sabrían que dicho ajuste estimularía el crecimiento de sus
economías.
“La zona euro-norte agruparía a
Alemania, los Países Bajos, Finlandia, Austria, esto es, al antiguo bloque de
países del marco ”, propone Hans-Olaf Henkel. “Los suecos,
que se negaron a entrar a la zona euro, aceptarían ser parte de esta nueva zona
monetaria del norte”, sostiene. La República Checa,
Polonia y Dinamarca serían, en su opinión, otros países candidatos.
Oportunidad para Europa meridional
Los miembros de la zona euro “que no tienen
la misma voluntad de ceñirse a los criterios de estabilidad” tendrían que
abandonar la moneda común y agruparse en una zona euro-sur, explica Hans-Olaf
Henkel a swissinfo.ch
“Después
de dicha separación, el euro del sur se vería inmediatamente devaluado con
respecto al euro del norte.
Esto daría finalmente a estos países la
oportunidad de reemprender una dinámica de crecimiento, que es urgente para
ellos y de la que han adolecido durante años”, sostiene el industrial.
“Hoy,
los países meridionales de Europa simplemente observan cómo sus economías se
contraen y sus tasas de desempleo crecen peligrosamente”,
agrega.
Hans-Olaf Henkel, en el Foro de
OSEC, en Zúrich. (Keystone)
Un
respiro para el franco (para el franco suizo)
Los efectos de tal escisión serían igualmente
trascendentes para el franco suizo. Invitado como orador del foro que organizó
la Oficina Suiza
de Promoción Comercial (OSEC), Hans-Olaf Henkel expuso su tesis ante
un público “más receptivo que el que
encontró en Alemania”.
Un
euro del norte sería percibido como una moneda fuerte capaz de amortiguar sin
problemas la presión alcista que hoy experimenta el franco suizo,
como lo admiten la mayoría de los expertos.
Ciertamente, el franco helvético no se
depreciaría frente al euro del sur. Pero a la luz de la caída que han sufrido
las exportaciones suizas hacia los países meridionales de la Unión Europea
(UE), esto sería menos grave que el riesgo de nuevas presiones para apreciarse
frente al euro actual.
Francia, un país clave
Simon Evenett, profesor de Economía Internacional y de Desarrollo en
la Universidad de San Gall, considera que este escenario solo sería viable,
si los países del sur decidieran voluntariamente abandonar la zona euro para
finalmente optar por una devaluación. Claramente, los países septentrionales de
la UE no tendrían ningún interés en una operación de este tipo.
“Si
los países del sur lo hicieran, no sería en bloque, sino de forma individual. Y
sería interesante saber si Francia abandonaría o
no la zona euro”, señala a swissinfo.ch. En la
actualidad, la gala es la segunda economía más importante de la eurozona, pero
sufre con frecuencia a causa de la fortaleza de la moneda común.
De acuerdo con Hans-Olaf Henkel, Nicolas Sarkozy
ha hecho todo lo necesario para que los miembros meridionales de la UE se
mantengan en la zona euro. Los bancos
franceses han prestado cantidades importantes de dinero a estas naciones, y no
pueden permitirse hoy ver cómo el valor de esas deudas se diluye. Incluso
si esto mejorara en un futuro la capacidad competitiva de Francia. (Pucha ¡que dilema!).
El escenario podría cambiar si la victoria François Hollande
gana en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Y es que el
candidato socialista ha amenazado con abandonar el euro y su partido no siente una inclinación particular por los ahorros
presupuestarios, advierte Hans-Olaf Henkel. Por lo tanto, el déficit seguramente seguiría
creciendo.
Todo
esto podría conducir a la canciller alemana Angela
Merkel “a perder la paciencia después de todas las concesiones que ha
hecho a Francia”, aumentando con ello el riesgo de estallido de la zona euro.
¿De qué se trata?
OSEC
De un mal a otro
Para Henkel, la unión monetaria se ha
transformado, en realidad, en una “unión de transferencias” entre los distintos
países de Europa. En un espacio donde reina la perecuación financiera (reparto equitativo de cargas tributarias),
pero sin la obligación compartida de
realizar ahorros.
Nadie puede obligar a los países del sur a
frenar sus gastos o su nivel de endeudamiento, pero Bruselas ya habla de
impuestos y salarios idénticos en toda la UE.
De esa manera nos dirigimos directo a una
“unión de deudas” que terminará por convertirse también en una “unión inflacionaria”, afirma Henkel
¿Y a quién beneficia la inflación? En primer lugar a los deudores,
en este caso a los Estados, responde el industrial.
“Demasiado alarmista”
Simon Evenett juzga “demasiado alarmista”,
aunque no forzosamente inevitable, el
escenario de desgracias en cascada que anticipa Henkel. Pues incluso dentro
de una unión de transferencias existen mecanismos de compensación, explica.
“En los países que obtienen beneficios, los
salarios aumentan; en los países en déficit, éstos deberían bajar. Un estudio realizado por el banco Goldman Sachs concluyó que
en Italia los salarios tendrían que reducirse un 15% para poder dejar atrás el
déficit. Esto permitiría reequilibrar las capacidades competitivas de
los distintos países”.
En caso de una escisión, el profesor de San Gall prevé un
debilitamiento del franco suizo frente al euro del norte’ y una reevaluación de
la moneda suiza respecto al euro del sur, o a las divisas nacionales de los
países meridionales. En su opinión, un hecho positivo para Suiza, cuyo
comercio se dirige, ante todo, a la zona septentrional de Europa.
Alexander Kuenzle, swissinfo.ch
(Traducción:
Andrea Ornelas)
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