¿Qué hace que la variante Ómicron se propague tan fácilmente?
La variante Ómicron llegó a Estados Unidos alrededor del Día de Acción de Gracias. Menos de un mes después, es la cepa de coronavirus dominante en el país, y representó el 73% de las nuevas infecciones la semana pasada, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
¿Cómo pasó eso? Los expertos en enfermedades infecciosas indican que hay dos factores clave que determinan la rapidez con que se propagará un virus: la facilidad con la que se transmite y la eficacia con la que elude las defensas del organismo.
Las primeras investigaciones sugieren que Ómicron tiene ventajas en ambas áreas. Pero los datos también sugieren que la mayor tasa de transmisión de la variante no ha provocado más hospitalizaciones o muertes.
Los resultados preliminares de un estudio del 14 de diciembre dirigido por Alejandro B. Balazs del Instituto Ragon en Cambridge, Massachusetts, encontraron que esta variante era dos veces más infecciosa que Delta, y cuatro veces más infecciosa que el virus original. Ese estudio, que aún no ha sido revisado por pares, se basó en una muestra relativamente pequeña de 239 pacientes en Boston y sus alrededores, por lo tanto, los resultados pueden no ser representativos del comportamiento de Ómicron en general.
Sin embargo, según el Dr. David Pride, un especialista en enfermedades infecciosas de la UC San Diego, “con solo mirar [la situación actual] desde el punto de vista epidemiológico, sabemos que algo es muy distinto ahora”.
Con tantas personas no vacunadas, agregó, “era solo cuestión de tiempo antes de que viéramos una versión mutada del virus que fuera mejor para infectar a las personas inoculadas”.
Es prácticamente un imperativo evolutivo, detalló Jasmine Plummer, científica investigadora del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles y quien formó parte del equipo que descubrió la variante Epsilon del virus el invierno pasado.
“Las variantes surgen debido a que los virus intentan sobrevivir”, señaló Plummer. “Todos los virus evolucionan para evadir a su huésped. Así que sabíamos que venía un Ómicron”.
Y aquí estamos.
Replicación rápida
Un secreto del éxito de Ómicron parece ser su capacidad para replicarse rápidamente. Investigadores de la Universidad de Hong Kong informaron que, en comparación con Delta, Ómicron “infecta y se multiplica 70 veces más rápido” en los bronquios, las principales vías respiratorias que llegan a los pulmones. Su ventaja sobre el virus original es aún mayor, agregaron. La diferencia fue aparente apenas 24 horas después de la infección.
Si ese es realmente el caso, significa que las personas infectadas por la variante Ómicron tienen mucho más virus en la garganta esperando ser expulsado al aire cuando exhalan, y especialmente cuando tosen o estornudan. También sugiere que pueden ser infecciosos antes, lo que además aceleraría la propagación de la enfermedad.
Una señal potencialmente útil de la investigación de Hong Kong: Ómicron se movió más lentamente desde la garganta hasta los pulmones. En sus experimentos, los científicos encontraron que la nueva cepa se replicaba en los pulmones a menos de una décima parte del ritmo del virus original. Eso “puede sugerir una menor gravedad de la enfermedad”, según la universidad.
Pride señala que Ómicron se está propagando más fácilmente dentro de los hogares, lo que sugiere que el virus se esparce al aire con mayor facilidad. Otra posibilidad es que se requiera una cantidad menor de la variante para causar una infección, señaló.
Hay muchas cosas que todavía no sabemos sobre cómo se transmite esta cepa, pero los CDC esperan que “cualquier persona con infección por Ómicron pueda transmitir el virus a otros individuos, incluso si están vacunados o no tienen síntomas”.
Pride lo expresó de otra manera: “Sabemos que esta enfermedad se transmite a través de las personas, por lo tanto, la única forma de estar bastante seguro de que no la va a contraer es no estar cerca de la gente”.
La proteína de pico
El coronavirus que causa el COVID-19 emplea una proteína en forma de pico en su superficie para penetrar en las células sanas y usarlas para producir copias de sí mismo. Las vacunas disponibles en Estados Unidos provocan la creación de anticuerpos que reconocen esa proteína de pico y la atacan para que la destruya el sistema inmunológico del cuerpo.
Ómicron tiene una cantidad sin precedentes de mutaciones que afectan ese pico. Balazs y su equipo contaron alrededor de tres docenas, y su ubicación sugiere que dificultan que los anticuerpos reconozcan una partícula viral de Ómicron. Eso es cierto independientemente de si los anticuerpos fueron generados por una vacuna o una infección previa, escribieron.
Investigadores de la Universidad de Columbia Británica en Canadá examinaron las proteínas de Ómicron afectadas por esas mutaciones a nivel molecular. Descubrieron que, en conjunto, los cambios permitieron que la proteína de pico se uniera con más fuerza a las células humanas, en comparación con el coronavirus original. Publicaron sus hallazgos en BioRXiv, un sitio donde los científicos buscan comentarios sobre el trabajo preliminar.
Sriram Subramaniam, el autor principal del estudio comentó en una entrevista con la universidad que incluso los pequeños cambios en la proteína de pico “tienen potencialmente grandes implicaciones sobre cómo se transmite el virus, cómo nuestro cuerpo lo combate y la efectividad de los tratamientos”.
Añadió: “Nuestros experimentos confirman lo que estamos viendo en el mundo real: Que la proteína de pico en Ómicron es mucho más eficaz que otras variantes para evadir la inmunidad producida tanto por las vacunas como por la infección natural”.
Subramaniam señaló que era notable que la inmunidad generada por los antígenos fuera más eficaz contra la variante, en contraste con la inmunidad de una infección previa en pacientes no vacunados. Es otra señal “de que la vacunación sigue siendo nuestra mejor defensa contra Ómicron”, agregó.
Pero esa defensa puede no ser muy efectiva sin un refuerzo.
El estudio de Balazs encontró que la protección brindada por las vacunas o una infección previa por coronavirus se “redujo drásticamente” contra la variante. La única excepción fue en personas que habían recibido recientemente una dosis de refuerzo del antígeno; ellos “exhibieron una potente neutralización de Ómicron”, según el estudio.
Eso puede ayudar a explicar por qué los casos de “irrupción” y las reinfecciones parecen estar aumentando rápidamente. Un equipo de investigación sudafricano informó el 2 de diciembre sobre más de 35.000 reinfecciones de COVID-19 entre las 2.8 millones de personas que dieron positivo en las pruebas durante los tres meses anteriores.
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