Temperaturas del Mar Mediterráneo están justo en la categoría de formación de huracanes llegan a 26°C y a esa temperatura se comienzan a formar huracanes o tornados o ciclones, o como se llamen. etc.
Temperatura del agua del mar Mediterráneo en junio
https://www.temperaturadelmar.es/mares-y-oceanos/mar-mediterraneo/junio/
¿Dónde bañarse en el mar Mediterráneo en junio 2022?
Son varios los países que tienen sus playas en las costas del mar Mediterráneo, entre ellos: Albania, Argelia, Baleares, Camarga, Chipre, Corfú, Córcega, Provenza / Costa Azul, Creta y Djerba. Registramos la temperatura del agua a diario en estos países y los archivamos para poder calcular los promedios mensuales, en particular, los del mes de junio
https://www.temperaturadelmar.es/mares-y-oceanos/mar-mediterraneo/junio/
y en la parte de Sicilia , Italia y Grecia están en promedio 24°C
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y en Turquía , Siria , ya están a 26°C y es el promedio osea debe ser por ratos mas que eso.
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¿A que temperatura del mar se forman los huracanes?
https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2019/09/como-alimenta-calor-agua-marina-huracanes-dorian#:~:text=Seg%C3%BAn%20la%20NASA%2C%20la%20temperatura,de%20120%20kil%C3%B3metros%20por%20hora.
Según la NASA, la temperatura de la superficie del océano debe ser de unos 26 grados Celsius para que se forme un huracán y una depresión tropical solo se eleva a la categoría de huracán cuando alcanza vientos de 120 kilómetros por hora.
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El Mediterráneo 'hierve' y sus temperaturas podrían favorecer la llegada de nuevas lluvias torrenciales en los próximos meses
https://www.20minutos.es/noticia/5016213/0/mediterraneo-hierve-temperaturas-favorecer-llegada-lluvias-torrenciales-proximos-meses/
- Los expertos avisan de que los efectos del cambio climático podrían favorecer más los fenómenos extremos.
- Del sofoco al paraguas: la ola de calor da sus últimos coletazos mientras se acercan a España "violentas tormentas".
La ola de calor que mantuvo al rojo vivo a gran parte del territorio español la semana pasada ha puesto en alerta a los meteorólogos, que no solo predicen un verano especialmente caluroso, sino que además temen la llegada de fuertes tormentas en las que las altas temperaturas del Mediterráneo, que crecen a un ritmo un 20% más rápido que el resto del planeta, juegan un papel clave.
Pero... ¿Qué relación puede tener la ola de calor con las futuras tormentas? Pues, entre otros factores, los cinco grados más de lo habitual que registran las aguas mediterráneas este junio, una cifra que preocupa especialmente a los expertos por la posibilidad de que acabe favoreciendo los ya habituales episodios de gota fría que se han vivido con intensidad en los últimos años en la costa este del país.
"La cuenca occidental del Mediterráneo se encuentra con una importante anomalía de temperaturas, desde principios de mayo hemos tenido un episodio continuado de calor anómalo y circulación débil de viento, superando en algunos puntos los 25ºC", explica a 20Minutos Samuel Biener, meteorólogo de Meteored experto en la zona.
Estos números, habitualmente alcanzados en los meses de julio y agosto, tienen una serie de "repercusiones" tanto a corto como a medio plazo. El impacto más próximo está relacionado con las altas temperaturas que se han registrado durante la semana pasada, debido a que el mar no está cumpliendo su función reguladora del calor, permitiendo que los termómetros alcanzaran los "35 grados incluso con la presencia de ligeras brisas", apunta Samuel.
Sin embargo, las consecuencias más graves podrían darse dentro de unos meses, cuando la estación estival termine y dé paso al otoño. "Si el Mediterráneo no se enfría y alcanzara los 28-30 grados, lo que puede pasar es que si entra aire frío en altura exista un mayor potencial para que se generen lluvias muy intensas", advierte el experto explicitando así que la temperatura del mar no es la única razón por las que estas lluvias se producen.
Rubén del Campo, meteorólogo de la Agencia Estatal de Metereología (AEMET), comparte una visión similar a la de Samuel Biener. "Esos cinco grados son una anomalía muy destacada", asegura el experto, aunque puntualiza el dato: "Ahora bien, esa anomalía se da ahora y no implica que se vaya a mantener todo el verano, aunque en realidad las previsiones que manejamos es que el verano va a ser más caluroso de lo normal".
Coincidiendo también con Biener, del Campo apunta a la necesidad de una serie de "ingredientes atmosféricos adecuados" para que se den estas lluvias torrenciales, como por ejemplo las famosas DANAS, "que, si no aparecen, por muy caliente que esté el mar en otoño no vamos a tener un temporal". Aunque también señala otro aspecto importante, que es el hecho de que con un mar más caliente "la evaporación será mayor y una vez aparezca la DANA la probabilidad de que las lluvias sean más intensas crece", finaliza.
Los "ingredientes" de una ola de calor
- Tal y como explica a 20Minutos desde el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), los impulsores físicos para las olas de calor terrestres son tres: la circulación atmosférica, las condiciones en la superficie de la tierra, como la humedad, y la temperatura superficial del mar. En este sentido, la relación entre la temperatura del mar y las olas de calor son bidireccionales: las olas de calor pueden favorecer que la temperatura del mar aumente y, al revés, que la alta temperatura del mar intensifique las condiciones de una ola de calor.
El mar Mediterráneo presenta, según ambos expertos, una serie de características especiales por las que se producen fenómenos de lluvia extrema, como los que ya afectaron a la zona en 2017 y 2019. Mientras Samuel Biener destaca las "temperaturas del mar" y la frecuente aparición de "inestabilidades", Rubén del Campo también señala la "orografía", especialmente a las montañas que existen cerca de la costa, "que funcionan como trampolín para que se formen las nubes".
Las lluvias intensas... ¿Causa del cambio climático?
En palabras del meteorólogo de Meteored, el mar Mediterráneo es "un punto caliente del cambio climático, donde se dan todos los ingredientes para que el aumento del riesgo de estos fenómenos atmosféricos sea importante en las últimas décadas". Para él, este fenómeno que afecta a todo el planeta es clave en el Mediterráneo, porque provoca que las "lenguas de aire caliente, llamadas dorsales" como esta ola de calor, y las "lenguas de aire frío, las vaguadas", se den con más intensidad.
Tal y como relata Biener a 20 Minutos, "hay un estudio reciente que demuestra que las DANAS han aumentado su frecuencia en las últimas décadas en esta zona de Europa. Si tenemos más DANAS y el mar está más caliente, pues es lógico pensar que por eso tenemos más situaciones de lluvias extremas", sentencia.
Por su parte, el meteorólogo de la AEMET, matiza esta cuestión señalado que si "para las temperaturas" el impacto del cambio climático "está muy claro", para la aparición de estas DANAS, "es algo más difícil de estudiar. Aunque también apunta a que sí hay investigaciones que demuestran que ahora puede haber a nivel mundial más DANAS que hace unas décadas.
Este análisis presentado por los dos expertos es matizado por Samira Khodayar Pardo, investigadora del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), quien explica la forma en la que se identifican las relaciones entre determinados episodios climáticos y el aumento de la temperatura global. "Gota fría ha habido siempre, de lo que es responsable el calentamiento global es de que estos eventos extremos ocurran cada vez con más frecuencia", destaca.
Para establecer estas relaciones se realizan los llamados "estudios de atribución", que tal y como señala la experta del CEAM "investigan un fenómeno en particular y tratan de demostrar si este evento ocurre porque hay un cambio o un calentamiento global". Por tanto, en estos casos, los fenómenos no pueden atribuirse al cambio climático de forma automática, aunque Salma que lo que sí se puede atribuir al cambio climático es que "ocurran con más frecuencia, más intensidad, más duración y cada vez más pronto".
El Mediterráneo, un "foco" de calor mundial
En términos meteorológicos, uno de los "grandes problemas" es el aumento de la temperatura global, especialmente acentuado en la zona del Mediterráneo -tanto en tierra como en mar- que, tal y como reflejan los investigadores como Samira, "está sufriendo un calentamiento un 20% más rápido al del resto del globo".
Esto tiene un impacto fundamental en concreto en la extensión de agua, pues el mar Mediterráneo es "el motor climático de toda la zona", ya que en los próximos años veremos que sus temperaturas -que varían a lo largo del año en cada una de las estaciones- cada vez son más altas en un periodo más prolongado generando un "verano extendido". A su vez, este aumento, termina con su papel "termorregulador", que opera con las corrientes que se generan a partir de la diferencia entre las temperaturas del mar y la tierra.
La temperatura del Mediterráneo sigue aumentando
- El mar Mediterráneo, considerado uno de los puntos clave de todo el planeta para el estudio del comportamiento global, ha promediado un calentamiento medio acumulado de 1,29ºC en el periodo comprendido entre 1982 y 2022, tal y como demuestran las mediciones del grupo de Meteorología y Dinámica de Contaminantes del Centro de
Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM)
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