El colapso de la barrera
europea
http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303360504577410060123758288.html?mod=WSJS_inicio_MiddleFirst
Por NICHOLAS HASTINGS
LONDRES (Dow
Jones)--¿Barrera? ¿Cuál barrera?
Los
inversionistas de la zona euro bien podrían preguntar, ya que los diferenciales
de rendimientos entre los bonos
españoles y alemanes suben a un nuevo récord de más de 500 puntos base.
Los costos
de financiamiento de la deuda portuguesa, italiana e incluso francesa también siguen
creciendo inexorablemente mientras la comunidad inversionista internacional
continúa poco convencida de que la denominada "barrera" de la Unión
Europea puedan evitar un contagio desde Grecia.
En esencia,
las recientes e inconclusas elecciones griegas aumentaron mucho más los riesgos
de una cesación de pagos de la deuda por parte del país, y han sido la primera
gran prueba para la barrera.
El Mecanismo Europeo de Estabilidad,
o MEDE, fue creado
inicialmente hace dos años como el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera con
el mandato expreso de salvaguardar la estabilidad de la zona euro y su moneda,
proporcionando asistencia financiera a los estados miembro.
Pero,
incluso con una capacidad de préstamo de 500.000 millones de euros, el MEDE no
es lo suficientemente grande. La barrera no funciona en su primera prueba.
Junto al
continuo aumento de los costos de financiamiento de otros países periféricos,
ha habido una marcada caída en el interés de los inversionistas incluso en los
países del centro de la zona euro. Datos
nuevos de Bank of New York Mellon, que hace un
seguimiento de los flujos de inversiones a través de sus tenencias en custodia,
muestran una salida neta de inversiones desde Francia y Holanda.
Por el
momento, por supuesto, la propia Alemania sigue
viéndose favorecida mientras esta semana los rendimientos de los bonos
del gobierno alemán, e igualmente los del Reino Unido,
caen a mínimos récord. Un descenso
de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos apunta a un
renovado apetito por los paraísos seguros.
El rol de
los inversionistas internos, así como externos, de la zona euro está
demostrando ser una prueba clave para el cortafuegos.
Grecia está
organizándose para una segunda ronda de elecciones en junio. Las posibilidades apuntan a que el país
terminará con un gobierno en completa oposición a los términos del rescate de
deuda de la Unión Europea, lo que forzaría una
cesación de pagos y marcaría el final de Grecia como miembro del euro.
El resultado de todo esto es que los
propios griegos están comenzando a prepararse para lo peor y el sistema
bancario del país está nuevamente bajo presión.
El propio
presidente griego informó que el lunes los clientes retiraron 700.000 millones (creo es un error
debe ser solo 700 millones o 7000
millones) de euros en depósitos de los bancos. Esto escasamente es una
corrida bancaria en sí mismo. Como dice Commerzbank, no
es siquiera el 1,2% de los depósitos interbancarios del sistema bancario
griego.
Pero, debido
a que es poco probable que las nuevas elecciones se realicen hasta el 17 de
junio, hay un periodo prolongado de incertidumbre por delante, en el cual es
posible que cada vez más griegos pierdan la paciencia y comiencen a prepararse
para el día que un nuevo y mucho más debilitado dracma llegue para reemplazar
al euro.
Los temores
de más retiros masivos en Grecia difícilmente caigan bien en una comunidad
inversionista internacional que ya está preocupada sobre cómo lidiará el
sistema bancario español con el rescate del cuarto banco más grande del país,
Bankia, este mes.
Tal vez,
mientras vemos que el cortafuegos comienza a arder, las últimas palabras
deberían ser las de la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, quien dijo tarde el martes que "tenemos que
estar técnicamente preparados para cualquier cosa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario